No estaba en la tabla de la última reunión de Anatel realizada el pasado viernes. Aunque habían sido citados para discutir los avances en materia de TV digital, los ejecutivos de los principales canales de televisión abierta terminaron hablando del que promete ser -en jerga televisiva- "el escándalo de la semana".
Apenas dos días antes, el miércoles 17, alrededor de las 15.00 horas, un receptor judicial llegó a las instalaciones de Canal 13 en Providencia. Traía en su maletín un sobre dirigido al presidente del directorio, René Cortázar, y a su director ejecutivo, David Belmar. El documento daba cuenta de una demanda por US$ 11,2 millones, entablada por Chilevisión por "competencia desleal" e "intromisión en contrato ajeno".
La disputa surgió a comienzos de 2010. Hoy, ad portas del inicio de las clasificatorias para el Mundial de Brasil 2014, están en juego los derechos de transmisión de los partidos de Chile en el torneo que parte el 7 de octubre. Con la notificación legal no sólo se abrió una inédita disputa entre ambas corporaciones, sino además -como se comentó en los pasillos de TVN aquel viernes- comenzó una nueva era en los 50 años de historia de la TV local: el fin del fair play que por décadas caracterizó a esta industria.
Hasta mayo pasado, en Chilevisión se congratulaban por haber conseguido los derechos para televisar todos los partidos de la Roja -previo pago de US$20 millones-. Pero el "negocio redondo" duró poco. Canal 13 cerró en junio la transmisión del resto de los partidos, aquellos que no jugará Chile. No sólo eso, a través de un canje con la ANFP, también se quedó con los ocho partidos que la escuadra nacional jugará en Santiago.
Como si estuvieran dentro de la cancha, CHV alega una actitud poco ética por parte del 13. El oponente, en tanto, asegura estar habilitado para la jugada, y sostiene que el gol propinado al arco enemigo se debió a un descuido de su portero, a cargo de negociar el millonario acuerdo entre la estación y la ANFP. El 28° Juzgado Civil de Santiago, donde se presentó la demanda, deberá decidir si valida la jugada del canal de Andrónico Luksic o aplica la temida tarjeta roja.
"Si ellos (CHV) estimaron que ése era el precio por 16 partidos, fue un cálculo de ellos, no nuestro. Jamás se instó a ningún canal a ofrecer más para así asegurar la totalidad del torneo clasificatorio", comenta un directivo de la ANFP.
El pitazo inicial
En una competencia que involucró a tres de los grandes de la TV local, CHV se adjudicó en enero del año pasado la transmisión de los ocho partidos que Chile jugará de local en el proceso clasificatorio. Junto con ello, obtuvo el derecho de transmitir esas imágenes en el país del oponente que visite a la Selección en Chile. Esa concesión, entregada por la ANFP dirigida por Harold Mayne-Nicholls, fue lo que "entusiasmó" -señalan en CHV- al canal para negociar el canje del partido "de vuelta", pudiendo así transmitir los 16 encuentros que realice la oncena de Borghi en los próximos meses.
Para conseguir este paquete, el canal del grupo Turner pagó US$ 17 millones, más otros US$ 3,5 millones para intercambiar los partidos fuera de Chile en los cuales participase la Selección.
Por este monto, además, se agregaron los torneos amistosos en los cuales compita la escuadra local. Una abultada cifra, que se distanció de los US$ 11 millones ofrecidos por Mega y de los US$ 7,7 millones que comprometió el canal de Luksic, exactamente la mitad del dinero pagado por el 13 en las clasificatorias de Sudáfrica 2010. Según aseguran en la ex estación católica, el monto se redujo porque el paquete -a diferencia del proceso anterior- no daba las garantías que se podrían obtener los 56 partidos restantes de la contienda sudamericana. Efectivamente, ni las bases ni el comunicado posterior de la ANFP hacen mención a los encuentros pendientes. Chilevisión lo notó y de inmediato puso manos a la obra para conseguir la totalidad del torneo.
Entre el 22 y el 25 de enero, el gerente general de CHV, Mario Conca, y su par de la ANFP, Carlos Morales Gatto, intercambiaron correos electrónicos para conseguir que la presidencia del fútbol apoyase las gestiones del canal privado con las federaciones sudamericanas. Lo denominaro "Acuerdo complementario", y permitiría que la estación transmitiera los 72 partidos, para así incluir más auspiciadores, los cuales están limitados en los encuentros de la Roja, tanto por tiempo como por las marcas que no son directas patrocinadoras de la Selección.
Canal 13 y Chilevisión enfrentados por la Roja
Los acuerdos por correo
El 25 de enero del año pasado, Morales Gatto le respondió a Mario Conca. Le dijo que no se preocupara, porque la entrega del torneo sudamericano se ofrecería sólo a los canales de televisión pagada en formato Premium (se excluiría el cable común y corriente), y se vetarían las ofertas de las firmas de TV abierta, salvo la de Chilevisión. Aquello fue un respiro para el canal representado por Conca, aunque en la práctica nunca se hizo realidad. "En cuanto a la TV por cable, la ANFP nos señaló por mail que se realizaría una licitación aparte y que entre las condiciones estará que sólo podrán ser exhibidos por un canal Premium o en un esquema Pay Per View", recuerda el gerente general de CHV.
