Ni Bentonville, ni Santiago. Los hermanos Felipe y Nicolás Ibáñez y los representantes de Walmart para América Latina prefirieron buscar un lugar neutral para negociar sus diferencias. Miami fue el destino escogido. En esa ciudad los antiguos y nuevos controladores de la cadena supermercadista D&S se reunieron la semana pasada para intentar solucionar el conflicto por los balances de la compañía, que los tienen enfrentados desde el 2009.
A mediados de ese año, Walmart -que ya había tomado posesión de la firma que maneja las marcas Lider y Ekono- decidió empezar a contabilizar bajo sus propias reglas las deudas que tenían sus clientes a través de la tarjeta de crédito Presto. Ello generó la molestia de los antiguos dueños, no sólo porque se cuestionaba un trabajo que ellos consideraban impecable, sino también porque significaría cambios en los balances de D&S y, por ende, en sus ganancias.
Así, al cierre de 2009, la compañía terminó con pérdidas por US$ 90 millones, debido a las modificaciones contables introducidas por los estadounidenses. Ello provocó, este año, la ausencia de dividendos a repartir, por lo cual los Ibáñez -que actualmente poseen el 25,06% de la compañía- hicieron saber su desacuerdo.
En un principio, Walmart estuvo cerrado a debatir el tema. Pero con el paso de las semanas fue flexibilizando su posición, hasta que el mes pasado se decidió la reunión en Miami. Faltaban pocos días para la junta de accionistas de D&S -fijada para el viernes 30 de abril- y sus socios chilenos tenían importantes puntos pendientes que aclarar.
Por el lado de la multinacional llegó a Miami su CEO para América Latina, Eduardo Solórzano, quien además es, desde enero pasado, vicepresidente de D&S. Lo acompañaban otros representantes de la cadena estadounidense.
La reunión, según testigos, se dio en buenos términos y se centró en la repartición de dividendos. Al final fue favorable para los Ibáñez: Walmart accedió a repartir entre todos sus accionistas cerca de US$ 60 millones, equivalentes a $ 5 por acción. Los ex controladores recibirán aproximadamente US$ 15 millones.
Evitando el arbitraje
Pero lo que más inquieta a los hermanos Ibáñez es que, de seguir aplicándose el modelo Walmart de contabilización de deudas de la tarjeta Presto, termine por verse afectada la compañía y el precio que ellos le pusieron cuando se la vendieron a los estadounidenses en enero de 2009: US$ 2.600 millones por el 74,61%.
La gota que rebasó el vaso fue que los norteamericanos decidieron realizar un ajuste de US$ 50 millones por las diferencias, que a su juicio, había entre la forma en que se valorizaron los inventarios y las provisiones que se efectuaron en el balance de 2008.
Según cercanos a los chilenos, no hay pruebas que evidencien dicha diferencia. Además, sostienen, están respaldados por el informe de KPMG, el auditor de la compañía que en su informe afirmó: "No obtuvimos evidencia suficiente que demostrara la razonabilidad de los cargos a resultados efectuados en el período contable actual y a períodos contables anteriores".
Fue por eso que los chilenos y sus representantes en el directorio -el abogado Alberto Eguiguren y Jorge Gutiérrez- se negaron a aprobar el balance anual de la compañía. No lo firmaron ni tampoco la Memoria Anual.
En el mercado, existe la sensación de que la llegada de Walmart a Chile ha sido más tímida de lo esperado. Sin embargo, al interior de la compañía existe otro discurso. "Ninguna empresa que adquiere el control de una compañía como D&S, primera en supermercadismo local, puede considerarse tímida", afirma su gerente general, Enrique Ostalé.
Todo ello ha hecho surgir el temor de que las diferencias terminen siendo zanjadas en un arbitraje. Se trata, en todo caso, de un camino que ambas partes tratan de evitar: Alberto Eguiguren por el lado de los Ibáñez, y un prestigioso estudio de abogados de Nueva York por Walmart.
Consultado al respecto, el vocero de la firma estadounidense, Kevin Gardner, declinó hacer comentarios y dijo que "Walmart está firmemente comprometida en su sociedad con D&S y con sus clientes en Chile".
