Por Pablo Vargas Zec // Fotos: Agenciauno Abril 13, 2018

La Región del Biobío es uno de los puntos claves del desarrollo del rally chileno. Junto a la de Los Lagos se disputan la condición de capital nacional de la especialidad. Sin embargo, Concepción y sus alrededores están a punto de dar un salto enorme, que catapultaría a la fama sus sinuosos caminos madereros a nivel global.

El RallyMobil, el campeonato nacional de la especialidad, arranca su 19ª temporada este viernes 20 en tierras penquistas. Por segundo año consecutivo, vendrán las máximas autoridades del World Rally Championship a evaluar el desarrollo de la cita por tratarse de un “evento candidato” a formar parte del calendario 2019 del WRC.

El año pasado, Oliver Ciesla y Simon Larkin, dos de los principales ejecutivos del WRC, llegaron hasta el Biobío para conocer in situ el desarrollo del campeonato chileno, y ver si estaba en condiciones de ser sede de una de las carreras del Mundial, pensando en organizar el calendario 2019 con un eje chileno-argentino, toda vez que el principal circo del rally corre en Córdoba una de sus citas históricas y con más público en las rutas. La idea era replicar en Chile el éxito que se consigue en las sierras trasandinas.

Este fin de semana habrá autoridades de la FIA para visar la elección de Chile para los próximos 3 años.

Si bien lograr la sede de una carrera del Mundial depende, fundamentalmente, de pagar lo que cobra la organización, no es lo único. Los promotores del WRC evalúan la ciudad en términos de hotelería y servicios, así como los caminos y el lugar donde se establecerá el parque de asistencia, corazón de cada competencia, y la capacidad del productor local para lidiar con un evento de esta envergadura, así como las facilidades logísticas que otorga el país para el arribo de los containers con los autos, repuestos y los talleres que mueve cada uno de los equipos.

En líneas generales, Concepción pasó los primeros cortes el año pasado. Con el puerto de Talcahuano y la conectividad vial en condiciones para situar esta cita antes o después de la de Argentina, el asunto logístico se sabía que era un mero trámite para aprobarlo, al igual que la capacidad hotelera de la capital del Biobío, gracias a su condición de polo de negocios.

La asistencia fue uno de los temas al debe, al igual que la selección de caminos. En este último ítem, el problema fue poner en agenda rutas que con lluvia quedan en malas condiciones de seguridad. Y, en una zona lluviosa en otoño, es un tema que se debe pulir. Sin embargo, según confiesa Felipe Horta, productor del RallyMobil e impulsor del arribo del WRC, “en este proceso, los promotores del Mundial nos hicieron comentarios y sugerencias, más que puntualizar temas. Así que nos abocamos a estudiar y replicar las experiencias de quienes han postulado y organizado carreras de esta envergadura”.

El WRC es el segundo evento automovilístico a nivel global, tras la Fórmula Uno. “Lo siguen, en sus 13 carreras de la temporada, 850 millones de televidentes por año, siendo transmitido en vivo por 155 cadenas de diferentes latitudes, con casi cinco millones de personas en las rutas durante los eventos”, afirma Horta.

Para Concepción, el productor local espera la visita de cuatro autoridades de la Federación Internacional de Automovilismo, quienes vienen a visar la elección de Chile para el campeonato de 2019, 2020 y 2021 por parte de los promotores del WRC.

“Estamos trabajando muy intensamente para realizar una carrera nacional con todos los estándares FIA. Por ejemplo, a nuestro normal operativo sanitario y de seguridad, que incluye dos médicos, se sumarán diez más, para llegar a la docena de doctores, además de una decena de paramédicos, 14 ambulancias, tres helicópteros, ocho grúas y así… Un sinfín de detalles que hacen que tengamos que poner nuestro mejor esfuerzo para hacer un gran evento”, detalla Horta, quien concluye asegurando que la producción del RallyMobil “está validada por los promotores del WRC, y ahora debemos validar la parte deportiva con la FIA”.

