No es una obra con una historia redondita ni con estructura de principio, nudo y desenlace. Trabajo social, el décimo montaje del colectivo Geografía Teatral, es una comedia negra, armada a partir de fragmentos unidos por un hilo conductor: la desigual condición socioeconómica de continentes, países, ciudades y personas. Puede sonar demasiado amplio o más propio de investigaciones sociológicas que a un montaje teatral, pero el grupo, a cargo del dramaturgo y director Tomás Espinosa, crea situaciones dramáticas acotadas y cercanas, que se alejan del discurso fácil y abordan temas como el racismo, la xenofobia, el arribismo o la desequilibrada repartición de los beneficios sociales en el mundo, con sentido del humor y buena dosis de autocrítica. En escena vemos a tres asistentes sociales (Andreína Olivarí, Bárbara Vera y Franco Toledo) en una pausa de su jornada laboral, que discuten acerca de los casos estudiados y los datos que deberán procesar. Todo a su alrededor es blanco, azul y rojo. Entre las múltiples interrogantes pendientes, una voz en off, que acaso representa al equipo completo, se enfoca en un aspecto vinculado con la identidad y el sentido de pertenencia. La pregunta base es “¿le gusta estar acá?”. Y lo que sigue será una lluvia de imágenes que irán desde el universo hasta la patria: “¿Le acomoda estar acá, flotando en el espacio infinito, azul marino, casi negro? ¿Se siente parte de acá, la galaxia blanca que le tocó, la Vía Láctea que le llaman? ¿Le cansa dar vueltas y vueltas por acá, en este sistema solar, alrededor de esa bola roja de fuego? ¿Le tiene cariño a acá, al planeta azul que le tocó? ¿Se siente seguro acá, en tierra firme (que es lava roja que tocó agua azul), se siente seguro? ¿Acá, en este país de bandera rojo, blanco y azul, es feliz?”. Las preguntas, por supuesto, no tienen respuestas.
“Trabajo social”: hasta el 29 de mayo en el Teatro del Puente, como parte del Ciclo Teatro Hoy.