Inalterablemente, cada último lunes del mes, parte del clan peruano Brescia aborda su avión privado con destino a Santiago para asistir a la reunión mensual del directorio de Melón, compañía que compraron en julio del 2009, convirtiéndose en los mayores productores de cemento de Chile. Este lunes, sin embargo, decidieron hacer una escala a medio camino. La parada tuvo un objetivo claro: inspeccionar las pertenencias mineras que la familia tiene en el norte del país. En ellas ya se realizan las primeras prospecciones, antesala para dar su próximo paso empresarial en estas tierras: el desarrollo de proyectos mineros.
Mario y Pedro Brescia Caferatta encabezan el holding empresarial más acaudalado de Perú. Un grupo que, sin despegarse de su estricto estilo sobrio, ha incrementado decididamente su presencia en Chile durante los últimos años. Es común verlos moverse con soltura por Santiago. A comienzos de esta semana, por ejemplo, junto a Mario viajaron sus hijos Fortunato, Mario y Pedro Brescia Moreyra, y también lo acompañaban sus sobrinos Álex y Bernardo Fort Brescia. Todos alojaron en el Hotel W. En grupo encabezaron el directorio de Melón y luego se dirigieron al Club de Golf Los Leones para almorzar. Remataron el día con diversas reuniones y cruzaron nuevamente la frontera el martes por la noche.
"Les gusta hacer negocios en Chile", aseguran quienes los conocen. Y luego de que compraron a la familia Larraín la empresa de pinturas Tricolor, el 30 de diciembre pasado, se consolidaron como los mayores inversionistas peruanos en el país. Aunque no los únicos.
El 2011 cerró como un año excepcional con relación a la presencia empresarial de nuestros vecinos del norte: hace justo un año, la constructora Graña y Montero compró la empresa de servicios eléctricos CAM, filial de Enersis. Del mismo modo, en mayo la minera peruana Volcan -cuarto productor mundial de plata y zinc y cuyos principales accionistas son la familia Letts- ingresó a Polpaico. Por estos días, además, BCP -el banco más grande de Perú y brazo financiero del grupo Romero- negocia una asociación con la corredora de bolsa nacional IM Trust.
"Prevemos un aumento vertiginoso de las inversiones peruanas en Chile", anticipa el presidente del Capítulo Peruano del Consejo Empresarial binacional, Juan Francisco Raffo. Y si el 2011 las inversiones provenientes de ese país en suelo chileno alcanzaron US$ 3 mil millones, su pronóstico para este año se dispara a US$ 5 mil millones. "Y no sólo de los grandes grupos, esperamos que vengan todo tipo de empresas", agrega.
Diagnóstico que comparte su par chileno del consejo binacional, Juan Eduardo Errázuriz. "Son economías muy complementarias. Y los empresarios peruanos son muy serios y competentes, con una forma de pensar y actuar similares, lo que favorece el clima para realizar negocios conjuntos", señala el empresario, activo inversionista en Perú al mando de Sigdo Koppers.
Los grupos peruanos que están aterrizando son conglomerados de alto prestigio y abultadas billeteras. Cuatro de los cincos grandes consorcios de ese país ya están en Chile y en conjunto suman un valor bursátil que excede los US$ 55 mil millones.
Definitivamente una tendencia que comienza a modificar el escenario y acorta la permanente brecha a favor de Chile -que suma casi US$ 10 mil millones en ese mercado- en la balanza comercial entre ambos países.
Escáner al inversionista
Aunque en Chile sus nombres recién comienzan a sonar con fuerza, los grupos peruanos que están aterrizando en el país son conglomerados de alto prestigio y abultadas billeteras. Cuatro de los cincos grandes consorcios de ese país ya tienen un pie puesto a este lado de la frontera y en conjunto suman un valor bursátil que excede los US$ 55.000 millones, y una liquidez que les permite apostar en grande por Chile.
Pionero en esta avanzada fue el grupo que lidera Dionisio Romero, con un patrimonio que roza los US$ 18 mil millones, la familia aterrizó en Chile en 1995. A lo largo de estos años, y a través de BCP, el grupo ya tiene el 3,5% del BCI, donde tienen un director. Además, en 2004 entraron como socios minoritarios de las familias Urenda, Claro y Von Appen al puerto de Arica. Hoy están a la caza de IM Trust.
Los siguió Carlos Rodríguez-Pastor. El dueño de Interbank puso sus primeras fichas en la industria del entretenimiento local con la cadena de cines Movieland en 2005. La jugada lo llevó a ser uno de los principales expositores en la Enade del 2008.
Luego vinieron los Brescia y los Benavides. Los primeros debutaron en la escena empresarial chilena en 2009 con la compra de Melón. Pagaron US$ 555 millones y en la actualidad se aprestan a desembolsar US$ 96 millones por Pinturas Tricolor, operación que les permitirá diversificar su portafolio en estas tierras.
