Por Josefina Ríos Noviembre 3, 2011

El próximo lunes en San Pablo, Brasil, 50 ejecutivos de LAN y otros 50 de TAM darán el puntapié inicial al proceso de integración entre ambas compañías. La idea es que Latam comience a operar a principios de abril de 2012. Pero esa es sólo la primera etapa de un proyecto mucho más ambicioso que los hermanos Enrique (52) e Ignacio Cueto (47) se traen entre manos: convertirse en una de las 10 aerolíneas más grandes del mundo.

Desde que el clan Cueto -junto a otras tres familias- tomó el control de LAN en 1994, estos hermanos han encabezado la administración de la empresa. Enrique, como vicepresidente ejecutivo, aporta la visión a largo plazo y es el puente con el directorio. Ignacio, desde la gerencia general, ha concretado los negocios que han llevado a la firma a operar aerolíneas en  Argentina, Perú, Ecuador y Colombia.

La unión con TAM y los nuevos destinos de la empresa, que se extenderían hasta Asia, son parte de los desafíos actuales del clan de origen asturiano. Pero, como siempre, se atreven a mirar más allá: quieren consolidar al nuevo grupo como una sola marca global y con sello latinoamericano, convirtiéndola de paso en un referente para la industria mundial.

- En 1994 tomaron el control de LAN, una firma que estaba saliendo de la quiebra. ¿Queda algo de esa compañía o estamos frente a una completamente nueva?

-Enrique: La LAN de hoy es una mezcla de LAN Chile con Ladeco y Fast Air. Las tres compañías se juntaron para dar forma a esta nueva empresa.  Desde el primer momento lo que mejor aportaron estas tres compañías fue su gente. Nuestro ADN original fue mezclar seguridad, servicio y eficiencia, como una mesa de tres patas. Después, tal como lo hace una ameba, hemos tenido que ir mutando ante los cambios de medioambiente para poder sobrevivir, porque en definitiva veníamos de una empresa muy chiquitita. Hemos ido pasando por diversas etapas, y diría que la primera duró hasta el año 2000, cuando nos abrimos a la Bolsa en Nueva York y entramos a OneWorld. Nos convertimos en una compañía reconocida por su servicio, pero todavía éramos una empresa radicada en Chile, y este país representa apenas el 0,5% del tráfico aéreo mundial, o sea nada.

"Ambas compañías están volando a distintos mercados. Pero en aquellas zonas como Asia, donde Brasil parece tener una masa de mercado más grande, seguramente vamos a tratar de que salgan los aviones desde allá. (Ignacio Cueto)"

-¿La internacionalización de la empresa estuvo dentro de las metas originales?

-Enrique: Nuestro primer objetivo fue tratar de ser una empresa relevante dentro de América Latina, dando un buen servicio, siendo muy segura y tratando de ser rentable y eficiente, lo que en esa época era un objetivo no tan obvio porque las compañías aéreas en general eran inseguras, casi todas estaban en manos de los Estados y no eran muy rentables. Nosotros dijimos hagamos lo que el resto no ha hecho, y esa fue la oportunidad que recibimos. La primera meta que nos fijamos en esa línea fue poder mezclar exitosamente carga y pasajeros. Pero en esa etapa teníamos como socio a Boris Hirmas -quien murió en 2000-, que fue muy empujador dentro de la empresa para que creciéramos rápido y le echáramos para adelante. Entonces también nos fijamos como meta llegar algún día a la Bolsa de Nueva York: eso nos iba a permitir dar un gran salto.

-¿Cuál es la idea tras el modelo de internacionalización?

-Ignacio: Lo primero que nosotros quisimos hacer fue aprender del negocio de pasajeros, el cual no conocíamos bien, porque veníamos del negocio de la carga. Así comenzamos a dar nuestros primeros pasos: hemos tenido una compañía exitosa desde el punto de vista de capital humano, del servicio y del reconocimiento de que somos  una compañía eficiente, confiable, segura y con buenos aviones. Cuando haces las cosas bien te transformas en una empresa rentable, y la rentabilidad te hace pensar en el mañana y en que lo puedes hacer mejor. Una vez que llegamos a una cierta plataforma de éxito comenzamos a pensar en dar el paso siguiente, y no porque el mercado nos quedara chico, sino porque nos sentíamos capaces de crecer e ir a nuevos mercados. Cuando comenzamos  ese proceso nos dimos cuenta de que no era posible hacerlo si no era creando sociedades y líneas aéreas afuera.

-Hoy están bien posicionados en Latinoamérica. ¿Tienen planes de convertirse en un referente más global e ingresar de lleno a mercados como el europeo?

