En el mundo de la economía y las finanzas internacionales, Nouriel Roubini se ha convertido en una marca registrada. Seguido por muchos y criticado por otros -por sus lapidarios comentarios y sombríos pronósticos-, se ha ganado el apodo de Doctor Doom. Lo cierto es que, pese a las críticas que levanta este economista nacido en Estambul, sus predicciones han sido acertadas. A él se le adjudica haber augurado la gran crisis que surgió en Estados Unidos y golpeó los mercados mundiales entre 2007 y 2009, al anticipar que la crisis subprime gatillaría la peor debacle desde la Gran Depresión.
Su estilo excéntrico y su energía inagotable -además de sus cada vez más demandadas columnas de opinión y consultorías- han convertido a este profesor de la Universidad de Nueva York en el economista de moda. Suscribirse a su sitio web cuesta varios miles de dólares anuales y la información que entrega está categorizada por regiones específicas o países en todo el globo.
Gracias a un equipo multidisciplinario que analiza papers e informes emitidos por bancos, universidades y organismos internacionales, además de miles de blogs, el holding mediático-financiero formado por Roubini entrega información de primer nivel para los que toman decisiones en el mundo. No por nada su página RGE Monitor ha sido elegido como el mejor sitio económico por The Economist y el Wall Street Journal.
Quien fuera catalogado hace unos años como uno más en el serio y competitivo mundo académico norteamericano, hoy es uno de los expertos más demandados en los foros económicos y por los inversionistas más reputados del mundo. Nouriel Roubini insiste, en esta entrevista, que no es un pesimista, pero sí un realista. A pesar de esa percepción, éste es su inquietante pronóstico para la economía mundial.
- En tu libro Crisis Economics: A Crash Course in the Future of Finance, argumentas que las crisis financieras no son impredecibles "cisnes negros", sino que pueden pronosticarse y, es más, son "cisnes blancos". Al parecer tienes una visión de que las economías más desarrolladas están al borde de una nueva recesión, ¿hay una crisis mundial a la vuelta de la esquina?
- Sí, como digo en mi libro, las crisis son predecibles porque son el resultado de la acumulación de vulnerabilidades, de malas políticas macro financieras. No aparecen de la nada, como un terremoto o un tornado. En este caso, creo que hay nubes muy negras en la economía mundial, especialmente en las economías más desarrolladas. Los mercados emergentes, por ahora, están en una posición más sólida, pero si hubiera una caída en las economías desarrolladas habría una significativa desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes. En cuanto a las economías desarrolladas, mi opinión es que hay más de un 50% de probabilidad de que haya una recesión, empezando por Estados Unidos y en buena parte de la Eurozona. Esta crisis partió con un exceso de deuda privada y ahora estamos en un punto en que hay demasiada deuda pública. El crecimiento ya se ha estancado en EE.UU., en la Eurozona y en el Reino Unido. Comparado con Europa hace dos o tres años, se nos están acabando las municiones en lo que respecta a la política económica. En lugar de estímulos, la mayoría de los países están implementando contracciones fiscales, lo que en el corto plazo es una carga negativa sobre el crecimiento. Entonces, hoy tenemos más restricciones en términos de nuestra capacidad para responder a otro desplome de los mercados económicos y financieros porque ya sacamos casi todos los conejos del sombrero.
La mayoría de la información macro que sigo sugiere que estamos muy cerca de una contracción económica en EE.UU.
- ¿Cuándo vamos a tener una imagen más clara respecto a si estamos cerca de una recesión o no?
- Los datos macroeconómicos han sido cada vez más negativos en las últimas semanas. Algunas de las cifras clave que van a empezar a salir en los próximos días son el informe de empleo de agosto, el reporte de manufactura y las ventas de autos. La mayoría de la información macro que sigo sugiere que estamos muy cerca de una contracción económica en EE.UU. Y en el caso de la Eurozona, la economía de la periferia ha estado cayendo. Para el Reino Unido, la actividad económica ha estado prácticamente sin variación durante los últimos tres trimestres, y los primeros números sugieren que Alemania y Francia, el corazón de la Eurozona, también están creciendo muy lentamente y desacelerándose rápidamente. Y estos números son previos al shock de julio y agosto.
