Por Josefina Ríos Noviembre 12, 2010

© José Miguel Méndez

Referente de varias generaciones de administradores en el planeta, Arnoldo Hax se mueve con destreza por la actualidad económica de Chile y el mundo. Sentado en el lobby del Ritz de Santiago, y mientras un centenar de adolescentes grita destempladamente por un grupo musical en boga alojado en el mismo hotel, este destacado consultor de empresas comenta con idéntica pericia las realidades políticas de su Chile natal y de Estados Unidos, país donde vive desde hace más de 40 años.

A propósito de la reciente derrota del presidente Obama en las elecciones legislativas y de gobernadores, asegura que si el mandatario estadounidense no enfrenta el desempleo con prontitud sus posibilidades de ser reelecto son casi nulas. Optimista de lo que se está haciendo en Chile, aclara, en todo caso, que el "chilean way" no es exclusivo de la administración Piñera.

- Muchos han comparado la gestión del presidente Piñera con la de un CEO o un gerente general. ¿Comparte esta visión?

- Depende de cómo se presente, esa afirmación puede ser un elogio o una crítica. A diferencia de Barack Obama, quien fue un milagro que surgió prácticamente de la nada, Piñera era una persona con ciertas dotes ya probadas. Muchos podrán decir que manejar un país es muy distinto a dirigir un negocio, pues en el negocio eres casi como un rey y no tienes que pedirle permiso a nadie. En cambio, en un país estás representando a la sociedad y tienes que saber jugar en equilibrio.

En un principio yo no necesariamete compartía lo que Piñera planificaba hacer en su gobierno. Pero después de escucharlo en la comida de la Sofofa -hace dos semanas-, quedé profundamente impresionado. El presidente posee una gran comprensión de la problemática del país, sabe de lo que habla y tiene respuestas que a mí me parecen adecuadas. Si eso revela una buena gestión gerencial, espléndido.

"La palabra clave en este momento en Estados Unidos es desempleo. Hoy éste es crónico y se sitúa cerca del 10% a nivel nacional. Si Obama no tiene una capacidad de respuesta rápida y clara para este problema no va a ser reelecto presidente por ningún motivo".

- Como experto en organización estratégica, y siguiendo con la analogía del Piñera CEO, ¿cree que el presidente ha empoderado correctamente a sus "gerentes de división" o ministros?

- Da la impresión de que lo que Piñera ha tratado de establecer es una administración que le dé confianza a la gente en cuanto a las capacidades que los miembros del gabinete exhiben. Si vamos uno a uno, nos damos cuenta que en general son personas que han hecho contribuciones de talento importantes al país. En un comienzo hicieron una analogía con el gabinete de gerentes de Jorge Alessandri, pero eso no es cierto. Por ejemplo, Alessandri nombró como ministro de Hacienda a Lucas Vergara, que era gerente de CAP. Piñera, en cambio, puso a Felipe Larraín, un gran intelectual, tremendamente preparado en el mundo económico. Juzgar cómo ha funcionado este gabinete es complicado debido a que el país no ha podido operar normalmente este año por el terremoto y el rescate de los mineros. Ahora deberíamos empezar a ver cómo lo está haciendo cada ministro.

- Jeffrey Sachs planteó hace algunas semanas en una columna en el New York Times que el BRIC debiera ser el BRICC, con Chile corriendo justo al lado de China. ¿Qué le parece este planteamiento?

- Sachs es una persona tremendamente talentosa y hay que escucharlo. En líneas generales, él plantea dos cosas: China es hoy día el país con mayor intercambio comercial para Chile, desplazando a Estados Unidos y Japón. La segunda cosa que dice, y que a mi juicio es más importante, es que China está buscando en Chile el nexo con los demás países latinoamericanos. Si Chile logra posicionarse como el centro de innovación del subcontinente, el país comenzaría a asumir una cierta capacidad rectora. Pero no va a ser fácil porque tiene un gran competidor en esta área, que es Brasil. En todo caso, no es inalcanzable.

- ¿Se percibe en el extranjero un énfasis distinto en las políticas del gobierno o se observa a la administración Piñera como un gobierno de continuidad?

