Hace algunas semanas un alto ejecutivo de Canal 13 se acercó a la oficina del nuevo director ejecutivo de la estación, Marcelo Von Chrismar, en el cuarto piso del edificio de Inés Matte Urrejola. Tenía dudas sobre su permanencia y decidió preguntarle directamente al nuevo timonel si estaba o no confirmado en su cargo. La respuesta del ex director del DuocUC no fue alentadora: "Hasta hoy sí, mañana no sé".
Ésa es una muestra del ambiente que se respira en el canal católico. Desde la llegada de Von Chrismar -el 1 de abril pasado- se sabe que los cambios son inminentes.
Hasta la fecha, parte importante del antiguo equipo ejecutivo está fuera del canal. A la salida de Mercedes Ducci, Alejandro Cavagnaro y Pilar Bernstein, en enero pasado, se sumaron nuevos nombres, como Edgardo Fuenzalida, director de Gestión; Alejandro Santelices, director de Programación; y Margarita de la Guarda, gerente de Comunicaciones. Y todo indica que vienen más cambios.
Von Chrismar llegó al 13 con el mandato del nuevo rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, de reducir costos y optimizar los recursos. El canal tiene el peor desempeño de la industria: según Time Ibope, desde enero a abril promedia 6,2 puntos de rating, su nivel más bajo en los últimos años, lejos de TVN, que marca 8,6 puntos o de Chilevisión, que lidera el sector.
Financieramente no está mejor. La caída en la sintonía afectó los ingresos por publicidad, que representan el 79,48% de sus ventas. Al primer trimestre acumula un déficit por $ 3.277 millones, casi cuatro veces lo que perdía en el mismo período del año pasado, cuando las cifras en rojo alcanzaron los $ 864 millones.
Poderes absolutos
Von Chrismar llegó a la estación televisiva con poderes absolutos. Es el fin de ese singular triunvirato -director ejecutivo, presidente del consejo y gerente general- que acarreó inmovilismo y conflictos de poder. Según explican en la Universidad Católica, la idea es replicar el modelo de gestión que tenía Eleodoro Rodríguez, quien estuvo a la cabeza del canal hasta su muerte, en 1998. Durante su mandato, la estación fue líder en casi todos los ámbitos.
Von Chrismar monitorea en terreno que se cumpla con la línea editorial, que debe estar alineada con los valores de la Iglesia y la universidad. Para eso se reúne con los equipos de cada programa, y en el caso de la nueva apuesta mundialera que animará Tonka Tomicic, Tonka Tanka, participará activamente en la elección de los invitados.
Por eso, lo primero que se hizo fue desarmar al consejo asesor. "La idea es que nadie interfiera en la relación del nuevo director con la UC. Ahora él se entiende sólo -y unilateralmente- con el rector", afirman.
El mandato a Von Chrismar es que el canal, más que lograr utilidades millonarias, logre financiarse por sí solo. Para eso, la propuesta de la UC al nuevo director es que ellos se harán cargo de las deudas de la estación -que ascienden a $ 16 mil millones- hasta que logre equilibrar sus costos.
Por ello, el ex director de Teleduc está fusionando áreas y cargos -por ejemplo, Marketing y Comunicaciones operan juntos desde esta semana- para hacer más liviana la estructura administrativa, lo que ha generado fuertes rumores sobre una próxima reducción de personal.
Los cambios también repercuten en los rostros: en enero Vivi Kreutzberger emigró a Mega y el lunes pasado Katty Kowaleczko no renovó su contrato. Según un ejecutivo del 13, le dijeron que por ahora no había proyectos para ella.
"No está dentro de los planes del canal reducir sueldos, eso jamás. Pero sí hacerlos más eficientes. Por ejemplo, si un rostro tiene contrato con el canal, la idea es involucrarlo en la mayor cantidad de proyectos posible y que no sólo participe cuando esté dentro de un programa", aseguran en la estación. Con respecto a las figuras, desde hace algún tiempo se establecieron los contratos temporarios, es decir, por proyecto específico. "A muchos de los actores ahora les pagan por teleserie. Antes los contratos eran de más largo plazo", comentan.
