Según el acta del concejo municipal del 14 de julio, existe un porcentaje de las utilidades que obtuvo el Club Providencia por la fiesta cuyo destino no ha sido aclarado. La fundación asegura que parte importante de esas ganancias fue a cubrir sus pérdidas del primer semestre.
Seis semanas faltan para que el país vuelva a teñirse de blanco, azul y rojo en medio de un nuevo 18 de septiembre. Seis semanas que al menos para la alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, serán claves para dilucidar si la comuna volverá a inundar el tradicional Parque Inés de Suárez de fondas y cuecas. Es que justamente a seis semanas del evento, la administración aún no logra cuadrar la caja de la anterior fiesta dieciochera. Hoy hay $166 millones que están desaparecidos, acusan algunos concejales.
Mediante un convenio, la municipalidad le encargó la organización del 18 de septiembre de 2014 al Club Providencia. Para ello, la casa edilicia le entregó una subvención de cerca de $426 millones. La Dirección de Control de la comuna rindió ese monto, sin embargo, los excedentes o ganancias quedaron fuera de ese registro. Hoy, existe una auditoría en marcha para determinar el destino de esos recursos, mientras ya hay concejales que derivaron el tema a la Contraloría General de la República, e incluso prevén rechazar el presupuesto para la celebración 2015.
EL ACTA DE LA DISCORDIA
El 14 de julio, buena parte del concejo municipal de Providencia estuvo abocado a lo que diez meses atrás había sido una exitosa celebración. Fue la concejala Pilar Cruz (RN) quien lanzó los dardos, resumiendo el sinnúmero de veces que concejales habían pedido la rendición de la fiesta dieciochera a la alcaldesa. El 20 de enero, por lo pronto, fue el concejal Iván Noguera (UDI) quien primero, vía correo electrónico a Errázuriz, solicitó el balance.
Tras una serie de peticiones y respuestas que Cruz calificó de incompletas o ilegibles, el contralor municipal Guillermo Risopatrón envió el 11 de junio un detalle de las cuentas bancarias del Club Providencia referido a los ingresos y gastos generados por la festividad. En dicho detalle se indica que los excedentes de la fiesta 2014 fueron de $216.336.008, pero que no obstante ello, la disponibilidad según las cuentas contables era de sólo $50.442.203. Es decir —revela el acta—, tal y como lo señala el director de Control en su memorándum N°13.429, existe una diferencia no disponible de $165.893.805.
“Deseo saber donde están esos casi $166 millones que no se han podido rendir. El mes que está corriendo es julio y no se han entregado”, señaló Cruz en ese concejo. Añadió que le parecía extraño que el ex coordinador financiero de la Dirección de Gabinete de la alcaldía, Ernesto Livacic, y quien además era el coordinador para la implementación y desarrollo de la fiesta, no se diera cuenta y comunicara esa diferencia, como tampoco Carolina Schirado, quien cumplía la misma responsabilidad por parte del Club.
“Quiero saber si esa diferencia se ha informado o está al tanto el directorio del Club, si la alcaldesa estaba al tanto de esa situación y si alguien informó de esa situación a la administración”, disparó Cruz. “No recuerdo haber recibido en detalle el informe del contralor respecto a los $166 millones, lo tendré que ver”, respondió Errázuriz.
La fiesta dieciochera tuvo dos etapas. La subvención municipal que fue rendida y aceptada por la Contraloría y la Fiesta propiamente tal, para lo cual —reconoció la alcaldesa— pidió una rendición de entradas y egresos sólo de la fiesta a la auditora Grant Thornton. “He seguido personalmente el tema y el informe preliminar lo obtuve recién ayer en la tarde (13 de julio), no lo he leído en detalle aún, pero no se hace ninguna observación”. Indica que se hará llegar a todos los concejales. Hasta el miércoles no había novedades al respecto, aunque trascendió que el reporte estaría finalmente esta semana.
EN JAQUE
La problemática de los dineros continuó marcando la pauta del concejo del 14 de julio. En la oportunidad se produjo el siguiente intercambio de ideas:
—Mientras la fiesta dieciochera la hizo la Corporación Cultural jamás hubo rendición alguna. Deseo dejar eso claro, porque las cosas son transparentes a partir de un determinado momento —indicó Josefa Errázuriz a.
—También se rendía respecto de las ganancias —respondió el concejal Iván Noguera.
—Con mucho respeto para los funcionarios municipales, no tengo esa misma información en el sentido de que se rendía todo —disparó la alcaldesa.
—El tema es que ya van más de nueve meses en esa situación y aún no se ha podido dilucidar dónde está la plata, qué es lo que se hizo con eso —apuntaló Noguera.
Una semana después de esta discusión, la alcaldesa decidió retirar una modificación presupuestaria que se había sometido a votación, relacionada con la festividad 2015. Argumentó que no habrá subvención, porque la fiesta dieciochera será completamente municipal, es decir, no a través de otras instituciones.
