Si hubiera que definir al economista chileno Eduardo Engel (55), habría que decir que es uno de los académicos más "políticos" -en el sentido más amplio de la palabra- de su generación.
Siempre atento a lo que ocurre en Chile, sus análisis suelen apuntar al campo de las políticas públicas, la administración del Estado y, desde hace más de una década, la relación entre dinero y política.
En las últimas semanas, Engel ha aguzado su mirada sobre Chile: su próximo regreso al país -programado para enero de 2012 como profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile- lo tiene especialmente vigilante de lo que está pasando. No sólo en las calles -con una sociedad movilizada, "con altos grados de desconfianza", advierte-; también en el corazón de las decisiones políticas, como es el Ejecutivo.
Con precisión quirúrgica, este doctor en Economía del MIT aborda uno a uno los elementos que, en su opinión, son el telón de fondo de la efervescencia que Chile está viviendo. El retraso en reformas regulatorias y políticas, de lo cual responsabiliza a los gobiernos de la Concertación; y los conflictos de interés que cruzan a la administración Piñera -y al establishment político, en general- son parte de su análisis.
Mientras prepara un retorno que él mismo califica como "exploratorio" a Chile, Eduardo Engel analiza el complejo momento que vive la administración Piñera.
-¿A qué atribuye las turbulencias en todo ámbito que, tras lo ocurrido en La Polar, permearon la esfera económica?
- Una serie de factores explican el clima de desconfianza que vive el país. Los ciudadanos, sobre todo los más jóvenes, se dan cuenta que tenemos partidos poco transparentes, sin tiraje de la chimenea, con un sistema electoral poco competitivo. En los gobiernos de la Concertación el manejo de los conflictos de interés fue lejos de perfecto, pero en el gobierno de Piñera el deterioro ha sido notable.
- ¿Tiene beneficios tener a una sociedad movilizada? ¿Podría aprovecharse esta coyuntura para introducir reformas de fondo?
- Son momentos de grandes oportunidades y también de grandes riesgos. Los gobiernos, los sistemas políticos maduros, logran aprovechar las oportunidades. Ojalá esta administración elija dos o tres reformas importantes, y se juegue por ellas con todo.
-¿Qué reformas políticas son a su juicio ineludibles, dado el actual escenario?
- Hay varias medidas importantes. Se requiere facilitar la inscripción electoral, mediante la inscripción automática; empujar una mayor transparencia en los partidos, con primarias obligatorias y vinculantes. Hay que transparentar el financiamiento de la política para evitar la captura por grupos de interés, e impulsar una ley de lobby seria y eficaz.
- ¿Por qué las fisuras del modelo se volvieron más vistosas en un gobierno de derecha? ¿No debería haber ocurrido en las administraciones socialistas?
- En los gobiernos de la Concertación, sobre todo en el Ejecutivo, hubo una corriente importante que se jugó por usar los mercados para beneficiar a las mayorías. Es decir, usar mecanismos que se asocian con la derecha para obtener objetivos que se relacionan con la izquierda. Muchas de las mejores iniciativas de los gobiernos concertacionistas nacieron de este grupo y el éxito electoral del conglomerado se debió, en gran medida, a este tipo de políticas. La reforma del sistema de pensiones que se aprobó durante el gobierno anterior es un ejemplo: : introdujo una importante componente solidaria, manteniendo y perfeccionando el sistema de cuentas individuales y se introdujo más competencia licitando grupos de nuevos afiliados. También existe una corriente en esta línea dentro de la Alianza, pero casi no está representada en el Ejecutivo.
"El gobierno se está gastando el fondo que teníamos para años de vacas flacas en plenos años de vacas gordas (…). Esto es irresponsable y puede tener consecuencias muy dolorosas".
- En los últimos días se sumaron a este cuadro de efervescencia los trabajadores de Codelco, quienes arguyen intentos privatizadores.