El nuevo 13 está en producción
Adiós a los Simpson
El martes pasado las figuras a escala de los Simpson que adornaban la recepción de la oficina de programación desaparecieron. Fue Vasco Moulian quien, durante su gestión como director de Programación, las instaló en ese lugar. En ese minuto, las estatuas amarillas de Bart, Homero, Marge y Lisa eran los íconos de su peculiar estilo de hacer televisión. Por eso, el hecho de que ya no estén no es trivial. Este jueves tenía previsto desembarcar en el canal su reemplazante y también ex director de programación, Patricio Hernández, quien se desempeñaba como director responsable de CNN Chile. Su primera misión es poner fin a la parrilla flexible y a las maratones de Los Simpson.
Al interior del canal responsabilizan a la administración encabezada por Patricio del Sol en la presidencia, Mercedes Ducci en la dirección ejecutiva, y a Moulian, de la actual crisis del 13. "Con la parrilla flexible se destruyó la capacidad de producir contenidos propios, lo que fracturó la relación del canal con el público y los avisadores. El público esperaba un programa y no lo transmitían y los auspiciadores pagaban por un estelar en particular y, en cambio, se emitía una película sin casi aviso previo. Daban una hora cuarenta de programa seguido y luego 15 minutos continuados de comerciales", recuerda un ejecutivo.
Miembros de esa gestión, sin embargo, se defienden. "El canal estuvo en el primer lugar de rating desde enero a junio de 2009. En cambio, este año, desde enero a junio se sitúa en tercer y cuarto lugar", comenta un ex ejecutivo.
El desafío de Hernández
La gran incógnita ahora es cómo lograr mejores resultados y generar nuevos contenidos gastando lo menos posible. La llegada de Hernández es una de las piezas clave. Marcelo Von Chrismar lo contactó a fines de abril. "La idea era traer personas con experiencia, que pudieran subirse a un caballo golpeado, galopar, matar indios en el camino y salir airosas", sostiene un ejecutivo del canal.
La llegada de Patricio Hernández como nuevo director de Programación es una de las piezas clave del proyecto de Von Chrismar, quien lo contactó a fines de abril para convencerlo de volver a la estación.
Para algunos, que han trabajado con Patricio Hernández, ése será su mayor desafío. "Hizo CNN con un 15% del presupuesto que tiene el Departamento de Prensa del 13, canal que gasta unos $ 8 mil millones anuales", dice un ex colaborador. El nuevo director de Programación, además, conoce bien los entresijos de la firma. Estuvo detrás de programas exitosos, como las teleseries Brujas y Lola, la serie Huaiquimán y Tolosa, y los programas Contacto, Vértigo y el proyecto Héroes y Bicentenario. Entre sus principales logros está haber llevado, en 2005, a la señal al primer lugar de audiencia con 37% de participación de mercado. "Es un animal del rating, pero no está dispuesto a sacrificar la línea editorial ni el contenido", dice un cercano al nuevo director.
El proyecto de Von Chrismar estará marcado por lo que él ha llamado "la recuperación del talento perdido". Otros de los nombres que suenan de regreso en el canal son Juan Pablo González -actual director de Fiebre de Baile de Chilevisión-, a quien todavía no han contactado, y Verónica Saquel, ex directora del área dramática de la estación.
El nuevo 13 está en producción
Más programas como Los 80
Von Chrismar monitorea en terreno que se cumpla con la línea editorial, que debe estar alineada con los valores de la Iglesia y la universidad. Para eso se reúne con los equipos de cada programa, y en el caso de la nueva apuesta mundialera que animará Tonka Tomicic, Tonka Tanka, participará activamente en la elección de los invitados.
Más que competir apuntando a la farándula, la idea es potenciar la calidad de la programación para convertir a la estación en un canal de servicio a la sociedad y crear programación "con sentido".
En ese esquema, los docurealities o programas de telerealidad se adaptan perfectamente a lo que busca la nueva administración. Proyectos como Valientes -que se transmite actualmente- y La casa por la ventana -que se emitirá el segundo semestre y mostrará cómo celebran los chilenos- son la nueva apuesta.
