Por Yenny Cáceres Junio 16, 2017

La apuesta de este documental es tan simple como reveladora: un seguimiento a la campaña de Emmanuel Macron, el hombre que se convertiría en el presidente más joven de la historia de Francia y que desde que asumió el poder, hace un mes, parece decidido a robarle protagonismo a Donald Trump. Emmanuel Macron: El ascenso al poder no cuenta la historia de su vida, ni hay entrevistas a su esposa o a sus colaboradores. Lo que vemos es lo que siempre hemos querido ver en una campaña política: lo que ocurre tras bambalinas, cuando se apagan los focos.

Fueron 200 días tras los pasos de Macron, desde octubre del año pasado hasta su triunfo frente a la ultraderechista Marine Le Pen, en mayo. Su director, Yann L’Hénoret, antes había filmado Dans l’ ombre de Teddy Riner, donde siguió por más de tres años a un campeón olímpico francés de judo. L’Hénoret ha confesado que jamás pensó que estaba filmando un documental sobre el futuro presidente de Francia. Sus ambiciones eran más modestas: registrar la aventura de Macron, un ex ministro del presidente Hollande que se lanzaba a una campaña presidencial apoyado por En Marche!, un nuevo movimiento, alejado de los partidos políticos tradicionales.

El resultado es un documental con una trastienda sabrosa y una lección de cómo armar una campaña. Un trabajo que fue estrenado al día siguiente de la victoria de Macron en la televisión francesa y que Netflix, con su olfato privilegiado, sumó de inmediato a su catálogo. Aquí, vemos a Macron en acción: su enojo por un mitin mal planificado, los nervios antes de dar un discurso o su decisión de enfrentar los rumores sobre su supuesta homosexualidad.

El director asegura que Macron le dio libertad total y que no le pidió ver el corte final. Pero lo cierto es que Macron tiene el control todo el rato. Él escribe sus discursos y se olvida de la cámara. O es tan consciente de ella y de que la política también es una puesta en escena, que su actuación es formidable. Y, así, lo vemos con absoluta naturalidad tirando la talla con su equipo de campaña o escogiendo las fotos para sus afiches. Y como el alumno aplicado que es, sigue esperando la aprobación de Brigitte Trogneux, su ex profesora del colegio y actual esposa. Ella es el mejor personaje del documental: se mantiene en un calculado segundo plano, aunque omnipresente.

Macron es todo lo que no es Trump: joven y carismático. Después de ver este documental, no es raro imaginar cómo se gestó su performance más comentada desde que asumió la presidencia de Francia. Ese video, grabado en francés e inglés, en que Macron criticaba la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, y sepultaba a Trump con una frase que se viralizó a las pocas horas: “Make our planet great again”. En términos de manejo de imagen, Macron es el nuevo Obama. No resulta sorprendente, entonces, que el documental registre ese momento en que Obama llama a Macron durante la campaña. Más cool, imposible.

Relacionados