Pese a esa determinación, la ausencia de $166 millones —que algunos concejales califican como desorden contable— mantiene en la nebulosa la próxima celebración. A sólo un mes y medio del 18, ya hay concejales que en privado aseguran que rechazarán la modificación del presupuesto requerida para materializar la fiesta. La votación será el martes.
“Rechazaré el presupuesto. No podemos aprobar nuevos recursos si aún no sabemos qué ocurrió con los dineros de la fiesta anterior”, señala Cruz. “Creo que aprobaré los recursos, pero a regañadientes, ya que este desorden contable es impresentable”, puntualiza otro concejal. “Si no hay fonda, no habrá fonda nomás”, recalcó.
Mientras tanto, el tema ya llegó a la Contraloría General de la República. El miércoles, Pilar Cruz pidió a la autoridad que sume esta arista a la investigación que está llevando a cabo por la emisión de 286 boletas vía el Club Providencia por trabajos que supuestamente no se habrían realizado. Aún más, solicitó reunión con la jefa de la división Municipalidades del organismo, María Isabel Carril, la cual se realizará el próximo 21 de agosto.
TODO EN ORDEN
“Hablar de platas desaparecidas me parece un argumento mañoso, porque nunca han estado desaparecidas”. Enfático es el gerente general del Club Providencia, Ricardo Levy. Relata que cuando se firmó el contrato con la municipalidad se acordó que del total de la utilidad obtenida por la fiesta, un 80% quedaría para la fundación, mientras que el 20% restante iría al municipio. Además, se desarrollaría una rifa, donde el 100% de las ganancias serían para el Club. En total, se obtuvieron $98 millones por la festividad, y $88 millones por la rifa. “En la revisión final se determinó que eran $186 millones y no $216 millones de utilidad, como dicen”.
Levy explica que dado que este año el municipio les cortó la subvención —a petición de los concejales, señala—, parte importante de los dineros fueron a financiar las pérdidas de la fundación, que sólo el primer semestre alcanzaron del orden de $189 millones. “Hay un registro completo. Cerca de $90 millones los usamos para hacer arreglos —como piscina, gimnasios— y el saldo lo hemos tenido que gastar en financiar la pérdida”, destaca.
Con indignación reacciona ante la contingencia que hoy envuelve al recinto. “Yo estoy acá para hacer una pega técnica, no estoy para meterme en política. Hoy la fundación la están afectando por política. La alcaldesa lo tiene claro, los que no lo tienen claro son algunos concejales que quieren generar ruido”, precisa. Aún más, agrega que: “No estoy dispuesto a seguir pasando malos ratos por seguir ayudando a la municipalidad; este año yo no estoy dispuesto a hacer la fiesta del 18”.
DÍAS PARA OLVIDAR
“Tengo una gran pena”. La fiesta dieciochera no ha sido el único tema que ha inundado la agenda de la alcaldesa Josefa Errázuriz. El martes, la mayoría de los concejales se opusieron a la construcción de un jardín infantil y dos salas cuna en un terreno del municipio, aduciendo desde criterios de responsabilidad social hasta que no garantizaba que los niños de la comuna se beneficiarán de esas instalaciones. La alcaldesa evidenció ese mismo día su malestar: “Lamento muchísimo (esto) por los niños y niñas de Providencia, lo lamento profundamente”.
Esta fue la última de una serie de dificultades que ha tenido que enfrentar Errázuriz en medio de un concejo municipal que le es mayoritariamente adverso. Por la Alianza participan Pilar Cruz (RN), Iván Noguera (UDI), Manuel José Monckeberg (RN) y Pedro Lizana (Ind-RN). Además, está el PPD Rodrigo García Márquez, que tampoco ha apoyado las determinaciones de la alcaldesa. El grupo pro Errázuriz lo conforman Jaime Parada (PRO), Nicolás Muñoz (DC) y David Silva (PS). “En un concejo, cinco contra cuatro, la alcaldesa perderá toda votación”, precisan al interior del municipio.
Sus cercanos en la alcaldía, también se han ido reduciendo. De sus tres principales asesores sólo queda uno. A la salida de Ernesto Livacic, se sumó el despido de quien fuera ex coordinador del gabinete y ex subdirector de Planificación y Control de Gestión de la Corporación Desarrollo Social de Providencia, Alejandro Canales por haber falseado su título de investigador policial otorgado por la Escuela de Investigaciones. Si bien la Contraloría está investigando el hecho, la semana pasada miembros del concejo enviaron una carta a la alcaldesa solicitando que la administración iniciase acciones legales contra del ex asesor. El 30 de julio, Errázuriz habría ingresado una acción judicial ante la Fiscalía Local de Ñuñoa.
De esta manera, sólo permanece el asesor político Hugo Rivas. Incluso ha trascendido que el secretario de Planificación Comunal y parte del grupo de campaña de la alcaldesa, Nicolás Valenzuela, estaría evaluando dejar su cargo para irse a estudiar a Londres.
En medio de este escenario, las fuerzas al interior del municipio volverán a encontrarse el martes. La aprobación o rechazo de los fondos requeridos para la fonda en el Parque Inés de Suárez marcará si Providencia finalmente tendrá o no un nuevo 18 para celebrar.