Por estos días se puede ver a Abraham Senerman Lamas (75) junto a su mujer, Frida Volochinsky, paseando por las calles de Miami. En principio es un viaje familiar, pues su único hijo, Ricardo, vive ahí. Sin embargo, también está la idea de concretar un acuerdo con un inversionista norteamericano, quien tiene interés en comprar uno de los tres edificios de Torres del Parque, el proyecto que se emplaza en avenida Andrés Bello, a pasos de Titanium, y que contempla una inversión de US$180 millones.
"Tengo dos reuniones de negocios en Estados Unidos. El principal objetivo ahí es seguir conversando las posibilidades de vender una de las tres torres que están en los ex terrenos de Santa Rosa de Las Condes", dice el socio de empresas Sencorp.
El 27 de septiembre, Senerman aterrizará en Santiago y de inmediato planea reunirse con sus socios y otros posibles inversionistas para seguir evaluando proyectos, como la compra de un terreno en Vitacura o la construcción de inmuebles en Viña del Mar y Antofagasta.
Entre sus planes también figura adquirir el edificio La Portada de Vitacura, para diseñar ahí otro bloque de oficinas. Y además quiere entrar a los mercados de Colombia y Perú.
"No hay tiempo que perder", asegura Senerman, quien en mayo de este año inauguró su emblemática torre Titanium. El presidente de ASL Sencorp parte su jornada cada mañana a las 7:00, estacionando su auto en el edificio. Luego, toma un ascensor que en 30 segundos lo traslada al piso 52. Ahí se emplaza su oficina, un espacio de unos 100 metros cuadrados que se divide en tres ambientes: dos salas de reunión y una oficina personal. Al lado está el compartimento de Frida, su mujer, la abogada que está a cargo de los asuntos legales de Sencorp.
A pocos pasos están sus socios del holding Bethia. Aunque Liliana Solari, Gonzalo Rojas, Carlos y Andrea Heller son dueños de todo el piso 50, y las oficinas de Titanium Holding se emplazan en el 46, también tienen dependencias en el 52. "La idea es estar siempre conectados. Estamos mucho tiempo juntos, lo que permite una relación muy fluida. Hay predispuestas dos mañanas de reunión cada semana, y el resto del tiempo estamos en permanente contacto", indica Senerman. Además, formalmente una vez al mes realizan un directorio.
Senerman se asoció a Bethia en 2005 y juntos crearon Inmobiliaria Titanium, compañía que levantó el edificio que lleva ese nombre y que con sus 194 metros de alto y 75 mil metros cuadrados construidos es el más alto de Sudamérica.
El edificio, de arquitectura moderna y sobria -Enrique Concha está a cargo de su decoración-, ya tiene más del 30% arrendado, es decir, unos 25 mil metros cuadrados, cuyo valor va desde las 0,56 UF mensuales. Cuando llegue al 40% de ocupación -ya están Carey, HSBC y las empresas Teck y Fam-, el fondo inmobiliario alemán Deka comprará el 80% del inmueble en casi US$ 200 millones. Hasta ahora, los europeos han desembolsado cerca del 10% de lo comprometido y, según Senerman, "esperamos que este año se cierre el contrato".
La Portada de Vitacura
Sentado en un sillón de cuero de la sala de reuniones, el arquitecto revela cuáles son los planes de la inmobiliaria. A sus espaldas hay un gran ventanal desde donde se pueden ver, a 180 metros de altura, los avances de las Torres del Parque, una de las prioridades de la sociedad. La idea, cuenta, es que el proyecto se construya en dos años y en tres etapas: una para cada inmueble. El primer bloque se vendió a Entel en abril y ya hay varios inversionistas interesados en adquirir un porcentaje de los otros dos edificios.
En la segunda torre, además de los norteamericanos con los que se reúne por estos días en Miami, se habla de dos fondos europeos. El tercer edificio, que se comenzaría a construir en marzo, quedaría a la espera. En el mercado se comenta que la idea inicial era destinar ese edificio a un hotel -se habló de la cadena Hilton-, pero el empresario precisa: "Estamos abiertos a que una de las torres sea un hotel, siempre y cuando tengamos un inversionista que compre la torre. No estamos interesados en franquiciar ni en quedarnos incorporados como inmobiliarios en un hotel". La otra alternativa que se baraja es desarrollar un complejo de oficinas.
