Su nombre y apellido están llenos de evocaciones. Para algunos será —simplemente— una tienda de motos. Para otros, los más memoriosos, será un exministro de Agricultura, un académico y rector de la Universidad de Chile o sinónimo de enología. Otros recordarán a un deportista del automovilismo o a un dirigente que llegó a presidir el bicicross mundial. Para un grupo, más contemporáneo tal vez, el nombre se asocia a velocidad, sea como campeón mundial de bicicross, figura del motocross nacional o protagonista del rally en dos o cuatro ruedas. Un nombre conocido e importante en la actualidad nacional desde comienzos de la década de 1960.
Sin embargo, hay un nuevo Ruy Barbosa. La cuarta generación homónima sigue el legado de su padre y su abuelo. Lleva la velocidad en las venas.
Ruy Barbosa Barceló apenas supera los 19 años, y por tercera temporada —segunda consecutiva— se apresta a encarar la Copa del Mundo de Enduro. Viene de ser tercero en la categoría Youth, y ahora el piloto chileno se asoma como uno de los favoritos para quedarse con el título mundial de la serie.
Barbosa es un visitante frecuente de los podios en cualquier carrera que dispute y ya es el rival a vencer en su serie.
Desde mayo de 2016, Barbosa se instaló en las afueras de Milán. En un altillo del taller del team Jolly Racing, Ruy IV construye su vida, su carrera deportiva y la consolidación del sueño de convertirse en un piloto de enduro de nivel mundial. Y va muy bien encaminado. Ha ganado carreras, es un visitante frecuente de los podios en cualquier carrera que dispute y ya es el rival a vencer en su serie. En esta temporada, eso sí, el camino a la gloria parece más complejo.
“Se subió el límite de edad de los Youth de 20 a 21, y se sumaron dos marcas al campeonato, Beta y Sherco. Además, se bajó de ocho fechas con dos carreras por cada fin de semana, con la posibilidad de descartar los peores resultados, a cinco citas con diez competencias y sin poder restar ninguna. Así que sólo eso ya plantea un desafío mayor al del año pasado”, cuenta Ruy desde Italia. “Los dos fabricantes que se incorporan a la serie han sacado recientemente modelos competitivos con motor de 2 tiempos de 125 cc, que es la única cilindrada que acepta esta categoría, ya que se supone que es desde donde saldrán los campeones del futuro. La 125 cc es la moto que saca más manejo, ya que por su bajo torque y menos potencia es muy difícil de llevar”, agrega.
Quienes conocen a su padre, famoso por el bicicross y las motos, lo llaman Ruy Chico o Barbosa Júnior. Esos motes no incomodan al piloto de Husqvarna, orgulloso de la herencia familiar.
El desafío 2018 comienza para Ruy IV con el campeonato del mundo y los Six Days de Viña del Mar como grandes objetivos.
“Con el cambio en el reglamento respecto de la cantidad de fechas, tendremos que salir a darlo todo desde el principio. Habrá que partir atacando desde la primera fecha. Si bien aún no sé claramente cuáles serán los principales rivales, siempre hay pilotos que son muy rápidos y que conocen los lugares donde se corre”, analiza Barbosa.
Si bien admite que quiere el título mundial con esa irreverencia propia de la juventud, también entiende que todo lo que está viviendo es parte del proceso de crecimiento como piloto y deportista. “Este es mi tercer año corriendo en Europa. He aprendido mucho, pero queda mucho por formarme. Este año espero superarme a mí mismo, batir mis propios tiempos y creo que así llegará el primer lugar, que es lo que más quiero”, dice.
Parte de ese proceso de aprendizaje tiene que ver también con compartir la estructura de Jolly Racing con Alex Salvini, uno de los pilotos referentes del enduro mundial, y que fichó esta temporada para la escuadra italiana. “¡Encuentro genial estar compartiendo con él! Es un campeón, sabe mucho y tiene un estilo que pocos tienen. Tengo que aprender mucho de él. Ojalá sea una gran ayuda para mi futuro”, confiesa respecto del boloñés, con quien asegura tener una excelente relación y quien, además, comparte sus conocimientos con el chileno.
La nueva aventura parte el próximo fin de semana en España, y sigue entre el 1 y el 3 de junio en Estonia, el 1 y 2 de septiembre en Italia, el 22 y 23 del mismo mes en Inglaterra, rematando entre el 12 y el 14 de octubre en Alemania. Luego de eso, Ruy IV estará en la Región de Valparaíso, donde se correrá el International Six Days Enduro, el Mundial por selecciones de la especialidad, y donde Chile será local por segunda vez en la historia. Ahí Barbosa también será uno de los candidatos a la medalla de oro.
El chileno, de momento, está corriendo la Copa del Mundo con la ayuda del representante de Husqvarna en Chile, Roland Spaarwater Ltda., empresa que fue clave en el desarrollo internacional de Carlo de Gavardo, Francisco “Chaleco” López y del actual bicampeón mundial de rally cross-country Pablo Quintanilla. Sin embargo, salvo por ese soporte, el problema de Ruy Chico es, precisamente, el financiamiento de cara a lo que viene. “Hernán Garcés hizo un aporte clave para la campaña del año pasado vía Ley del Deporte con su empresa. Para este año, además de Husqvarna Chile, contamos con el aporte de Metzeler, Motorex, MP Decals , JFsports, Pro-Action , Yutopia, MEDS y Oakley, pero aún estamos lejos de poder financiar una temporada en Europa medianamente tranquila…”, dice el piloto, sufriendo el mismo problema de todos las promesas extraordinarios de este deporte que se han topado con la dificultad del financiamiento.
Sin embargo, Barbosa Barceló parece determinado a que nada lo detenga en sus planes de convertirse en uno de los mejores pilotos del enduro mundial, corroborando que Chile es una cuna privilegiada para pilotos de esa especialidad y para el rally cross-country, paso lógico siguiente.
El desafío 2018 comienza para Ruy IV con el campeonato del mundo y los Six Days de Viña del Mar como grandes objetivos, que pueden convertirse en hitos en la trayectoria de este emergente piloto. Su talento, ímpetu e irreverencia hacen pensar que tiene todo para triunfar.