Lunes 12 de diciembre de 2011. Más de 250 mil estudiantes de todo el país salieron temprano de sus casas. Estaban preparados y también nerviosos. No se trataba de la convocatoria a otra marcha estudiantil ni de alguna reunión masiva para manifestar su descontento con el modelo educativo. Ese día y el que siguió, la mayoría de los egresados de 4º medio de Chile debieron rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), proceso clave para cumplir el primer paso de su desarrollo profesional: ingresar a una de las 59 universidades que operan en el país.
Como todos los años, son, precisamente, esos planteles los que observan con mayor atención todo este proceso, el cual tendrá su punto de inflexión el próximo 3 de enero, cuando se conozcan los resultados de la medición. Ese día, las 59 entidades pondrán en marcha todas sus estrategias de persuasión con el fin de captar los mejores puntajes de la prueba. De esa forma, no sólo pueden elevar su prestigio en un sistema altamente cuestionado, sino que además logran aumentar sus ingresos a través de los aportes estatales que bonifican a los buenos alumnos.
Pero este proceso no será vivido de igual forma por todas las universidades: en las oficinas centrales de la Uniacc cunde el nerviosismo. Ello, luego de que hace algunas semanas -y ad portas del proceso de admisión 2012 - se rechazara su acreditación.
El panorama no es fácil. El hecho de no estar acreditada impactará directamente en la matrícula 2012 del plantel, pues ello impide que sus alumnos puedan postular al crédito con aval del Estado. Las estimaciones más optimistas hechas en la Uniacc hablan de una merma cercana al 30% en su registro del próximo año.
Por eso hoy en la casa de Salvador muchos coinciden en que este episodio ha golpeado a la universidad, que se alzaba como uno de los más modernos e innovadores del país.
Y mientras esperan los informes finales que les revelen los motivos del rechazo, los directivos de esa casa de estudios están concentrados en rearmarse y concretar un plan de contingencia: no sólo deben revertir este golpe, además buscan sortear con éxito las esquirlas que aún quedan, luego de que en 2010 se les denunciara por hacer mal uso de los fondos provenientes de las becas Valech.
La CNA les preguntó a los representantes de Apollo si seguirían apoyando económicamente al plantel. La pregunta no era antojadiza y lo dejaron claro en el informe que hicieron tras su visita. "Se observan pérdidas financieras importantes en 2009 y 2010", dice el documento.
Historia inconclusa
En diciembre de 2010, a la Uniacc se le venció la acreditación que había obtenido en 2007. Durante esos días, su rector, Juan Enrique Froemel, se contactó con la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) para dar curso a la revalidación de su certificación. Si bien el organismo se tomó un tiempo en definir los tiempos de este nuevo proceso, finalmente en agosto se llevó a cabo la visita de los pares evaluadores. Según Froemel, la reunión se realizó en un marco de extrema formalidad. El directorio en pleno recibió a los representantes de la CNA e incluso un representante del holding educativo norteamericano Apollo Group -controladores de la Uniacc- viajó desde Estados Unidos para estar presente en la cita.
Así fue como a Froemel y el ex presidente de Apollo Chile Herman Schwarz se sumaron Mehul Patel (gerente de Administración) y Curtis Uehlein (gerente de Operaciones), este último quien se hizo parte a través de una conference call para hacer frente a las preguntas de los acreditadores.
Un profesor de la casa de estudios que integró la delegación recuerda que la reunión fue bastante cordial. "Nos solicitaron algunos antecedentes adicionales, pero nada del otro mundo. Al retirarse hicieron una serie de observaciones verbales, pero nada que nos hiciera sospechar lo que vendría".
Durante los últimos días, Froemel ha repasado los detalles del proceso en busca de alguna pista que le dé luces para entender el rechazo. "Le preguntaron a Patel cuál es la posición de Apollo frente a los cambios que se han dado en Chile respecto a exigir el cumplimiento de la prohibición de lucrar de las universidades. Le dijeron 'ustedes son una entidad con fines de lucro en Estados Unidos, ¿cuál es la idea acá?'", recuerda.
Según el académico, el representante de Apollo fue muy claro al señalar que "ellos se rigen según las normas de los países en los que operan y que, en el caso de Chile, si hay utilidades -que en los últimos años no las ha habido-, se van a reinvertir en la universidad". Su sensación, en ese momento, fue que la respuesta había sido satisfactoria.
En la misma línea, la CNA inquirió a los representantes de Apollo sobre la situación financiera de la Uniacc y les preguntó a sus controladores si estaban dispuestos a seguir apoyando económicamente al plantel. La pregunta no era antojadiza y lo dejaron de manifiesto en el informe escrito que le hicieron llegar a la casa de estudios tiempo después de su visita. "Se observan pérdidas financieras importantes en los años 2009 y 2010", sentencia ese documento.
En la universidad reconocen que el origen de esas pérdidas está relacionado con el cierre del programa de becas Valech, denunciado por vicios en su asignación y posteriormente cerrado por la universidad.
Con todo, y pese a estas dificultades, en las oficinas de Salvador respiraban con cierta calma. Desde que adquirieron la Uniacc en febrero de 2008, los esfuerzos financieros de los norteamericanos habían sido relevantes: de acuerdo con estimaciones de la misma institución, Apollo ha inyectado cerca de US$ 20 millones. Además, por esos días, el holding educativo había renovado la línea de crédito con la que operaban y que se estaba acabando, asegurando así sus flujos financieros hasta por los próximos dos años.