Difícil walmartización
Las diferencias, asegura un actor cercano al conflicto, están provocando una demora en los planes que los accionistas de la empresa trazaron en enero de 2009, cuando firmaron su asociación.
En el mercado, existe la sensación de que la llegada de Walmart a Chile ha sido más tímida de lo esperado. "Han actuado con menor agresividad, perdieron tiempo ordenando temas internos y creo que cuando tengan eso listo será más notoria su llegada. Se han enredado bastante en el tema del crédito", dice un ejecutivo del sector retail.
Sin embargo, al interior de la compañía existe otro discurso. "Ninguna empresa que adquiere el control de una compañía como D&S, primera en supermercadismo local, puede considerarse tímida", afirma su gerente general, Enrique Ostalé.
"Existía la presunción de que Walmart cambiaría muchas cosas en D&S, pero cuando las cosas van bien, eso no es necesario. Hace mucho más sentido reforzar la ejecución de la estrategia a través de la adopción de mejores prácticas del mejor retailer mundial, y, en eso, no ha habido timidez de ninguna manera", agrega.
El 2009, D&S registró ventas cercanas a los US$ 4.500 millones, equivalentes al 1% de todo lo vendido en el mundo por Walmart ese año. La compañía es líder de la industria chilena y aumentó su participación de mercado en 1,5%.
Por eso, más que cambios de forma, lo que están haciendo los estadounidenses es incorporar sus prácticas y estándares en la cadena chilena.
Sin ir más lejos, las modificaciones para valorizar la cartera de créditos, son la prueba más visible de esa mano. Desde su llegada, el negocio financiero está en su mira: es el que aporta entre el 10% y el 12% de los ingresos totales. Por eso, una de las grandes transformaciones fue imponer políticas más estrictas para otorgar créditos y cubrirse de eventuales impagos o moras. Si antes se estimaba que la cartera de deudores de alto riesgo tenía una cobertura por castigo entre 19% y 29%, ahora este porcentaje aumentó entre 50% a 100% y se determinó que las cuentas con saldos vencidos e impagos por más de 180 días deberían ser consideradas derechamente como pérdidas.
Al respecto, Ostalé explica que 2009 fue un año difícil para el retail financiero y que por eso están enfocados en tomar medidas para enfrentar la situación. La idea, dice, es "mantener la continuidad en el rol que tiene este negocio, que complementa el principal, que es el retail".
Fusión D&S-Walmart: En rodaje
Decisiones en Bentonville
También la toma de decisiones cambió. Si antes la apertura de nuevas tiendas y las inversiones se decidían en Chile, hoy todas las definiciones de ese tipo deben pasar por un comité en Bentonville, Estados Unidos, donde funciona la casa matriz de Walmart.
En un principio esto trajo complicaciones a la compañía, reconoce un ejecutivo, pero con el tiempo ha habido una mayor participación en esos comités y se profesionalizaron aún más las decisiones. "Antes de hablar de una nueva tienda, se deben presentar análisis del área y proyecciones de demanda, junto a otros documentos. Todo debe estar muy bien argumentado", explica.
Donde no se ha notado mucha diferencia con la llegada de Walmart es al interior de las tiendas. Contrario a lo que se pensaba, ni Sam´s Club, ni SuperCenter, ni Superama- algunos de los formatos que la estadounidense maneja alrededor del mundo- se convirtieron en nombres comunes en Chile.
Al interior de la firma explican que se optó por continuar con los formatos tradicionales de D&S: Hiper Lider, Líder Express, Super Bodega Acuenta y Ekono. Estos dos últimos encabezaron las aperturas el año pasado, que sumaron 59. Para este año, D&S abrirá 50 nuevas tiendas, para lo que destinará una inversión entre US$ 250 millones y US$ 280 millones. La expansión de Super Bodega ACuenta, que actualmente cuenta con 26 locales, se intensificará, mientras que Ekono tendrá un crecimiento más moderado, porque ya se cumplió con la meta de 100 tiendas.