- Los grupos de interés perciben un gobierno débil y ven la oportunidad para beneficiarse. Desde hace años vengo opinando que una fracción mayor de las rentas de Codelco debiera beneficiar a los más pobres y una fracción menor a los trabajadores de la empresa, cuyos ingresos son muy superiores a los ingresos de la mayoría de los trabajadores. Pero para cambiar las cosas se requiere un trabajo bien planificado a fin de enfrentar a uno de los grupos de interés mejor organizados del país.
La Polar: Responsabilidad de los reguladores
-Lo ocurrido en La Polar evidenció una feble protección de los consumidores. ¿De quién es la responsabilidad?
-Ojalá se cree una comisión independiente y de alto nivel que responda esta pregunta para extraer las lecciones que amerita. Basado en lo que ha informado la prensa, los ejecutivos de La Polar serían los principales responsables, al haber inflado las utilidades de la empresa, lo cual aumentó el valor de las acciones que recibieron. La información disponible sugiere que la SVS y la SBIF pudieron haber detectado lo que sucedía, al igual que los directores de la empresa y la empresa auditora. También el Sernac, que optó por una mediación secreta a mediados del 2010, cuando ya se habían acumulado suficientes casos de reclamos; en lugar de iniciar un juicio colectivo público, que habría encendido las luces de alarma.
- El caso La Polar ha reinstalado la necesidad de reformar a fondo en la regulación. ¿Por qué se avanza poco en estos temas?
-En varios temas regulatorios se avanzó de manera importante en los 20 años de gobiernos de la Concertación, entre ellos la legislación antimonopolios y de protección de los consumidores. El avance fue más lento de lo que considero deseable, muchas veces por la oposición de legisladores de derecha, pero al final hubo avances importantes. En el tema antimonopolios, el actual gobierno ha dado continuidad a los avances, nombrando a un buen fiscal nacional económico, que aplicó las nuevas herramientas con que cuenta. Sin embargo, hubo temas donde no se avanzó, entre ellos que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras sea demasiado cercana al sector que debe regular. En parte esto es comprensible, porque la banca es un sector sensible, que puede originar crisis sistémica, pero creo que se les pasó la mano, tanto en los gobiernos de la Concertación como en el gobierno actual.
- ¿Podría ser ésta una oportunidad para que Piñera demuestre que éste no es el gobierno de los empresarios?
- Varios autores que estimo llevan mucho tiempo opinando que eso es precisamente lo que debiera hacer el gobierno de Piñera. Elegir un grupo de poder cercano a la derecha y enfrentarlo en un tema clave para el desarrollo del país. Ojalá lo hagan y ojalá se preparen bien, porque no es fácil. La idea es que las elecciones se juegan en el centro político y la forma de ganar dicho voto es con medidas que son creíbles precisamente porque afectan a grupos fácticos que apoyan al gobierno. Lo mismo explica, a mi juicio, por qué los gobiernos de la Concertación fueron tan exitosos durante 20 años.
"El gobierno ha sido débil para enfrentar a los grupos de interés"
Conflictos de interés
-En los últimos días, se ha cuestionado la calidad de ex accionista de una universidad privada del ministro Joaquín Lavín para pedir su remoción como titular de Educación. ¿Comparte esas aprensiones?
- La legislación que creó las universidades privadas en 1981 exigía que fueran corporaciones sin fines de lucro. Todo parece indicar que en la práctica hubo varias universidades privadas que burlaron el espíritu de la ley, y tal vez también la ley misma. Dado lo anterior, y teniendo en cuenta que una de las banderas de lucha de los estudiantes ha sido el tema del lucro, creo que quien lidere las reformas universitarias desde el gobierno no debiera tener un talón de Aquiles en este tema.
- El tema de los conflictos de interés ha rondado al actual gobierno desde sus inicios. ¿Le ha dado menos relevancia de la requerida?