"Lo que se busca es que haya más programas como Los 80, donde no hay ni sexo ni violencia, pero sí cercanía con la sociedad y contenido, algo que nadie más ha logrado. Pero para ello se necesita talento en casa", afirman desde el canal.
Los reality shows, por lo menos hasta ahora, están fuera. Así lo ha dejado ver Von Chrismar, quien ha optado por bajar los proyectos en los que trabajaba el equipo de Sergio Nakasone. Entre ellos se cuenta un programa de caballeros y princesas y otro que haría viajar en el tiempo a un grupo de personas, desde la prehistoria a la actualidad. La explicación fue que se trataba de programas muy caros y arriesgados.
Sin embargo, precisa un alto ejecutivo del canal, en el futuro sí hay espacio para realities y teleseries nocturnas. "El tema no pasa por el formato, sino por el contenido. Hay que competir de igual a igual con los otros canales, pero lo que está claro es que no hay espacio para personajes de farándula o teleseries como Mujeres de Lujo".
Aunque la experiencia de Von Chrismar está dada principalmente por su paso por DuocUC, donde estuvo 11 años, el ingeniero civil no es un desconocido en el mundo de la televisión. En los años 90 fue director del programa educativo Teleduc durante casi tres años, cargo en el que trabajó con una de las mujeres de confianza de Eleodoro Rodríguez, Ruby Anne Gumpertz.
Con María Ester Roblero -editora general de contenidos y quien fue fichada por Patricio del Sol para velar por la línea editorial de la Iglesia-, Von Chrismar tiene una buena relación. Hasta ahora han compatibilizado y, según dicen en la señal católica, ella tendrá que adecuarse al nuevo modelo que diseña el nuevo director ejecutivo con Hernández. La llegada de Roblero al canal fue interpretada como un guiño a la Iglesia. Es miembro del Opus Dei y antes se desempeñaba como directora de la revista Hacer Familia. Von Chrismar también es un hombre católico. Quienes lo conocen aseguran que es cercano al movimiento Schoenstatt.
Que la gente encuentre a la pantalla
La oferta programática del 13 para este año es acotada. La mirada está puesta en el largo plazo y en invertir en proyectos que sean éxito seguro. Los análisis que se han hecho apuntan a que actualmente no existe una línea coherente en cuanto a programación. Hay más bien un "salpicado" de programas, cosa que se quiere modificar para que el público esté familiarizado con la parrilla.
Por ejemplo, se evalúa emitir los lunes un docureality, ocupar los miércoles para deportes y que los viernes se asocien a la entretención familiar, como ocurría antes con Video Loco. La frase que más se escucha por estos días es "que la gente encuentre a la pantalla, no que la pantalla te encuentre a ti".
Para lograrlo, están reformulando toda el área de entretención y han encargado estudios para saber qué quieren los telespectadores. Se creó un departamento creativo, compuesto por un equipo multidisciplinario, que se dedica a pensar proyectos y presentarlos a las diferentes jefaturas.
Por ahora, eso sí, lo más urgente es desarrollar un estelar que replique los éxitos de Mucho Lucho, Vértigo y Viva el Lunes. Está pensado para el próximo semestre y se transmitiría los días jueves. También se apostará por fórmulas ya probadas como Quién quiere ser Millonario, Los 80, Diagnóstico y Contacto, que ya está al aire. En el caso de este último, aunque se trata de un programa que por lo general promedia 22 puntos de rating, en las últimas semanas no ha superado los 10 puntos.
Afuera quedaron el Festival de Viña -decidieron no participar en la licitación por sus altos costos- y los partidos del Mundial de Fútbol.
Entre las series que se trabajan, figura una de ficción protagonizada por María Izquierdo sobre una comunidad psiquiátrica. Además, Réquiem para Chile, documentales que contarán la historia de grandes personajes a través de sus funerales.
Aunque el foco ahora está en crear material propio, también buscan productos envasados con probado éxito en el extranjero.
Mientras todo eso ocurre, tanto en prensa como en los pasillos de la estación hay espera. El nuevo 13 está en producción.