Con un campeonato nacional serio y maduro, con buen sustento de producción y económico, el World Rally Championship puso sus ojos en Chile y es prácticamente un hecho para abril de los próximos tres años.

 

La otra novedad

Sin embargo, estar en la mira del WRC no es la única novedad de la temporada del RallyMobil. En Concepción también se estrena una nueva categoría, la R5.

Se trata de autos que comparten la base con los modelos de producción de las marcas que compiten en esta serie, pero a la vez se aproximan muchísimo a los World Rally Car, categoría mayor del Mundial y que son —en rigor— prototipos con un estilo de coche de calle. Mecánicamente, los nuevos vehículos protagonistas del rally chileno tienen un motor de cuatro cilindros turboalimentado, con un peso mínimo de 1.200 kilos, caja de cambios secuencial, el ancho máximo son 1.820 mm y el tamaño de las ruedas es de 18 pulgadas para carreras en tierra. Montan un kit aerodinámico reglamentario, el mismo para todos.

Sus 1.620 cc y la brida de 32 milímetros de diámetro permiten una potencia de unos 280 caballos.

A este nivel, las diferencias con el WRC son las suspensiones, la transmisión (que en los R5 no permite uso de paddle shifts y sólo permite cinco marchas más reversa) y la potencia del motor.

La nueva R5 tiene como atractivo, además de la innovación tecnológica y de potencia, la presencia de los mejores pilotos del ámbito local. Con el multicampeón Jorge Martínez a la cabeza, también destacan el mundialista Pedro Heller, Cristóbal Vidaurre y el retorno a las pistas del viñamarino Luis Ignacio Rosselot, además del argentino Alejandro Cancio y el ascenso del emergente Benjamín Israel y del afamado Francisco “Chaleco” López.

El World Rally Championship es el segundo evento automovilístico más seguido del mundo, después de la Fórmula Uno.

Uno de los primeros en subirse a esta categoría fue el piloto de Monster Energy-Citroën Benjamín Israel, quien asegura estar confiado. “Hemos realizado muchos kilómetros de pruebas en nuestro nuevo Citroën DS3 R5 en caminos con distintos tipos de exigencias. Mi objetivo es el mismo de las dos temporadas anteriores: pelear el campeonato. Tenemos un equipo bien preparado y un auto de primer nivel. Con la compañía de mi navegante, Marcelo Der Ohannesian, hemos peleado el título los dos años que pasaron. Si sostenemos nuestra fórmula de seguir trabajando con mucha concentración vamos a estar entre los mejores”, plantea.

Uno de los mellizos Israel afirma que este paso es “totalmente sustentable y tiene mucho futuro. Se trata del estándar a nivel mundial con autos de última generación, es la dirección en la que un campeonato serio tiene que avanzar”. Esto, porque los costos de estos autos suben dos o tres veces los de la serie mayor hasta ahora, la R3, al punto que, por ejemplo, un litro de combustible de competición que usan estos motores anda en el rango de los 10 euros.

“Para participar en esta categoría se necesitan recursos y apoyo, y en ese sentido nuestro equipo es el mejor ejemplo de que los proyectos deportivos bien estructurados pueden ser exitosos deportiva y económicamente”, reflexiona Israel.

El penquista Jorge Martínez cree que el torneo local está preparado para asumir los costos de una serie que en el Mundial recibe el nombre de WRC2, como categoría inmediatamente siguiente de los World Rally Car. “Cada año el RallyMobil ha ido creciendo, de la misma forma en que lo ha hecho la producción. Es un paso lógico que los equipos lo hagan de la misma forma. Hoy se están generando varios espacios, como por ejemplo salir en televisión abierta, que las tripulaciones y teams tenemos que saber aprovechar para poder retornarles a las marcas lo que invierten y de esta manera sean proyectos a largo plazo”. Al mando de un Peugeot, el ocho veces campeón nacional sabe que la pelea será dura, sobre todo con Pedro Heller, con quien comparte equipo, “pero él tiene la experiencia de una temporada completa corriendo el Mundial en estos autos”, comenta.

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