El examen más difícil
Cuestionamientos al proyecto
Pero algo salió mal. "El 17 de noviembre algunas personas me advirtieron que las cosas no venían bien para la universidad. Esa misma tarde recibí una carta firmada por el secretario general de la CNA, Patricio Basso, que señalaba que se nos negaba la acreditación", relata Froemel. Desde entonces no han tenido más noticias de la CNA. Les preocupa no tener el informe final para conocer las razones por las que se rechazó su acreditación y solicitar la reposición y/o apelación de la decisión.
Desde la CNA explican que "el pleno de la Comisión adoptó la decisión de no acreditar a dicha institución, pero que la resolución en que se contiene tal decisión, así como sus fundamentos, se encuentra en redacción". Además, la entidad no tiene plazos preestablecidos para la entrega de estos informes.
Por ahora, en la Uniacc están de manos atadas. Para apelar deben conocer dicho informe y saben que es muy difícil que eso ocurra antes que venza el plazo para postular al crédito con aval del Estado. Mientras eso sucede no tienen otra salida que lidiar con la disminución de cerca de 30% de nuevas matrículas el próximo año.
Pese a que en la Uniacc plantean que el problema de no estar acreditados los golpea, no creen que ello amenace su proyecto educativo, aunque cercanos reconocen que este episodio sí lo puede retrasar.
Apollo es un grupo internacional con presencia en todo el mundo y quienes han sido cercanos a ellos en Chile recalcan que su intención al comprar la Uniacc y el instituto profesional IACC a la familia Guiloff en 2008, fue utilizarla como una plataforma para propagar en América Latina el modelo de educación a distancia, sobre todo en carreras no tradicionales. "Apollo llega con dos objetivos: uno, hacerse de una institución prestigiosa, porque en los negocios no todas las ventajas son pecuniarias, y también que la Uniacc les permitiera extenderse por América Latina, basándose en el modelo e-learning. Eso explica el hecho de que Apollo siga parado atrás de nosotros en una situación como ésta", asegura su rector.
En respuesta a una exigencia planteada por Apollo, las autoridades de la Uniacc están realizando un plan de contención de costos y estabilización financiera. Los ajustes, además, han implicado reducir los aranceles para equilibrarlos al valor de mercado.
Con todo, en el mercado aseguran que Apollo también ha cometido errores, relacionados básicamente con la pesada estructura con que solía administrar el plantel. Otra crítica en este sentido apunta al nombramiento de Herman Schwarz como rector de la entidad en 2008. Se le cuestiona principalmente que desarrolló gran parte de su carrera en Procter & Gamble, una empresa ligada al consumo masivo y sin ninguna relación con el mundo educativo. "Con el respeto que me merece, Herman no necesariamente tenía las condiciones suficientes para administrar una institución universitaria. Obviamente, él se basaba en su experiencia empresarial, y esa experiencia no provenía del ámbito educativo", admite Froemel. Con el fin de simplificar esa estructura, hace dos semanas Apollo anunció la salida de Schwarz.
Pero Herman Schwarz matiza las razones sobre su alejamiento de la institución."Mi salida tiene que ver con un acuerdo consensuado y no con una decisión unilateral. Las prioridades de corto plazo de Apollo y las mías no coincidían. Por otro lado, desde que entré a la institución la gente del grupo sabía que mi experiencia no era educativa, pero ellos buscan un perfil más empresarial", explica el ex presidente de Apollo Chile. Agrega que en todo caso su alejamiento se dio en buenos términso y que guarda buenas relaciones tanto con Apollo como con las autoridades de la universidad. "Confío en que el proyecto va a ser exitoso y que esto es pasajero", añade.
El plan de contingencia
Hoy todos los esfuerzos están puestos en resistir el embate. Continuando con la simplificación de su administración, acordaron hace dos semanas la salida del pro rector, Pedro Medina, cargo que será suprimido. Asimismo, las vicerrectorías serán reemplazadas por direcciones. "Apollo decidió que a partir de ahora los rectores de la Uniacc y del instituto IACC respondan directamente a COO (Chief Operations Officer) en Estados Unidos", dice Froemel.
En paralelo, y en respuesta a una exigencia planteada por Apollo, están realizando un plan de contención de costos y de estabilización financiera. Los ajustes, además, han implicado reducir los aranceles para equilibrarlos al valor de mercado, tomando en cuenta que la Uniacc ostentaba el título de ser una de las universidades más caras de Chile.
La estrategia también incluye recuperar el prestigio ante la opinión pública, aunque en la universidad consideran que siguen contando con profesores calificados para enseñar las carreras de nicho en las que son especialistas, como Comunicación Audiovisual, Teatro y Danza. Asimismo, consideran que a pesar de que la universidad no cuenta con la certificación, a su favor tienen que el 50% de sus carreras sí están acreditadas. "Aparecemos sentenciados, pero lo peor es que no sabemos por qué. Es lo mismo que te llamen y digan que el tribunal te condenó y uno pida las pruebas y te contesten que te las mandan después", concluye Froemel.