Pasó el tiempo, los correos bajo el título "Acuerdo complementario" entre Conca y Morales se sucedieron, hasta que en abril del 2010, CHV hizo una oferta por escrito para quedarse con el lote sudamericano, a cambio de la mitad de las utilidades netas generadas con la transmisión de los partidos en los que no juega Chile. En CHV ya celebraban: la ANFP de Mayne-Nicholls aceptaba la oferta. Sin embargo, como señala la demanda que hoy divide a ambas estaciones, la respuesta nunca se materializó por escrito.
Avanzaron en las conversaciones -unas por correo, otras por teléfono-, y en octubre ambas partes decidieron negociar con la productora argentina Full Play, dueño de los derechos sudamericanos. A fines de ese mes se produjo una cita en Quilín para afinar el acuerdo: estaban presentes el representante de Full Play, Daniel Tamborini; Conca y Alicia Zaldívar, por Chilevisión, y Carlos Morales y Wilfredo Sequeida, este último abogado de la Asociación de Fútbol. Ninguno de los presentes intuía el terremoto interno que viviría la ANFP, la llegada de Jorge Segovia y la posterior asunción de Sergio Jadue como presidente, lo que terminaría por entorpecer los sueños de la estación televisiva.
Entretiempo acalorado
La salida de Mayne-Nicholls de la ANFP y los eventos que se sucedieron fueron el escenario perfecto para que a Chilevisión, en su carrera por dominar las transmisiones de la Selección chilena, le saliera Canal 13 al camino.
Un par de semanas después de aquella reunión en Quilín entre CHV, la ANFP y el representante de Full Play, representantes de la estación de Andrónico Luksic conversó con Harold Mayne-Nicholls. Le preguntaron qué pasaba con los restantes 56 partidos y el entonces timonel, junto con decirles que no estaban adjudicados, tampoco les expresó -aseguran en el 13- que existía un preacuerdo con Chilevisión. Esa cita aleonó a los ejecutivos de Canal 13, y comenzaron a conversar en paralelo con Full Play.
"La demanda de CHV representa un burdo intento por obtener 'por secretaría' lo que no pudo conseguir en la cancha", señala el 13 en la contestación entregada el martes ante el juzgado.
Revisaron las bases de la licitación y notaron que CHV se había adjudicado sólo la transmisión en televisión abierta de los encuentros de local de la Roja, y la emisión de éstos en el país del oponente. Nada decía de llevar ese choque deportivo al resto de Sudamérica. Hablaron con Daniel Tamborini, le expusieron esto y los intereses coincidieron: Full Play no tenía los derechos de la Selección de Chile en ningún país, pero sí los del resto de las federaciones del subcontinente. Ambos podían hacer un negocio, al intercambiar las licencias. Con ello, UCTV y la firma trasandina sumarían 64 partidos (56 sudamericanos y 8 de local con el equipo de Borghi).
Sergio Jadue, ya al mando del balompié y al tanto de estas conversaciones, ingresó a las tratativas. La ANFP poseía los derechos de Chile jugando de local y sólo ella podía cederlos. Se lo comunicó a CHV, y el partido tomó otro color. La actual directiva, como se lo hicieron ver a Conca, respetaría el contrato, pero no podía hacerse cargo de las conversaciones informales llevadas a cabo bajo la administración de Mayne-Nicholls. "Los acuerdos anteriores no nos son oponibles", les informaron. CHV reclamó, pero la respuesta de Jadue fue aun más dura: "No esperen nada de la ANFP si Felipe Bianchi (periodista de Chilevisión) ha sido tan duro con nosotros", fue la frase que registró textualmente la demanda. Desde esa cita, en abril de este año, nunca más se vieron las caras.
La antesala del gol
Al enterarse de los avances de Canal 13, los ejecutivos de CHV intentaron bloquear el acuerdo. El 27 de abril de este año, Mario Conca redactó un correo a René Cortázar. Le pidió detener las conversaciones con la ANFP, ya que había un trato entre ellos y el gremio futbolístico. No hubo respuesta y durante mayo, desde la gerencia general de CHV se despachó una nueva carta a Inés Matte Urrejola 0848. Esta vez dirigida a Cortázar y a Belmar, instándolos a deponer sus acercamientos con Full Play. Las aprensiones de Conca fueron llevadas al directorio del 13 ese mismo mes, alertando de un posible roce con la estación vecina. El propio Andrónico Luksic, al consultar sobre la legalidad del acuerdo que se lograría con la ANFP y escuchar que todo estaba en orden, apoyó la continuidad de la cruzada.
