Por Evelyn Erlij Abril 19, 2016

Hace tiempo que Cannes parece una reunión de veteranos del cine, una especie de cofradía en la que rara vez se acepta a un miembro nuevo. Pedro Almodóvar, Ken Loach, los hermanos Dardenne, Cristian Mungiu, Jim Jarmusch son nombres que se repiten, y salvo por el filme brasileño Aquarius y otras excepciones, como la argentina Relatos salvajes (2014), es un hecho que la competencia oficial tiene a Sudamérica en el olvido. Aunque los medios especializados Indiewire, Variety y Screen Daily pusieron sus fichas en Neruda, del cineasta chileno Pablo Larraín, la película no estuvo entre las elegidas, pero la revancha llegó hoy: la Quincena de los Realizadores, una de las dos secciones paralelas del certamen, la escogió para ser parte de su selección.

"Esta película es un regalo (...) es absolutamente magnífica. Estamos felices de poder mostrarla. Pablo Larraín es un habitual de la Quincena, ya tiene su lugar aquí y hay que decir que ese lugar se agranda con este filme", dijo Edouard Waintrop,  delegado general de esta reputada cita del cine mundial, al anunciar la presencia de Neruda. Es la tercera vez que Larraín participa en esta sección, en la que estuvo en 2012 con No (por la que recibió el Art Cinema Award) y en 2008 con Tony Manero. Con esto, el cineasta sigue consolidándose como el director chileno con mayor peso internacional, tras obtener el Oso de Plata en la Berlinale 2015 por El club, y luego de ser nominado este año a los Globos de Oro y a los premios Oscar en 2013, por No.

Pero Larraín no es el único: Alejandro Jodorowsky, el director, artista y escritor nacional radicado en Francia, regresa a Cannes con Poesía sin fin, película autobiográfica que filmó el año pasado en Chile. Se trata de la continuación de su trabajo previo, La danza de la realidad (2013),  y en él traza un retrato de los años en los que descubrió, durante su juventud, el ambiente de la literatura santiaguina de la mano de poetas como Enrique Lihn, Stella Díaz Varín y Nicanor Parra. La cinta está protagonizada por sus dos hijos, Adan y Brontis Jodorowsky, y fue financiada, en parte, gracias a una campaña de crowdfunding lanzada por el propio cineasta.

La Quincena de los Realizadores es una instancia independiente de la competencia oficial de Cannes, que se erige como una plataforma para el cine más arriesgado y que ha servido de trampolín para grandes directores, como Michael Haneke o Spike Lee. De ahí salieron, el año pasado, algunas de las películas que más dieron que hablar durante el festival, como Las mil y una noches, de Miguel Gomes, o Tres recuerdos de mi juventud, de Arnaud Desplechin, lo que explica, en parte, la expectación que existe en los medios especializados en torno a Neruda. Hace unos meses, de hecho, la revista cultural francesa Les Inrocks catalogó a Larraín como "uno de los cineastas más influyentes de América del Sur".

El filme, que se estrenará en Chile en los próximos meses, sigue los pasos de Neruda en el período 1947-1949, años en los que el gobierno de Gabriel González Videla dictó la llamada "Ley maldita", con la que proscribió el Partido Comunista y lanzó una feroz persecución a sus militantes, entre ellos, el futuro Premio Nobel. El relato, que transcurre durante la fuga del poeta hacia Argentina y luego hacia Europa, se apoya en dos protagonistas: por un lado, Neruda (Luis Gnecco); y por el otro, Oscar Peluchonneau (Gael García Bernal), el policía que busca su captura. Pero la trama se complica: durante su escape, el escritor debe lidiar, además, con la crisis matrimonial que atraviesa con su segunda esposa, Delia del Carril (Mercedes Morán).

Larraín ha descrito la cinta como una mezcla de filme policial y road movie con toques de comedia, y su guión —catalogado como "extremadamente profundo", en palabras de Edouard Waintrop— estuvo a cargo de Guillermo Calderón, el dramaturgo chileno de mayor éxito internacional. Neruda fue rodada en Valparaíso, Buenos Aires, París y el sur de Chile; y se trata de la producción más ambiciosa que ha hecho el cineasta hasta la fecha, no sólo por ser un filme de época, sino también por contar con un elenco de 112 actores, entre los que están Alfredo Castro, Antonia Zegers, Alejandro Goic, Jaime Vadell, Francisco Reyes y Diego Muñoz.

En los últimos años, Chile ha tenido una presencia importante en la Quincena de los Realizadores de Cannes, donde, en 2015, fue seleccionada la cinta Allende mi abuelo Allende, de Marcia Tambutti. Hasta la fecha, sólo un chileno ha competido por la Palma de Oro, el premio más importante del cine mundial: se trata de Raúl Ruiz, quien estuvo nominado cuatro veces con filmes hechos en Francia, L'œil qui ment, (1992), Tres vidas y una sola muerte (1996), El tiempo recobrado (1999) y Ce jour-là (2003).

 

 

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