Por Carlos Reyes Octubre 6, 2017

Ramen Kintaro. Monjitas 460, Santiago Centro. Tel. 226382448.

Nobuyuki Noda viene del sur de Japón y para sus amigos sólo es Nobu, tal como su compatriota cocinero, que sigue siendo furor en EE.UU. tras décadas de carrera. Quizá los objetivos del Nobu instalado en el barrio Bellas Artes sean más modestos, aunque no por eso menos desafiantes. Hacerse cargo de la segunda era de Kintaro, o mejor dicho Ramen Kintaro, el mismo comedor cerrado en marzo pasado por Kasumaza Suzuki, su dueño original, no es poca cosa. Es un nombre que pesa en el centro de Santiago.

Tiene aptitudes para la cocina, dice, pero prefiere volcar su trabado español al servicio de las mesas. Lo hace junto a otro joven japonés, garzones chilenos y colombianos. Un equipo ágil y cosmopolita, parecido a la propuesta esencial de la casa: el ramen, la sopa ligera de fideos, la última gran ola japonesa dispersada por Occidente. Sin duda un plato a la moda, tanto como la esquina de las calles Monjitas y Mosqueto. “El ramen es el verdadero plato popular japonés. Hay uno por cada región de mi país, casi cada persona tiene su propia receta”, dice. Luego advierte que, de momento, los fideos los importa desde Estados Unidos y es el caldo lo trascendente. Lo preparan cocineros japoneses traídos para el proyecto, y su base, también por ahora, es de pollo y no de cerdo como quisiera, reforzado en ocasiones por aportes de almejas y cáscaras de camarones. Así es el Shio Kintaro
($ 6.500 y uno de sus 10 tipos de ramen) que combina su textura ligera con tenues notas de cada elemento antes nombrado, más trozos de algas, delgados y magros cortes de chancho, un huevo bien cocido, sin trazas grises en su yema y, por supuesto, con fideos que escurren suaves a cada bocado.

El precio de la nueva era, por otro lado, es olvidar el sushi. Ramen Kintaro sólo sirve platos calientes. Gyozas ($ 4.500), tofus ($ 4.000) y frituras de pollo con una crocante y dura costra son algunos de sus atractivos, a los que se suma una barra con bartender japonés y donde el sake cobra otro protagonismo, acorde con los tiempos cocteleros. Una nueva era, la ramen, ha nacido.

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