Las marcas propias de Walmart tampoco han dado mucho que hablar. Si bien desde el año pasado se introdujeron productos Great Value, una de las principales marcas de la multinacional, su participación aún no es importante. Donde sí se ven cambios es en algunas secciones nuevas en los supermercados, como Mundo Bebé, que agrupó todos los artículos para niños en un mismo pasillo, y entretención, donde actualmente están los juegos de computación y otros divertimentos electrónicos.
También hay cambios en el manejo de inventarios. Al desembarcar Walmart en D&S, se encontró con que muchos de sus locales estaban sobrestockeados. Por eso, parte de las operaciones de este año y medio se han enfocado en disminuir las existencias. Esto coincide con la política de la multinacional de trabajar con stocks muy reducidos a fin de rebajar el costo de mantener productos en bodega. "Ese es un esfuerzo que Walmart hace en sus bodegas de todo el mundo, lo que implica ser capaces de medir bien las existencias y proyectar bien la demanda para cada producto", explica un ejecutivo.
Otro de los cambios de foco es la entrada a Perú. Hasta antes de la llegada de Walmart a Chile los planes de expansión de D&S estaban centrados en ese país. Sin embargo, el vecino del norte dejó de ser una prioridad y según comenta un ejecutivo de la firma, "ya no es tema". "Si Walmart quiere entrar a ese mercado, ellos deben evaluarlo. Nosotros ahora estamos concentrados en crecer y desarrollar nuestros formatos en Chile", agrega.
Logística propia
A diferencia de los clientes, quienes sí han sentido la walmartización de D&S son los proveedores. Si bien la compañía sigue manteniendo a la gran mayoría, algunos distribuidores se quejan de que la cadena empezó a reemplazar sus compras locales por adquisiciones realizadas directamente por Walmart en el extranjero.
También la toma de decisiones cambió. Si antes la apertura de nuevas tiendas y las inversiones se decidían en Chile, hoy todas las definiciones de ese tipo deben pasar por un comité en Bentonville, Estados Unidos, donde funciona la casa matriz de Walmart.
Sin embargo, precisan en D&S, hasta ahora no hay cambios importantes en la logística de compras. "Hemos utilizado poco los canales de compra de Walmart. Seguimos operando con nuestra logística", explica un gerente. Una prueba de esto, dice, es que la oficina de D&S en China, a través de la cual se canalizan todas las compras desde ese mercado a Chile, sigue tan vigente como antes. De hecho, la semana pasada, el gerente general de la división retail Chile de D&S, Silvio Rostagno, visitó sus instalaciones.
Otra práctica Walmart que causa ruido entre sus proveedores, es la nueva política instaurada el año pasado: la CSI (Customer Saving Initiative). Ésta consiste en que D&S realiza una propuesta para elevar las ventas de determinado producto, e invita al fabricante o distribuidor a invertir en esta propuesta, de manera que los dos ganen. La modalidad generó aprensiones desde la Asociación de Industrias Proveedoras de Chile (AGIP), que incluso acudió a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) para que intercediera en el tema. El caso es aún objeto de investigación por parte del regulador. En D&S explican que varios proveedores firmaron y que es un éxito.
También los trabajadores de D&S sintieron la llegada de la estadounidense. El presidente del sindicato interempresas de trabajadores de Líder, Juan Moreno, dice que existe un distanciamiento en las relaciones. Explica que se han reducido algunas comisiones a los funcionarios y que se agregaron nuevas tareas a las personas, las que no van acompañadas de mejoras salariales.
Moreno argumenta que desde hace un tiempo se intentó llegar a un acuerdo para que todos los trabajadores tengan el mismo tipo de contrato. No han tenido éxito. "Hemos visto un cambio en las condiciones de negociación y que Walmart está tomando distancia del tema sindical", dice. Este año Saitec y cerca de 50 tiendas Lider tienen vencimiento de sus contratos, por lo que ya se iniciaron los procesos de negociación colectiva. "Si no llegamos a acuerdo, no descartamos movilizaciones", agrega Moreno.