El proyecto, desarrollado con Bethia y la inversionista de Lipigas y ABC-Din, Carolina Munizaga, contempla además un parque de uso público de 4 hectáreas y una placa comercial situada en el zócalo.
Pero no es el único proyecto que les quita el sueño a los socios. Desde el balcón de su oficina se ve su próxima "conquista": el antiguo edificio La Portada de Vitacura, contiguo a Titanium. "Tenemos ganas de hacer algo ahí", asegura Senerman. El inmueble tiene 14 pisos y 117 departamentos. "Hemos comprado algunos departamentos. La idea ahí es hacer un proyecto de oficinas", adelanta.
Según fuentes del mercado, Senerman ya tendrían acuerdo con más del 50% de los propietarios de los departamentos. Uno de los dueños de ese lugar es el empresario Christoph Schiess, quien posee tres pisos del inmueble, por lo que se especula que él podría tener un porcentaje del nuevo edificio, en caso de que se concrete el negocio.
Titanium Lima
Inmobiliaria Titanium tiene puestos sus ojos en un terreno emplazado en la comuna de Vitacura. "Estamos pensando en llegar a acuerdo lo antes posible. No puedo dar detalles de su ubicación, porque de inmediato sube el precio. Queda en Vitacura alto, más arriba que Titanium y tiene muy buena conectividad. Ahí la idea es hacer oficinas o un proyecto habitacional", señala Senerman.
La inmobiliaria analiza también la posibilidad de construir un edificio en Antofagasta. Y, al mismo tiempo, comenzar su salto al exterior. En 2008, sondeó paños en Perú para concretar inversiones, pero no llegó a buen puerto.
Sin embargo, Senerman planea viajar luego a Lima "para visitar un terreno que nos parece interesante. Hay que ver si es que están las condiciones urbanísticas en Perú para hacer algo parecido a Titanium", explica.
El arquitecto además sigue entusiasmado con la idea de llevar adelante un proyecto en las 17 hectáreas que ocupaban las petroleras en el área de Las Salinas, en Viña del Mar. Senerman ha confesado que tiene un cariño especial por la capital de la V Región: su mujer es oriunda de esa zona y ahí, además, desarrolló sus primeras obras. Por eso dice que "la concentración de mis proyectos no está en Santiago porque mi intención sigue siendo comprar el sector costero de Viña. Estamos con proyectos hechos, y tenemos la esperanza de tener esos terrenos. Apenas se pongan a la venta estaríamos en condiciones de comprar y partir en forma inmediata".
Un pueblo de montaña
Pero no todo es con Bethia. Otro de los negocios en los que ha incursionado Abraham Senerman es el turismo, donde uno de sus principales focos está en Valle Nevado. Junto a sus socios Alejandro y Eduardo Ergas, además de su hijo Ricardo Senerman, desarrollan un proyecto cuyo objetivo es transformar Valle Nevado en un pueblo de montaña que funcione en invierno y verano.
Ricardo Margulis, gerente general del centro de ski, explica que el proyecto considera el crecimiento de pistas y andariveles, hotelería y área inmobiliaria. Emplazado en 154 hectáreas, involucra una inversión total de US$150 millones en 10 años, donde tienen una alianza con Jack Johnson Company, expertos en el desarrollo de centros de ski en Estados Unidos.
Uno de los atractivos turísticos de este pueblo serán las "telecabinas", unas góndolas para transportar esquiadores cuya idea importaron desde Deer Valley y Alta Canyons, en Utah. "Nos permitirá transportar esquiadores y turistas desde la 'Curva 17' hacia media montaña. Cada góndola es para seis personas y se inauguran en 2011", cuenta Margulis.
Además planean construir un hotel premium y analizan la posibilidad de desarrollar un spa de última generación. En esa misma línea otra de las áreas en las que el empresario -a través de Sencorp- tiene pensado invertir es en salud. Durante 25 años trabajó como arquitecto jefe del Servicio Médico Nacional de Empleados, y desde entonces sueña con desarrollar un proyecto en ese rubro.