-Enrique: Cuando partimos queríamos transformarnos en un referente latinoamericano y la verdad es que no necesitas volar a todos lados. Lo que sí nos propusimos hace algunos años es transformarnos en una de la 10 mejores -no más grandes- líneas aéreas del mundo.  Pienso que hoy ya estamos  entre las 10 mejores. Pero había que ir más allá, y que si no crecíamos alguien nos iba a venir a comprar, porque en este contexto mundial tan complejo necesitas ser parte de una red.  Entonces decidimos entrar a OneWorld; esa alianza nos permitiría dar más y mejores servicios a nuestros pasajeros. Después de esto nos dimos cuenta de que seguíamos siendo muy pequeñitos y que la única forma de sobrevivir y ser algo en este mercado era entrar en otros países. Ahora con TAMnuestro objetivo es  ser una de las 10 líneas más grandes del mundo.

Los destinos de LAN

-Ignacio: Esto que vimos que pasaba en Chile, que no tiene suficiente tamaño de mercado para brindar muchas alternativas porque van un poco de pasajeros a cada destino, le pasa a Perú y también en cierta medida a Argentina y a Ecuador. Cuando nos ponemos como meta estar entre las 10 líneas aéreas más grandes del mundo, ese desafío per sé no nos interesa, lo que sí creemos firmemente es que para poder servir bien a este grupo de mercado necesitamos ser una de las líneas aéreas más grandes del mundo, necesitamos tener una flota de aviones para conectarlos entre ellos y con el mundo.

-¿Nunca evaluaron la posibilidad de vender LAN?

- Enrique: No, creo que la gente valora nuestra administración y lo que hemos hecho en el tiempo. Los intereses que ha habido desde afuera siempre han sido por incorporarse a lo que nosotros estamos haciendo. Además existe otro problema: si bien en algún momento hubo interés de conversar por parte de Iberia, en el momento en que nos abrimos a la Bolsa de Nueva York, el valor de LAN con el de Iberia era el mismo, entonces para los europeos o los americanos una compañía en el fin del mundo que vale lo mismo que ellos era impensable. Hoy, la situación es más compleja aún: no hay ni una línea aérea europea ni estadounidense que cueste más que LAN. De hecho, el viernes pasado LAN era la cuarta línea aérea con mayor valor en el mundo. Hoy, por ejemplo, nuestra empresa vale tres veces más que Air France. Nosotros podemos comprar Lufthansa, pero ellos no pueden comprar LAN.

-Ignacio: El éxito de una compañía también tiene mucho que ver con la propiedad. Las líneas aéreas que más o menos conocemos, excepto las asiáticas, no tienen una propiedad clara, pero las que la tienen les va bien. Por ejemplo, el grupo Taca Avianca y el grupo Copa son bastante exitosos, también están TAM y Ryan Air, muy reconocidos por sus logros. Tú notas la presencia de un empresario y una propiedad clara en las empresas que les va bien.

-Más allá del orgullo que a un chileno  le pueda dar que LAN sea tan importante a nivel mundial, ¿de qué manera le beneficia concretamente la fusión con TAM?

-Ignacio: Lo más importante es que tú puedas tener una red de conexión para ofrecerle al pasajero, dentro de Sudamérica y desde ahí hacia al mundo. Si tenemos alianzas podemos tener aviones más grandes para llegar a los distintos destinos, y eso hace que las estructuras de costos bajen y los pasajes sean más baratos. Además, mientras más mercado haya, se puede obviamente hacer economía de escala que abarate los precios. Por otro lado, vamos desarrollando conectividad a nivel más macro, lo que en definitiva acerca el país a los mercados, a los negocios y al turismo.

" No hay ni una línea europea ni estadounidense que cueste más que LAN. De hecho,LAN era la cuarta línea aérea con mayor valor en el mundo. Hoy nuestra empresa vale tres veces más que Air France. Nosotros podemos comprar Lufthansa, pero ellos no pueden comprar LAN. (Enrique Cueto)"

-Enrique: También es un buen ejemplo para la región, para sus empresarios y estudiantes: este proceso demuestra que si haces las cosas bien y sabes cómo hacer sinergias positivas dentro de la región, es posible hacer algo global y competir de igual a igual con los más grandes.

-Pero la globalización también tiene sus bemoles: beneficia la consolidación de megaempresas, las que pueden sofocar el surgimiento de empresas medianas o pequeñas, que también son importantes para el desarrollo de los países.