- Hay un elemento que no sé cuán bien o mal puede caer, pero es sorprendente que la mayoría de los chilenos haya elegido a un billonario como presidente. En un contexto en que los Chávez, los Morales, los Correa, y los Kirchner están presentando la cara de una nueva izquierda latinoamericana, aparece como algo bastante sorprendente que Chile elija a Piñera y se distancie notablemente de lo que está pasando en el resto de la región. Ahora, aunque en  teoría Chile aparece eligiendo un cambio muy grande, en la práctica no lo es. ¿Qué es Piñera?,  no tengo tan claro si es un gobernante de derecha o de izquierda. Si escuchas sus ponencias y las comparas con lo que decía Lagos, el mensaje no es tan distinto.

"No tengo tan claro si Piñera es de derecha o de izquierda"

- Quizás el mensaje no difiere tanto, pero en esta administración se ha dado mucho énfasis a las formas. El rescate de los mineros en ese sentido fue clave y ahora el presidente ha desplegado ampliamente el concepto de "chilean way".

- Es loable lo que pasó con los mineros. Yo lo viví fuera de Chile y fue impresionante lo que ocurrió; me escribieron mis profesores de Berkeley -de muchos de ellos no sabía hace 40 años- hablándome de Urzúa. Sin embargo, yo creo que hace mucho tiempo que el "chilean way" existe. No es exclusivo de lo ocurrido con los mineros o sólo mérito de este gobierno. La forma como Chile progresó hacia la democracia y cómo estableció una coherencia y una consistencia en su conducta económica lleva años. Chile tiene una fuerza en su institucionalidad muy grande a nivel mundial. Por ejemplo, Bush en sólo cuatro años transformó a Estados Unidos de ser el país con el más alto superávit de su historia en la nación con el más alto déficit. En Chile nadie podría hacer eso, porque las disposiciones legales lo prohíben: los presupuestos por ley deben ser equilibrados, tampoco está permitido hacer uso de variaciones de los precios del cobre.

- En 2006, usted dijo que le preocupaba que no todos  los sectores económicos chilenos se estaban integrando armónicamente al mundo global, sobre todo en la aplicación de nuevas tecnologías. ¿Cómo ve hoy a las empresas nacionales?

- Pienso que hemos avanzado, pero todavía hay bastante por hacer. Por eso a mí me cae muy bien el papel que está jugando el Ministerio de Economía, encabezado por un hombre tan competente como es Juan Andrés Fontaine. El gobierno le ha encargado a esa cartera la tarea de mejorar dramáticamente las capacidades de competitividad del país. También le ha encomendado levantar la innovación y adquirir tecnologías que sean coherentes con nuestra próxima fase de desarrollo. Hay otro punto interesante, que a primera vista puede parecer menos importante, pero que a mí me llama bastante la atención: por primera vez los empresarios chilenos se han dado cuenta de lo fundamental que es -y los alcances que tiene- tomar una conducta seria en el tema de responsabilidad social empresarial. Veo que se están comprometiendo en áreas de carácter social, están invirtiendo en educación y haciendo donativos serios. Si aspiras a ser un país desarrollado, tu conducta debe ser consecuente.

"Da la impresión que Piñera ha tratado de establecer una administración que dé confianza en cuanto a las capacidades de los miembros del gabinete. Si vamos uno a uno, nos damos cuenta que son personas que han hecho contribuciones de talento importantes al país".

- ¿Cree que Chile logre ser una nación desarrollada de aquí al 2018, como lo han planteado las autoridades?

- Es interesante lo que ocurre en Chile, porque el país en muchos aspectos ya se alejó de la región. Hoy debes compararlo con Portugal, Nueva Zelanda y España. Una cosa notable que pasa aquí es el consenso público que existe sobre el profesionalismo de sus gobernantes. Los dos presidentes anteriores a Piñera -Bachelet y Lagos- terminaron sus mandatos con más de 75% de aprobación. Eso no pasa en ningún país, salvo en donde se "cocinan" las estadísticas. Es una base extraordinaria para ponerse metas más ambiciosas. Chile tiene una enorme estabilidad política, social y económica. Los ministros de Hacienda son de película, no tenemos nada que ver con las "banana republic" ni los populismos absurdos. En cierto modo, ya somos desarrollados. Pero en otros aspectos tenemos carencias, y yo creo que lo que nos falta en gran medida responde a la excesiva dependencia de nuestra economía de los recursos naturales.

- ¿Cuáles son las bases para la transformación?