- Los países debieran estar adoptando una combinación correcta de políticas para asegurar la recuperación, visión compartida por el FMI, pero no queda claro cómo. ¿Qué se puede hacer para sacar adelante la economía mundial?
- No es mucho lo que se puede hacer ni en el corto ni en el largo plazo. En este momento, no estoy seguro de que se pueda prevenir esto en las economías desarrolladas. Creo que se necesita un mayor relajo monetario de parte de la mayoría de los principales bancos centrales del mundo. Si la economía se debilita, se estanca o se contrae, van a surgir fuerzas deflacionarias. Tal vez sea necesaria otra ronda de estímulos fiscales en el corto plazo en países que no han perdido acceso al mercado y que todavía pueden pedir a tasas muy bajas, en EE.UU., partes de la Eurozona, Reino Unido y Japón. Por supuesto, a mediano plazo necesitamos austeridad fiscal, pero a corto plazo parte de la demanda tiene que venir del sector público. Además de eso, se requiere resolver el problema de la deuda insostenible y, por lo tanto, hay que reestructurar la deuda, reducirla de alguna forma.
- Entonces, ¿crees que una recesión es casi inevitable en las economías industrializadas dadas las actuales políticas?
- Insisto en que hay una probabilidad de más del 50% de que se produzca una recesión en las economías industrializadas. Creo que una evaluación realista de las herramientas de política económica que están disponibles es que efectivamente va a haber un poco más de estímulo al mercado y quizás un estímulo fiscal. Pero lo que sea que se haga va a ser muy poco y demasiado tarde para evitar que la recesión ocurra en las economías desarrolladas.
- La Fed ha anunciado que va a mantener las tasas cerca de cero por los próximos dos años, hasta mediados de 2013. ¿Crees que ello sea suficiente o se necesita un nuevo relajo cuantitativo (QE3)?
- Suficiente no va a ser. Soy un escéptico acerca de cuánto relajo cuantitativo puede cambiar radicalmente las cosas. Pero al margen, un mayor relajo no molesta, pero no va a cambiar las cosas radicalmente. Mi punto de vista es que es probable que la Fed tome medidas en la reunión del 20 y 21 de septiembre. Ellos ya discutieron esas ideas en la cita de agosto y podría decir que va a ser una reunión de dos días en lugar de uno para discutir alternativas de políticas, de hecho más opciones de inyecciones de liquidez. Creo que si responden a los datos, como el empleo en el sector no agrícola, puede que decidan seguir adelante y hacer más.
Pronóstico Roubini
- ¿A pesar de que algunos de los miembros de la Fed se oponen a esto?
- Bueno, tres de ellos votaron en contra. Uno de ellos (Narayana), Kocherlakota, hoy (martes 30) empezó a retractarse y dijo que no cambiaría la decisión de la Fed de mantener la tasa de interés en cero hasta mediados del 2013. La Fed tiene una mayoría que puede que haya estado a favor de hacer más y las minutas de las reuniones del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal sugieren que en agosto ya varios miembros querían hacer algo más que sólo extender la tasa de fondos a cero hasta 2013. Hay un grupo que quiere hacer más como Charles Evans, de la Fed de Chicago, que explícitamente ha dicho que estaría a favor de un QE3.
- Pareciera que el gobierno de Barack Obama heredó una política fiscal con muy pocas municiones para combatir las crisis globales, por lo que será difícil que haya un nuevo paquete de estímulo fiscal. ¿Compartes esa opinión?
- Sí, yo separaría lo posible de lo ideal. Desde un punto de vista ideal, el gobierno tendría que estimular más la economía, crear más empleos e implementar masivos proyectos de infraestructura que no se hicieron la primera vez.
- Pero, ¿cómo es eso posible?