-Al gobierno los conflictos de interés le han pasado la cuenta en varias oportunidades. Desgraciadamente queda la impresión que sigue sin aquilatar la importancia del tema. Esto tiene como consecuencia que la ciudadanía desconfíe del gobierno, independiente de los méritos de las políticas que están en juego. Lo mismo ocurre con las declaraciones patrimoniales y de intereses: basta que un ministro o parlamentario declare que tiene todos sus ahorros en una sociedad cerrada, sin dar detalles sobre las inversiones de esa sociedad, para cumplir con la ley.
Educación y el dilema de las vacas gordas
-El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo que la reforma a la educación se financiará con "recursos frescos", provenientes de los ahorros en el exterior que genera el cobre. ¿Qué opina de la fórmula?
- Lo que dijo el ministro es que los fondos para la reforma universitaria saldrán principalmente del Fondo de Estabilización Económica Social (FEES), es decir, del fondo que se ha ahorrado para estabilizar los programas sociales en épocas de crisis. Esto no me parece apropiado. Si se aumenta el gasto público de manera permanente, se debiera aumentar los recursos fiscales de forma permanente. El ministro Larraín afirma que el gobierno está trabajando en aumentar la competencia entre las instituciones financieras y que de esa manera espera reducir los costos de la reforma. Desgraciadamente, el gobierno ha sido muy débil al enfrentar a grupos de interés, por lo cual es difícil tomar en serio estas declaraciones. Una y otra vez el gobierno echa pie atrás con medidas muy valiosas apenas hay resistencia, basta ver lo que pasó con algunas de las medidas más interesantes de la agenda de productividad, que se abandonaron apenas hubo amenaza de huelga.
"El gobierno hoy no tiene capital político. Lo tuvo en su momento, luego del rescate de los 33 mineros, y en lugar de gastárselo en algo que valiera la pena, lo dilapidó con el caso Bielsa y durante el tiempo en que el presidente Piñera se negó a vender sus acciones de Colo-Colo".
- ¿Qué riesgos tiene una medida de este tipo?
-El gobierno se está gastando el fondo que teníamos para años de vacas flacas en plenos años de vacas gordas, con el precio del cobre y los ingresos tributarios en niveles muy altos. Esto es irresponsable y puede tener consecuencias muy dolorosas. Por ejemplo, desgraciadamente no se puede descartar que la economía mundial vuelva a entrar en crisis, en cuyo caso, en lugar de haber ahorrado recursos cuando correspondía hacerlo, los habremos gastado de manera improvisada.
-Una de las críticas que hacen los partidarios del presidente es que se ha enfocado en proyectos de corte social, dejando de lado reformas esperadas hace años por el sector que lo respalda. ¿Comparte esto?
- Lo que me preocupa no es que sean medidas del área social, sino lo mal focalizadas que han sido estas políticas. Por ejemplo, no me parece bien que el Estado financie un posnatal de seis meses para mujeres que ganan más de un millón de pesos mensuales en un país donde la mayoría de las mujeres gana mucho menos. Es irónico que un gobierno de centroderecha tenga políticas sociales con peor focalización que los gobiernos de centroizquierda. Eso es populismo y sienta un precedente nefasto.
-¿Cree que a Piñera le falta coraje para realizar cambios de fondo o carece de una base que le dé fuerza para hacer reformas más audaces ?
- Los gobiernos toman medidas que son populares, aunque no muy relevantes en el largo plazo, pero que les permiten acumular capital político para gastárselo en políticas que son importantes para largo plazo, aunque sus frutos no sean inmediatos. Es necesario enfrentar a pequeños pero poderosos grupos para sacarlas adelante. Las medidas más importantes de la Agenda de Productividad requieren de capital político para sacarlas adelante, y el gobierno no tiene dicho capital ahora. Lo tuvo en su momento, por ejemplo, luego del rescate de los 33 mineros, y en lugar de gastárselo en algo que valiera la pena, lo dilapidó porque el presidente Piñera no vendió sus acciones de Colo-Colo, por lo cual se vio enredado en la polémica con Bielsa.