Por Lorena Rubio y Natalia Saavedra Junio 30, 2011

En dos semanas más, uno de los protagonistas del caso La Polar, Julián Moreno de Pablo, deberá subir hasta el piso nueve del edificio donde funciona la Fiscalía Centro Norte, y enfrentarse por primera vez a los fiscales José Morales y Luis Inostroza, quienes indagan las aristas penales del caso La Polar.

Sindicado como uno de los ejecutivos claves en la gestión de la multitienda, desde su despido, el 9 de junio, Moreno de Pablo ha guardado estricto silencio. El ex gerente de Productos Financieros de la compañía se ha dedicado en las últimas semanas a recabar antecedentes y documentos que demuestren su inocencia. Moreno sabe que será uno de los primeros citados por la fiscalía. Por eso, reclutó al penalista Miguel Chaves -ex socio de Jorge Bofill, quien defiende a Pablo Alcalde, el ex director y ex gerente general de La Polar-; y varias veces  se ha reunidocon él en la oficina de Chaves, en el barrio El Golf, a repasar una y otra vez los que serán los principales argumentos de su defensa. Sus dos principales línea argumentales: que no ha cometido dolo y, en segundo lugar, que "los problemas" -como describe la práctica de cobros unilaterales y el falseamiento de los datos que se entregaban al mercado-, estaban en conocimiento de todos los estamentos de la empresa, incluido el directorio.

Su abogado, Miguel Chaves, revela detalles de cómo se prepara la defensa de uno de los principales inculpados en la crisis financiera y judicial que afecta a La Polar.

-¿En qué etapa va la defensa de Moreno?

- Cuando uno se mete a un caso penal lo más relevante es saber qué ocurrió. Nosotros estamos tratando de configurar qué ocurrió en La Polar sobre la base, no sólo de lo que dice Julián Moreno, sino de hechos conocidos por mucha gente y muchas personas aparte de él.

-¿Ha sido complejo  reconstruir hechos, que -ahora se sabe- son más antiguos de lo que se estimaba?

-Hay que precisar primero de cuál de todos los hechos hablamos. Ayer (martes), por ejemplo, César Barros dijo que a él le parecía casi un acto criminal que se cobraran tasas de interés tan altas a personas de bajos recursos. Estamos investigando el tema de las tasas de interés. Un  hecho a indagar también podría ser el objetivo económico de las tiendas La Polar, la gran cantidad de tarjetas emitidas, etc. Lo que quiero decir con esto es necesitamos que se acote la investigación y la imputación. Todavía no hemos tenido acceso al expediente, por dar un ejemplo.

-¿Cuál será  el énfasis de la estrategia judicial?

- Queremos despejar el sistema de repactaciones en general: cómo operaba y cuánto conocimiento tenía el directorio de la compañía y las autoridades. Hemos pesquisado que van mucho más atrás del 2010.

- ¿Serían hechos previos a ese año?

-Tenemos registros de que hubo reclamos de clientes conocidos por el Sernac en años anteriores.

"Esto no fue una maniobra de cuatro personas"

-¿Qué le parece que nadie se adjudique responsabilidad en el caso?

- Creo que las autoridades sabían del sistema de repactaciones porque el sistema lo permitía, lo que el directorio sabía por la misma razón. Si en algún momento se detectaron anomalías, todos fueron conscientes de lo que estaba pasando al interior de La Polar.

"La estrategia de nuestro cliente será decirle al fiscal todo lo que él sabía y lo que intentó hacer desde su posición. Seguramente se le preguntará -y él contestará- lo que sabía el resto, si es que tiene la información".

- Si el directorio sabía, ¿los ejecutivos también?

-Cuando digo que todo el mundo sabía, es que había una situación que se detectó y que estaba en conocimiento de todo el mundo. No creo que haya sido visto como algo normal, pero al menos puedo decir que en el caso de Julián Moreno no hubo dolo ni se actuó con dolo.

-¿Considera que Moreno actuó irresponsablemente?

-Esta conducta tiene que ver con políticas de la compañía diseñadas desde que fue creada, e inclusive con coyunturas específicas que se fueron generando en el camino. La política de la compañía era apuntar a un segmento económico C3 y D, que desde el punto de vista del negocio al cual se refiere La Polar es un grupo muy riesgoso. De hecho, así constaba en los planes estratégicos de la empresa desde hace mucho tiempo.

-S i no existe dolo, ¿cuál es la responsabilidad de su cliente? ¿Operaba sin conocer el resto del sistema?

-No, lo que planteo es que cuando se dice, como parece ser hoy, que esto fue una maniobra de cuatro personas, no estoy de acuerdo y no es para nada correcto. Es decir, si se van a enjuiciar las políticas de la compañía, éstas no la definen precisamente los ejecutivos. ¿Quién es el órgano máximo en una sociedad anónima? El directorio.

-¿No existe una responsabilidad de Moreno como  gerente en  decir "esto no está bien, denunciémoslo"?

-Puede manifestarlo, pero si de arriba le dicen "sigamos adelante", qué va a hacer. ¿Qué atribuciones tiene un ejecutivo de mando medio para detener una práctica que está institucionalizada? Él no definió esa política institucional.

-Pero como gerente de Productos Financieros , ¿no le cabía la obligación de denunciar las irregularidades?

- Ningún particular está obligado a denunciar, excepto funcionarios públicos y se llama omisión de denuncia. Lo que estaba obligado a decir: "Aquí hay un irregularidad: ¡ojo, cuidado con esto!". Eso creemos que sí se hizo.

-¿Cómo se explica la sindicación de su cliente como uno de los principales responsables del caso?