- En estos momentos estamos "balbuceando" un programa conjunto entre MIT y el Estado chileno para buscar formas de transferencia tecnológica. Pienso que su concreción sería importante para el país. Chile tiene que buscar asociaciones externas porque las respuestas no necesariamente van a estar todas aquí, y en estas afiliaciones puede estar la clave para llegar a un nuevo estado de desarrollo. La idea es establecer un convenio en el cual profesores del MIT se asocien con docentes de universidades chilenas e identifiquen temas de investigación de importancia nacional. La asociación contempla la posibilidad de que profesores y alumnos de ambos países puedan establecer trabajos conjuntos, los cuales -dependiendo de su magnitud o trascendencia- podrían ser sujetos de financiamiento de organizaciones tanto chilenas como estadounidenses. Es decir, el programa funciona  por un lado como mecanismo para captar "capital semilla" y, por el otro, como instancia de acercamiento para la transferencia tecnológica desde Estados Unidos a Chile.

"No tengo tan claro si Piñera es de derecha o de izquierda"

"Yo era un admirador de Obama"

- Ad portas de que termine el 2010, ¿cuáles son sus expectativas para el año que viene?

- El problema fundamental que está enfrentando el mundo hoy es la recuperación de la monstruosa crisis financiera que vivimos los últimos dos años, la cual por primera vez se generó en mercados desarrollados, fundamentalmente en Estados Unidos, y luego en Europa. La luz que salva un poco el panorama surge principalmente de India, un país subdesarrollado.

- ¿Cree que Barack Obama se quedó en palabras y no emprendió las reformas económicas necesarias?

- Sí, y me da pena lo que le ha ocurrido porque yo era un admirador de Obama. Sin embargo, el gran problema que Estados Unidos enfrentaba cuando él asumió era el tema económico, y como asunto prioritario se presentaba el desempleo. Él ha fallado rotundamente en la resolución de esas materias.

- ¿En qué se equivocó?

- Creo que se jugó erróneamente al comienzo de su mandato por la legislación de salud. Sin duda es un tema importante, pero no era la prioridad, además de ser bastante complejo y conflictivo. Obama cometió otra gran equivocación: en lugar de formular él una propuesta clara y mandarla al Parlamento para que la votaran, le da un voto de confianza al Congreso y les pide que ellos preparen la ley para la nueva institucionalidad sanitaria. Es imposible que un cuerpo de cuatrocientos y tantos diputados se ponga de acuerdo y prepare un proyecto coherente. Lo que se produjo ahí fue una legislación de cuatro mil y tantas páginas que no conlleva a nada. Eso lo desgastó mucho políticamente y produjo una gran politización. Los republicanos se pusieron intransigentes y no le dieron un solo voto. Ahí comenzó el declive.

"En estos momentos estamos 'balbuceando' un programa conjunto entre MIT y el Estado chileno para buscar formas de transferencia tecnológica. El país tiene que buscar asociaciones externas porque las respuestas no necesariamente van a estar todas aquí".

- ¿Ésa sería a su juicio la principal causa de la derrota electoral sufrida por los demócratas en las recientes elecciones estadounidenses?

- Sin duda. La palabra clave en este momento en Estados Unidos es desempleo. Hoy éste es crónico y se sitúa cerca del 10% a nivel nacional. Esa cifra es inaceptable, pues indica que en algunas zonas, como California, el dígito alcanzaría entre el 15% y el 17%. El problema es que las autoridades no han sabido generar empleos. Durante la crisis se perdieron cerca de 8 millones de puestos de trabajo y no hay planes concretos para recuperarlos. Ése es el gran lío, y si Obama no tiene una capacidad de respuesta rápida y clara para este problema no va a ser reelecto presidente por ningún motivo.

- ¿Tiene impacto mundial la derrota electoral de los demócratas o es sólo un tema de política doméstica?

- En cierta medida excede a la política interna. Mire lo que está pasando en el mundo: Estados Unidos tiene una economía muy deprimida y una incapacidad infinita de generar nuevos bríos. Y lo que ocurre, como ha dicho mi amigo Peter Diamond -que acaba de ganar el Premio Nobel de Economía, justamente por explicar matemáticamente que el mercado a veces no funciona en términos laborales-, es que empleo hay, pero la masa desempleada no tiene las capacidades técnicas para asumir las vacantes. Por ejemplo, si echan a 300 mil obreros de la industria automotriz, esos trabajadores no pueden reemplearse en la industria de la biotecnología o la computación, que son las áreas que se están desarrollando. Por lo tanto, no hay transferencia de la masa inactiva hacia otras industrias por falta de capacitación. Lo mismo está pasando en Europa. Los grandes países desarrollados están hoy muy complicados.

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