 -Enrique: En la industria aérea se ha demostrado que eso no ha sido así. Todas estas compañías low cost han nacido detrás de las empresas más grandes del mundo. Europa es el mejor ejemplo de un mercado cerrado, regulado y con cinco compañía gigantes operando y, sin embargo, hoy el mercado doméstico español está dominado por Ryan Air. En la industria aérea, y esto está demostrado, todas las eficiencias son traspasadas al consumidor, porque si no, siempre va a haber alguien capaz de poner una línea aérea más barata. En Chile no hay ninguna barrera de entrada, entonces si nosotros cobráramos caro y fuéramos ineficientes tendríamos un competidor operando, pero nosotros hemos demostrado que el costo de volar en Chile es más barato que el de Estados Unidos, que es el mercado más competitivo del mundo, donde no se paga IVA y el combustible es más barato, pero así y todo es más barato volar en Chile, ¿por qué? Porque si cobras caro en este mercado te va mal y entran otros, como en Colombia está entrando Ryan Air.

-¿Se sienten una empresa chilena o latinoamericana?

-Ignacio: Nos sentimos latinoamericanos. Nuestra preocupación por LAN Perú, LAN Argentina, LAN Ecuador y ahora LAN Colombia es la misma que por LAN Chile. Transportar de Lima a Juliaca o de Santiago a Punta Arenas a un pasajero representa  la misma preocupación y dedicación para nosotros. Y cuando incorporas ese sentimiento a tu ADN y al de todo tu equipo, la compañía llega a un punto en que le es posible seguir avanzando. Nunca soñamos que llegaríamos hasta acá, pero hoy no nos parece tan loco lo que hemos logrado porque hemos ido construyendo de a poco. 

Los destinos de LAN

El nuevo gigante

-Si las cosas en Brasil fueran distintas y hubieran podido formar una empresa, ¿hubiesen optado igualmente por la fusión?

-Enrique: Creo que esto es lo mejor que le pudo haber pasado a LAN. Si tú haces una encuesta entre las grandes aerolíneas del mundo y preguntas cuál es la compañía que les gustaría tener, que no pertenezca a ninguna alianza y que no esté en ningún conglomerado, estoy seguro de que te dirán que esa firma es TAM. ¿Por qué? Porque Brasil está de moda, tiene una economía tremenda, porque necesitan conectividad dentro del país y hay espacio para crecer en el mercado.  Por eso, a todos les gustaría tenerla.

La posibilidad de acceder al 40% del mercado interno de Brasil, y a la vez ser el operador internacional de ellos y haberlo hecho solos no tiene que ver con las inversiones extranjeras y las limitaciones, sino porque para nosotros hubiese sido imposible abordarlo. Es decir, realmente nada cambia que la mejor decisión para LAN es TAM. Por lejos.

-Ignacio: Hemos tenido mucha fortuna porque nos integramos con una gran empresa, y también con una tremenda familia. Para nosotros el tema de la gobernabilidad es muy importante para poder tener una estructura que nos permita seguir avanzando. La familia Amaro es un grupo con el cual nos hemos sentido muy cercanos y nos complementamos muy bien.

-¿Va a cambiar la imagen cuando se unan ambas compañías? ¿Una marca común, quizás?

-Enrique: No se están juntando dos compañías, sino que se mantienen dos empresas independientes, las cuales estarán bajo un mismo grupo. Obviamente se van a hacer todos los esfuerzos para que las compañías aúnen sus sistemas, sus formas de trabajo y estén más conectadas.

"Estamos dispuestos -no sé los números y eso lo dirán los técnicos- a que nos suban los impuestos, pero primero hay que saber para qué. Pero si se define que el camino para mejorar la educación es a través de aumentar la carga impositiva, estamos dispuestos a ello. (Ignacio Cueto)"

Pero ambas empresas mantendrán su identidad, bastante independientes, tendrán sus centros de operaciones, de mantenimiento, etc. De hecho, el control de TAM lo tienen los brasileños, no nosotros. Lo mismo pasa con LAN. TAM es un operador importante, y conectarlo a todos nuestros mercados es una prioridad en el tiempo, pero ésta no es una decisión aún tomada, puede que vayamos a pasar de un grupo a una sola marca.

-¿Cómo piensan repartir los destinos en el mundo?

-Ignacio: Ambas compañías están volando a distintos mercados. Pero en aquellas zonas como Asia, donde Brasil parece tener una masa de mercado más grande, seguramente vamos a tratar de que salgan los aviones desde allá. En este momento no tenemos una proyección sobre la red, pero la lógica indica que el gran centro de conexión para los vuelos de larga distancia debiera ser San Pablo. De todas formas no hay que olvidar que LAN no es sólo Chile, sino que tenemos centros de conexión en todos los países donde operamos.

-¿A dónde les gustaría llegar en 10 años más?

-Enrique: Si hay que definir metas, primero nos gustaría que con el tiempo se pudiera juntar las marcas y hacer un gran nombre global. No tenemos muchas marcas latinoamericanas a nivel mundial, quizás Corona (cerveza) es una de ellas, pero nosotros podemos llegar a eso.