- La última cosa de la que se está preocupando el mercado de bonos es del insostenible déficit presupuestario, el riesgo crediticio del gobierno o la inflación. De lo que se está preocupando es del crecimiento, pero hay una cuestión de factibilidad política, dado que los republicanos controlan la Cámara de Representantes y pueden vetar más estímulos tributarios para la infraestructura. A ellos no les importa si a la economía le está yendo mal o no. Si le va mal, las posibilidades de ser elegidos son mayores y Obama perdería la elección. Es el viejo enfoque leninista: mientras peor se pongan las cosas, mejor para ellos.
- El presidente Obama dijo que la próxima semana anunciaría propuestas para estimular el crecimiento del empleo. Pienso que la llegada de Alan Krueger es parte de ese diseño.
- El presidente va a dar un discurso, pero no está claro qué tan radical va a ser. Lo que él va a anunciar van a ser pasos pequeños, en lugar de los grandes que se necesitan para lidiar con los problemas del empleo y del crecimiento.
Para el 2013 ó 2014 hay un tercio de probabilidad de que China experimente un aterrizaje forzoso.
- Parece que va a ser difícil bajar el nivel de deuda de EE.UU. Standard & Poor's (S&P) rebajó la clasificación de riesgo de EE.UU. y no pasó nada. De hecho, las tasas de interés a largo plazo bajaron en lugar de subir. ¿A qué lo atribuyes?
- Tienes toda la razón. El lunes siguiente a la rebaja, el bono del Tesoro a 10 años bajó de 2,5% a 2%, eso porque el mercado de bonos está preocupado por el crecimiento. El mercado no está preocupado por el déficit fiscal insostenible o el relajo cuantitativo, que podría resultar ser inflacionario. El mercado de bonos en este minuto está reflejando el riesgo de una nueva recesión. Cuando el mercado bursátil y el de bonos te dan diferentes señales, el de bonos suele tener razón con mayor frecuencia.
¿Quiebre en la Eurozona?
-¿Crees que el Banco Central Europeo (BCE) se está centrando demasiado en la inflación, elevando los intereses muy pronto, en detrimento de la economía de la región?
- Creo que cometieron un gran error al comenzar a subir las tasas de interés y ahora más países están al borde de perder acceso a los mercados crediticios. Creo que la actuación del BCE fue excesiva, muy rápida y demasiado pronta. No sé si el BCE va a revertir la tasa de interés en el próximo mes. Quizás en una etapa posterior eventualmente tendrá que hacerlo.
- ¿Cuál es el futuro del euro?
- O los europeos se mueven en dirección a una mayor unión económica, fiscal y, a la larga, política, o la otra opción va a ser la reestructuración de las deudas privada y pública. Eventualmente, algunos de los miembros más débiles de la Eurozona puede que incluso decidan retirarse de ella y volver a sus propias monedas. El riesgo de una ruptura está dentro de los próximos tres a cinco años: el costo de salirse es alto si se compara con los beneficios. Me imagino que miembros más débiles, como Grecia o Portugal podrían salir de la Eurozona, pero eso no va a pasar este año o el próximo.
- ¿Tú crees que es más probable que quienes se retiren sean los miembros más débiles o los más fuertes?
- Alemania no puede dejar la Eurozona, no quiere romper ni siquiera la Unión Europea, de manera que el núcleo fuerte se mantenga unido, si es que algunos miembros de la periferia se ven forzados a retirarse de la Eurozona.
Pronóstico Roubini
Aterrizaje forzoso
- Recientemente dijiste que China tiene un modelo de crecimiento insostenible, que podría llevar a un aterrizaje forzoso en 2013. Éste es un panorama muy sombrío para la economía mundial, pero especialmente para Chile. ¿En qué basas esa opinión?
