Por Diego Zúñiga Octubre 18, 2012

Entremedio de los escombros y los cuerpos, lo vemos a él caminando. Ha estado en Irak, en Palestina, en la Franja de Gaza, en Chechenia. Con un lápiz, una libreta, una grabadora y una cámara fotográfica, Joe Sacco ha sido testigo de estos grandes conflictos, y lo vemos ahí, en esas ciudades, entremedio de esas casas destruidas, junto a inmigrantes africanos, escuchando los procesos por crímenes de guerra en los tribunales de La Haya. Pero el Joe Sacco que observamos no es de carne y hueso, es un dibujo, un retrato -o mejor dicho un autorretrato que le permite recordarnos que todo lo que nos cuenta está narrado desde su subjetividad-, una caricatura que se confunde con las demás caricaturas y dibujos que arman sus historias, sus cómics periodísticos, ese género nuevo que va teniendo cada vez más voz en distintos medios, como en Time Magazine, New York Times Magazine, The Guardian Weekend, Harper’s o la revista francesa XXI, una de las que más espacio tienen para realizar este tipo de reportajes gráficos.

-Los cómics tienen la ventaja de que pueden entregar al lector información que, de otra forma, sería muy difícil hacerlo -dice al teléfono Joe Sacco. Está en su casa, en Portland, Oregon. Vive ahí desde los 90, aunque la mayor parte del tiempo la ha pasado viajando entre conflicto y conflicto, entre historias terribles e historias horrorosas, entre muertos y sobrevivientes, entre todas esas viñetas que lleva dibujando hace ya muchos años y que le han dado la posibilidad de reconstruir estos conflictos históricos, bélicos, pero desde una mirada que se centra en los que no tienen voz, en las víctimas anónimas, esas que están muy lejos del poder.

-El cómic periodístico, como medio visual, tiene un gran impacto. Cuando abres un libro y te encuentras con dibujos, lo ves todo de forma diferente, te ayuda a viajar a distintos lugares y a crear una atmósfera especial -agrega.

Palestina: En la Franja de Gaza se llama el libro con el que Joe Sacco llamó la atención de críticos y lectores, y por el que obtuvo el premio American Book Awards en 1996. Ahora llegó a librerías chilenas Reportajes (2012, Random House Mondadori), su último libro que recopila sus trabajos publicados en distintos medios como Time Magazine y  New York Times Magazine. Y que nos muestra, una vez más, las obsesiones de Sacco: buscar los restos de una humanidad perdida entre guerras, masacres e injusticias.

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Como si todo hubiera estado configurado desde el principio, Joe Sacco nació en Malta, en 1960, pero cuando tenía un año de edad ya se estaba moviendo: primero fue Australia -donde vivió hasta los 12 años- y después Estados Unidos, país donde se graduó de periodista, y luego volvió a Malta, un poco perdido, sin saber qué hacer con su vida. Le gustaba el periodismo, pero no le interesaba, simplemente, reportear y escribir. Quería otra cosa. Le gustaba dibujar. Se acuerda cuando empezó: su madre estaba hospitalizada y él y su hermana decidieron inventar un cómic para alegrarla. Ahí partió todo, de alguna manera. Y volver a Malta fue, en parte, regresar a ese origen, a esa sala de hospital donde comenzó todo. Entonces, una vez en Malta, volvió a dibujar  cómics y entendió que debía hacer algo. Y lo que hizo fue volver a Estados Unidos, y en 1986 se instaló en Los Ángeles, donde empezó a colaborar con la editorial Fantagraphics Books, una de las más importantes del género, en la que han publicado, entre otros, Daniel Clowes y Robert Crumb.

“Palestina: En la Franja de Gaza” se llama el libro con el que Joe Sacco llamó la atención de críticos y lectores. Ahora llegó a librerías chilenas “Reportajes”, en el que se recopilan sus últimos trabajos publicados en distintos medios.

-Cuando empecé a hacer cómics estaba más interesado en las historias humanas. Pero sabes, yo estudié Periodismo, y si eres periodista significa que estás interesado en el mundo -dice Sacco.

Y pasó de historias íntimas a viajar por el mundo y a llegar, en 1992, a Israel. Estuvo dos meses recorriendo los territorios ocupados, comprendiendo y viviendo el conflicto con Palestina, tomando notas, sacando fotos, por curiosidad. Y pensando: “No quiero evadir esto, tengo que hacer algo con este viaje”. Y lo que hizo fue transformar esa experiencia, esas notas, esas fotos, en un cómic, que fue entregando de forma seriada y que se terminaría convirtiendo en Palestina: En la Franja de Gaza. Ese libro sellaría el estilo de Joe Sacco: piezas trabajadas desde el arte del cómic, pero con la rigurosidad del periodismo.

Y luego de Israel, decidió partir a Bosnia, en plena guerra. Y de ahí no se detendría: volvería a la Franja de Gaza -y publicaría Notas al pie de Gaza, Premio Eisner 2010 y que será adaptada al cine por Denis Villeneuve (Incendies)- y después recorrería distintos países como India, Chechenia, Irak.