-Creemos que lo que se va a generar es una suerte de doble nivel de responsabilidad a medida que avance el caso. El directorio ha optado por esta versión de que "fuimos engañados", y nosotros creemos que no fue así. Las mismas actas que se publicaron en la prensa demuestran que el directorio era consciente del problema.

La Polar: La defensa del acusado

- En la red de ejecutivos de confianza de Pablo Alcalde, ¿qué rol jugaba Julián Moreno?

-No tenemos la sensación de que Moreno era mano derecha de Alcalde, lo que se va a demostrar en la investigación.

-¿Qué parte de responsabilidad asumirá Moreno?

-Una vez que tengamos claros los hechos podremos ver cuáles tienen connotación penal. Hoy aparecen hechos aislados, por ejemplo que habría delito en que diversas personas compraran acciones de La Polar. Comprar acciones en mi opinió no constituye  delito; ¿qué los gerentes  hayan formado una sociedad es delito? No, per se. Si me dicen si se va asumir responsabilidad, bien, pero  sobre qué hechos.

-Pero hay denuncias graves, como que se maquillaban los balances. ¿Tiene Moreno responsabilidad en eso?

-Los directores por ley tiene el derecho y el deber de exigir toda la información disponible y si no lo hicieron, no se puede buscar responsabilidades en los ejecutivos.

-¿Se dice que los ejecutivos ocultaron información?

-Es que no se puede "no querer" entregar información. Si un director exige la información a un empleado, se le tiene que entregar. Si no, se le pide la renuncia. Si hay algo que enseña este episodio es la necesidad de definir el rol de los directores de las empresas. Los directores son el máximo órgano dirigente de una sociedad anónima. ¡Si no es un club de amigos! Su labor es dirigir la compañía. Si no, llegamos al absurdo de que ellos no dirigieron nunca la compañía.

- Moreno entregó antecedentes al directorio que no serían verdaderos. ¿Eso no constituye un delito?

-Julián Moreno entregó toda la información de la cual disponía en forma oportuna y cuando la tuvo.

- ¿Su cliente asumirá la estrategia de no saber nada?

-No es que digamos eso. Lo que pasa es que eso tenemos que contrastarlo con los tipos penales que nos quieran imputar. ¿Julián Moreno entregó antecedentes falsos? ¿Firmó él? Eso tiene que analizarse.

-¿Pero se desmarcará de la "ceguera" que parece afectar al resto de la empresa?

-La estrategia de nuestro cliente será decirle al fiscal todo lo que él sabía y lo que intentó hacer desde su posición. Seguramente se le preguntará -y él contestará- lo que sabía el resto, si es que tiene la información.

-¿No le parece grave la venta de acciones del señor Moreno justo previo a esta crisis?

-Una cosa es lo que efectivamente se vende  y lo que se margina por esas acciones. El, además compró y se endeudó para ello con la banca y eso podemos demostrarlo.

- Pero si se comprueba que su cliente compró acciones (fuera de las stock options) sería uso de información privilegiada, lo que sí es un delito.

-No necesariamente.

-¿Le ha transmitido Moreno la sensación de sentirse un chivo expiatorio en esta "guerra" de acusaciones?

-Él es el primero que sale, el  sindicado en el hecho esencial, pero la evolución  ha ido sumando actores. Tengo la sensación de que el que haya sido el mismo directorio el que presenta la querella tiene razones obvias. Es parte de su estrategia de defensa sindicar a personas que están más abajo.

Un hombre de pocas palabras

De la que fuera la ex plana ejecutiva de La Polar -hoy objeto de querellas e investigaciones-, el ingeniero comercial Julián Moreno de Pablo (58) es sobre quien pesan las mayores sospechas. Fue el primero a quien el directorio le pidió la renuncia y como gerente corporativo de Productos Financieros estaba a cargo del área crítica del negocio de la empresa: los "plásticos" de la multitienda. Los mismos que crecieron a una velocidad vertiginosa: La Polar pasó de tener 300 mil en 1999, a 1,6 millones de tarjetas vigentes, según cifras publicadas a marzo de este año por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).

Considerado una mente brillante por quienes trabajaron con él, Moreno es descrito por quienes eran sus pares como un hombre de personalidad discreta y poco comunicativo. "Nunca sabías qué estaba pensando", recuerda un ex ejecutivo de la multitienda. A tanto llegaba su escasez de palabras, recuerda otra fuente, que en varias de las presentaciones efectuadas ante el directorio en 2010 y 2011 los reportes terminaron siendo explicados por la ex gerente de Administración María Isabel Farah. La ejecutiva, junto a Moreno, el ex gerente general de la firma Pablo Alcalde y el ex gerente comercial Nicolás Ramírez fueron individualizados esta semana en la querella presentada, en representación de La Polar, por el abogado Davor Harasic en el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago.

Como el ejecutivo más antiguo del grupo -trabajó 17 años en la cadena de tiendas-, Moreno era considerado, junto con Farah, un hombre de confianza de Alcalde. "Pese a que entre ambos no había la cercanía que existía con María Isabel, Pablo siempre chequeaba las cifras con Julián", sostiene otro ex integrante de la plana mayor.

De hecho, fue la cara visible de la compañía en la mesa negociadora del Comité de Retail Financiero y reprodujo la postura de Alcalde en esa mesa: no a la deuda consolidada, que pretendía que las empresas del rubro retail que otorgan créditos informaran la deuda de sus clientes. De haberse aprobado la iniciativa -ahora reflotada por la administración Piñera como parte de las medidas post escándalo La Polar- las autoridades hubieran sabido que el promedio de morosidad por usuario de las tarjetas bordeaba el millón y medio de pesos y que, en total, la suma de incobrables "en la calle", bordeaban US$ 1.500 millones, como han debido reconocer las actuales autoridades de la firma.

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