-El modelo chino no es sostenible, porque está basado en exportaciones netas, inversiones reales, ahorros altos y bajo consumo. Las inversiones han aumentado de 40% a 50% del PIB, con un consumo cayendo al 33% del PIB. No existe ningún país en el mundo que pueda ser tan productivo. Al final del día, vas a tener tres problemas: uno, son los enormes préstamos morosos en el sistema bancario; dos, muchísima deuda pública (hoy ya alcanza el 80% del PIB, si uno incluye la estatal, local y otros tipos de crédito público); y el tercer problema es que a la larga el auge de las inversiones se va a desplomar, porque no puede haber suficientes aumentos de capacidad productiva que tengan un retorno positivo por sobre el costo del capital. El problema es que mientras hablan de incrementar el consumo, los fundamentos de la economía china sugieren que dichos cambios no van a ocurrir en el corto plazo. De ahí la preocupación por un eventual aterrizaje forzoso.
- ¿Le has asignado una probabilidad a este aterrizaje forzoso?
- Para el 2013 ó 2014 hay un tercio de probabilidad de que China experimente este aterrizaje forzoso.
- Finalmente, ¿qué asuntos te desvelan actualmente?
-En el corto plazo: una nueva recesión en las economías avanzadas; la posibilidad de otra crisis financiera; la insolvencia de la deuda privada y pública, y los mayores aumentos en la tasa de desempleo. En el largo plazo, cómo hacer que la globalización funcione para todos. Hay múltiples presiones sobre los recursos, incluyendo los alimentos, el agua, la energía y el medioambiente. Tenemos que pensar en las políticas a futuro. Contar con infraestructura, trabajadores más calificados, y manejar las restricciones de recursos para que el crecimiento sea justo, balanceado y sostenible.
El dilema de chile
- Chile está hoy convulsionado por demandas sociales que han puesto el foco sobre la desigualdad. Has planteado que el capitalismo desregulado está en crisis y que necesitamos encontrar el equilibrio entre el laissez-faire y el estado de bienestar. ¿Cómo pueden países como Chile encontrar ese balance?
-Creo que el equilibrio está por el lado de las políticas orientadas hacia el mercado; pero por otro lado también se necesita la provisión de bienes y servicios públicos por parte del Estado, algunos de los cuales aumentan la productividad del trabajo. Desde la educación, que acrecienta la capacitación laboral, a la salud, a tener una red de protección social que le permita a la gente la flexibilidad para cambiarse de trabajo ante los golpes que se producen en una economía global. Paradójicamente, para que la globalización funcione tenemos que hacer que la gente tenga una red de protección que les permita cambiarse de trabajo y tener flexibilidad en lugar de quedarse amarrados al trabajo que tienen. Eso implica invertir en el capital humano, en educación, capacitación, salud, en la entrega de bienes y servicios públicos, en la red de protección social, ésa es la manera en que lo equilibras. Y necesitas tener también políticas tributarias que al mismo tiempo sean razonables y suficientemente progresistas, porque una de las cosas que están sucediendo es que muchos factores están llevando a un significativo aumento en la desigualdad del ingreso y de la riqueza. Y lo hemos visto en las protestas en Medio Oriente e incluso en un país rico como Israel, donde la clase media está asfixiada, hasta lo que pasa en Reino Unido y en Alemania. La inestabilidad social y política aumentan cuando hay pobreza, trabajo no calificado, desempleo y desigualdad creciente.
- ¿Qué medidas debería tomar Chile en preparación para cuando las condiciones externas empeoren?
- Chile tiene la ventaja de que ha sido fiscalmente responsable por varios años, con ahorros y activos que pueden retirarse si los tiempos empeoran. Así que si hay recesiones en EE.UU. y en las economías avanzadas y un debilitamiento de China, por supuesto el precio del cobre y otras materias primas caerían y frenarían el crecimiento de Chile; la respuesta a esos reveses particulares podría ser tomar medidas de relajamiento monetario, con algunos estímulos fiscales, y asegurarse de que haya suficiente liquidez en el sistema financiero. Y una consecuencia probable de aquello sería el debilitamiento del peso chileno, la presión inflacionaria bajará si hay debilidad económica. Pero Chile tiene que invertir en el futuro de su gente, de manera de resolver los temas de la educación y la capacitación; la reducción de la desigualdad es tan importante como todo lo demás, mientras se mantengan políticas orientadas al mercado que sean socialmente progresistas.