Joe Sacco transformado en un corresponsal de guerra, en una especie de Jon Lee Anderson o Ryszard Kapuciski (a quien admira mucho), pero dibujando con el talento de Robert Crumb o de Art Spiegelman -ganador del Pulitzer por su cómic Maus-, quien fue uno de los primeros en incentivar el trabajo de Sacco  en el cómic periodístico.

-Creo que el interés mío por estos temas viene, de alguna forma, de mis padres. Ellos crecieron en Europa, durante la Segunda Guerra Mundial, en la isla de Malta, que fue fuertemente bombardeada por italianos y alemanes. Entonces yo crecí con esas historias. Y siempre estuve interesado en cómo la gente normal enfrenta estos desastres -dice.

La gente normal que vemos en Reportajes son los africanos que arrancan del hambre y que se lanzan al mar para llegar a Europa, y que finalmente terminan llegando a Malta. O los hombres llamados dalits, que son las personas situadas en el escalón más bajo del sistema de castas en India, los intocables, los más pobres, los que no tienen nada.

En esas personas Sacco fija su mirada y nos cuenta una historia.

-Esos temas me interesaron mucho porque tratan sobre varios conflictos. En el de Malta tienes a los inmigrantes que llegan al lugar y puedes ver la reacción que provocan en la gente local. Y en la historia de India entiendes que la pobreza en sí misma es un conflicto, una forma de violencia, entonces ahí tienes otro conflicto, que no es necesariamente un conflicto armado, pero es igual de importante -explica Sacco.

El hombre que dibujaba las noticias

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Lo que le importa es la conversación, el diálogo, escuchar. Busca siempre eso: escuchar las historias a través de sus protagonistas. Y luego se encierra durante semanas, meses, en el estudio de su casa, en Portland; una pieza pequeña, con tres escritorios tapizados de papeles, y rodeado de libros. Ahí empieza a crear todo. Pero antes ha tomado notas y sacado muchas fotos que le servirán para recrear los lugares donde estuvo. Es un trabajo intenso, donde su máxima preocupación es ser fiel consigo mismo. Porque no son pocas las críticas que apuntan a la falta de objetividad de sus trabajos. Pero él se defiende siempre y menciona la palabra honestidad. Es su historia, plantea.

Lo decía, también, Bob Dylan en los años 60, en uno de los mejores versos de su canción “Absolutely Sweet Marie”: “Para vivir fuera de la ley tienes que ser honesto”. De alguna forma es lo mismo: si vas a arriesgarte en un género que recién nace, lo que importa es esa honestidad. Y eso implica también la posibilidad de no salir indemne de estas historias. Eso lo sabe Sacco. De hecho en “Guerra de Chechenia, mujeres de Chechenia” -uno de sus trabajos más conmovedores e intensos-, una de las mujeres que lo perdieron todo en la guerra le pregunta a Sacco si puede hacer algo por ella. Él dibuja, en la siguiente viñeta, su mano sacando de su billetera un poco de dinero, pero ella le responde que no, que no quiere eso. Y le dice: “¿Puede pedirle a alguien de alguna ONG que me ayude”. Pero Sacco no conoce a nadie y no puede ayudarla.

Desde hace años que Joe Sacco estaba buscando un tiempo para encerrarse en una historia completamente distinta, después de tantos conflictos bélicos. Y hoy lo consiguió: está trabajando en un libro sobre los Rolling Stones, una de sus bandas favoritas.

-Ése fue uno de los reportajes más difíciles -dice-. No es fácil alejarse de las personas. Lo único que puedes decir es: “Voy a escribir sobre la situación general”, pero no puedes ayudar en situaciones individuales. Como periodista tienes que asumir que la gente seguirá ahí con sus problemas.

 Ver todo eso, admite Sacco, lo ha desgastado. Son muchas guerras, mucha pobreza, muchos viajes. Por eso, desde hace años que estaba buscando un tiempo para encerrarse en una historia completamente distinta. Y hoy, por fin, está dedicado a eso: está trabajando en un libro sobre los Rolling Stones, una de sus bandas favoritas.

-Es un proyecto difícil de describir, por lo que no puedo decirte mucho sobre él -advierte, de entrada, pero al rato sigue-. Lo he estado pensando durante muchos años y será muy dibujado, sí, tendrá dibujos sobre diferentes cosas pero siempre a través del hilo conductor de los Stones.

El título provisional, que viene manejando desde hace un tiempo, es: The Gentleman’s Guide to the Rolling Stones. Pero nada está completamente definido. Lo único seguro es que encontró y se hizo, después de muchos años, un tiempo especial para realizar este proyecto.

No tiene fecha de publicación, pero trabaja en eso, a la espera de que lleguen otras historias, otros viajes. De vez en cuando se le acercan jóvenes que quieren empezar en el cómic periodístico. Le piden alguna recomendación. Él simplemente les dice que lean buenos libros de periodismo. Y que esto no es tan fácil:

-Tienes un compromiso con la verdad. Yo estudié Periodismo para acercarme a las cosas importantes. Para mí es el mejor trabajo del mundo, pero también trae mucha responsabilidad. Tienes que estar advertido de eso.

 

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