Canal 13 y Chilevisión enfrentados por la Roja
Durante junio, tras el pago de US$ 3 millones más un canje por US$ 500 mil para los productos de la asociación, la ANFP cedió los derechos de los juegos de local de Chile a Canal 13 Cable. Con ellos en mano, el 13 cerró el trato con Full Play, y se hizo de los 56 partidos restantes. La señal de cable se quedó con 64 partidos -entre ellos los ocho de Chile como local-, de los cuales 56 se verán por pantalla abierta. La estación de los Luksic desembolsó US$ 5,5 millones por todo el paquete.
"Es evidente que se usó nuestra oferta para mejorar la del 13. De los hechos se desprende claramente que la ANFP abrió los detalles de nuestra oferta a Canal 13", dispara Conca.
El 14 de julio, mediante un correo, la directiva de la ANFP comunicó a Conca y a Jaime de Aguirre, director ejecutivo de Chilevisión, que el ex canal católico ya tenía los derechos. Tras consultar con los ejecutivos estadounidenses de Turner en Atlanta, CHV decidió demandar a Canal 13.
Pantalla caliente
Las últimas semanas de julio fueron frenéticas en CHV. Se contrató al abogado Esteban Ovalle (del estudio Ovalle, Ugarte, Letelier, Leiva) y se preparó una demanda contra Canal 13, bajo la figura de competencia desleal y el uso de información confidencial.
Esta última acusación aludía al director de Gestión y Planificación de la estación de Luksic, Alejandro Carboni, quien fuera amigo de Mario Conca y ocupara el cargo de gerente de Nuevos Proyectos en CHV hasta noviembre pasado, cuando emigró al 13.
"Carboni dejó esta empresa en noviembre de 2010 por lo que, en su caso, existe una clara violación del contrato de confidencialidad respecto de los acuerdos y contratos realizados como ejecutivo de esta estación mientras permaneció en el cargo", dice Conca.
En la demanda, presentada el 11 de agosto, lo sindican como el gestor -o al menos quien informó de las conversaciones entre CHV y la ANFP a David Belmar, principal ejecutivo del 13-. En la mencionada estación respaldan a Carboni, desestimando las acusaciones de sus vecinos.
Una medida cautelar, que solicitará CHV en su demanda, podría dejar sin efecto la transmisión en pantalla abierta de los partidos sudamericanos -en los cuales no compita Chile-, si es que el juez así lo determina. En ambos canales aseguran que aunque se trata de una posibilidad remota, es factible.
En el escrito, el cual ya fue contestado este martes por el abogado de UCTV, Ricardo Riesco (bufete Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner), se pide la prohibición de que en Chile se exhiban los partidos sudamericanos. Canal 13, en tanto, alega la legalidad del acuerdo y sus dardos acusan de vuelta. "Si el Acuerdo complementario se conversó el 25 de enero del 2010 entre CHV y la ANFP, ¿por qué no se incluyó eso por escrito en el contrato que firmaron a la semana después, el 9 de febrero? Porque nunca existió la voluntad de una de las partes por incluir esas condiciones", dice una alta fuente del 13.
"La demanda de CHV representa un burdo intento por obtener 'por secretaría' lo que no pudo conseguir en la cancha", señala el UCTV en la contestación entregada el martes ante el juzgado.
Paralelamente, el consejo de los abogados a los ejecutivos de CHV fue que debían solicitar un arbitraje a la ANFP, como se estipula en el contrato suscrito en el 2010. "El acuerdo con CHV se cumplió", afirman en Quilín. Un directivo de la Asociación agrega que en el contrato no se estipula que la entidad gestione los partidos sudamericanos. "Si ellos (CHV) estimaron que ése era el precio por 16 partidos, fue un cálculo de ellos, no nuestro. Jamás se instó a ningún canal a ofrecer más para así asegurar la totalidad del torneo clasificatorio", comenta el directivo, quien además acota que los acuerdos de la ANFP deben pasar por la aprobación del directorio, no por la gerencia general.
La respuesta del canal de los Luksic refrenda esta postura. "La demanda constituye un intento desesperado de CHV por enmendar, a costa de Canal 13, el monto evidentemente excesivo ofertado en el marco de la licitación", se lee en la respuesta al tribunal.
Será la justicia la que por primera vez dirima un caso entre canales de televisión, en esta nueva era de grandes corporaciones al mando de la tevé. Por lo pronto, una medida cautelar, que solicitaría la defensa de CHV, podría dejar sin efecto la transmisión de las clasificatorias en pantalla abierta, si es que el juez así lo determina. En ambos canales aseguran que aunque se trata de una posibilidad remota, es factible.
En el segundo tiempo, que se inicia en los Tribunales de Justicia, entrarán nuevos jugadores. Canal 13, en estos días, negocia la venta de los 8 partidos de Chile como local, a un operador de TV Premium, apareciendo como potenciales nombres CDF Premium o DirecTV. De producirse la transacción, habrá que agregar otros 90 minutos a este duelo de titanes.