Segundo, estar entre las 10 líneas aéreas más grandes del mundo y entre las tres con mayor valor de mercado. Eso nos dará la oportunidad de comprar o seguir creciendo y no ser absorbidos por otra empresa en el futuro. La industria área en el mundo seguirá consolidándose, y si en cinco años más nosotros podemos seguir siendo LAN y con la compañía aún bajo nuestra propiedad, es porque hemos triunfado en un mundo donde se achicó el barco y en vez de que te coman, tú pasas a ser un gran actor.

Los destinos de LAN

La mirada local

-Las empresas  juegan un rol social importante. ¿Ustedes  se sienten de alguna forma responsables del descontento social que está viviendo el país?

-Enrique: No nos sentimos responsables. Al contrario, tenemos cerca de 20 mil empleados a quienes les hemos dado una capacitación constante. Básicamente porque nos hemos dado cuenta -y así se lo hemos hecho saber en varias oportunidades a varias autoridades en los últimos 10 años- que había dificultades a la hora de contratar gente técnica. Era prácticamente partir con una nivelación desde octavo básico. Nos dimos cuenta de que estábamos mucho más atrás que varios países de la región en esta área. De hecho, en varias oportunidades hemos tenido que traer a técnicos argentinos, que tienen mejor nivel académico y técnico que los chilenos. Hemos tratado de ayudar y al final lo hemos resuelto a nuestra manera: con capacitaciones.

-Ignacio: La sociedad debe escuchar a todos los disconformes. Creo que hoy todo apunta a un problema de equidad. Más que preocuparme, nosotros como LAN hemos tratado, entre el empleo que damos, de cooperar con una parte importante.

Pero más allá de buscar responsables, todos tenemos que sentirnos parte de la solución del problema. Es importante que un país tenga a su gente contenta. En LAN, y los empresarios en general, estamos dispuestos a todo lo que racionalmente apunte a solucionar este problema.

-Han  dicho que están abiertos a una reforma tributaria. ¿Son  partidarios de mantener el impuesto a las empresas en 20% o de una revisión más profunda?

-Ignacio: Lo que hemos dicho es que estamos dispuestos -no sé los números y eso lo dirán los técnicos- a que nos suban los impuestos, pero primero hay que saber para qué. Pero si se define que el camino para mejorar la educación es a través de subir la carga impositiva, estamos dispuestos a ello. Lo trascendente es que sintamos el problema como propio.

" Si hay que definir metas, primero nos gustaría que con el tiempo se pudieran juntar las marcas y hacer un gran nombre global. (Enrique Cueto)"

-Enrique: No estamos cerrados a una reforma tributaria, pero no es verdad cuando se sugiere que el problema actual se resuelve subiendo los impuestos. A lo largo de la historia se han hecho muchas reformas tributarias y el problema sigue ahí. Muchos empresarios estamos dispuestos a que nos suban los impuestos en la medida en que detrás de eso exista un programa revolucionario que ataque el fondo del problema y no una mera reforma para solucionar las demandas de los que más gritan. Si no vamos al fondo del problema, en dos años más vamos a volver a lo mismo y a discutir otra reforma tributaria o quizás hasta nacionalizaciones.

-Los empresarios de la vieja guardia tenían un diálogo fluido con los gobiernos, pero en esta administración la clase empresarial se ha callado. ¿Por qué?

-Enrique: Creo que parte de los gremios están deslegitimados porque se les relaciona con grupos de poder y con grupos ligados a este gobierno.

-¿Se autocensuraron?

-Ignacio: No creo. Pienso que hoy tenemos un presidente que ha sido empresario y que rápidamente se da cuenta de lo que están pensando. Hoy para los gremios es más fácil explicar lo que les está pasando.

-¿Pero hay muchos empresarios que no se sienten muy representados?

-Ignacio: Quizás no se sienten representados en la forma como se resuelven los temas, pero sí saben que el presidente entiende rápidamente de qué se está hablando.

-¿Falta una nueva generación que tome la voz?

-Ignacio: Sí, pero pasa lo mismo con los políticos. Se necesitan cambios, pero quizás el momento no ayuda: parece que nadie quiere tirarse al ruedo ahora como están las cosas.

-¿Extrañan a Sebastián Piñera al interior de LAN?

-Ignacio: Él nunca estuvo en los equipos ejecutivos. Sí estuvo muy presente en las conversaciones entre nosotros. Éramos un grupo controlador con Sebastián y las grandes decisiones las tomamos siempre en conjunto. Es un tipo muy inteligente, muy capaz, con un olfato excelente, y sin duda fue un aporte infinito para llegar hasta donde lo hemos hecho.

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