Con un holding avaluado en US$ 25.000 millones, Minera Buenaventura, del grupo Benavides, ya tiene exploraciones de oro en el norte del país. Y Hochschild, el quinto conglomerado de Perú en tamaño, está en fase de prospecciones.
Pero esta ola de inversiones no sólo está formada por grupos consignados en el ranking de millonarios de Forbes. Hay empresas más pequeñas que también se han expandido por el país. Es el caso de Montana -uno de los grupos de insumos agrícolas más grandes de Perú, con ventas anuales que superan los US$ 100 millones-, que en 2009 compró la firma alemana de alimentos BASF y luego se quedó con la chilena BKN. En la misma línea, Intradevco -el holding industrial más grande de esa nación y fabricante de marcas como Sapolio y Dento- compró Klenzo, compañía en la que ha invertido cerca de US$ 3 millones para aumentar la producción y abastecer también el mercado argentino. En tanto Belcorp, fabricante de los productos de belleza L'Bel y Ésika, afianzó sus operaciones en Santiago.
En este grupo también figuran aquellos que han apostado por los restaurantes. Hoy existen entre 120 y 150 locales de este tipo de capitales peruanos en suelo chileno, los cuales suman una inversión de US$ 200 millones, liderada por el reconocido chef Gastón Acurio.
La otra migración
El destino de los soles
A diferencia de los chilenos que en los 90 comenzaron a invertir en la industria del consumo y en retail en Perú, esta camada de empresarios peruanos que hacen negocios en Chile carece de un sector definido para depositar sus soles. "No tienen un sector predilecto. Se fijan en aquellas áreas que sean más dinámicas para la economía peruana, como la construcción y el mercado financiero", asegura la consejera económica de Perú en Chile, Silvia Seperack. Luis Diez Canseco, abogado asesor de los Brescia, explica que la construcción -que en el país vecino crece sobre el 12%- requiere de insumos. "Tener cementeras en Chile o una fábrica de pinturas es una opción para nutrir al sur del Perú, en especial ahora que no hay aranceles entre ambos países", grafica.
El socio de LAN Perú Emilio Rodríguez Larraín cree que las inversiones en el área financiera -tras la integración de las bolsas de Santiago, Lima y Bogotá- serán parte del nuevo trato. "Ahora son los empresarios, pero luego irán las AFP peruanas, cuando les aumenten el límite de inversión en el exterior", anuncia el abogado.
Por lo pronto, las fichas de los foráneos comienzan a moverse. En el mercado se comenta que los Brescia analizan la compra de una salmonera y que los Romero buscan estrechar los lazos con los Von Appen para potenciar sus inversiones portuarias. Le siguen los pasos el fondo de inversión Enfoca, dueños de la cadena de tiendas Maestro Home Center. Según se comenta en el retail chileno, los empresarios peruanos están negociando la compra de pequeñas ferreterías de manera de transformarse en seria competencia de Sodimac, Easy y Construmart.
Las razones de la apuesta
¿Por qué los grupos peruanos se dirigen a Chile, comparativamente más estable, pero menos rentable, en vez de apostar en países emergentes? "Dos cosas marcan esta tendencia: los empresarios peruanos tienen mucha liquidez y están buscando opciones. En el marco de la mejor relación empresarial entre ambos países y la integración de sus bolsas, los negocios seguirán consolidándose", explica desde Lima Emilio Rodríguez Larraín. Incluso, anticipa una próxima oleada de inversiones protagonizada por las AFP peruanas. "Los límites de inversión extranjera se irán expandiendo para no afectar la inflación ni el tipo de cambio; ahí se verán más flujos de capital. Chile da seguridad a la inversión, independiente de lo que ocurra en La Haya".
"En el marco de la mejor relación empresarial entre ambos países y la integración de sus bolsas, los negocios seguirán consolidándose", explica Emilio Rodríguez Larraín, socio de LAN Perú, y anticipa una próxima oleada de inversiones en Chile protagonizada por las AFP peruanas.
Una de las claves que explican la salida de capitales peruanos al mundo es el boom minero que se ha experimentado en ese país. "Muchas familias locales han amasado ganancias y han decidido diversificar, primero en este rubro en otras jurisdicciones, como es el trabajo de exploración de Hochschild en Chile, o de Milpo con su operación de cátados de cobre en su mina de Iván-Zar, en la II Región", indica el director de estrategia de Celfin Capital, el peruano César Pérez-Novoa. Sin embargo, agrega que la tendencia a salir de los commodities ha empujado buena parte de la diversificación, que también han dirigido a Brasil, Argentina y Colombia.
"Primero fue Colombia, por su gran mercado, y después vino Ecuador, por su cercanía. Chile se ha integrado más tardíamente. Pero luego del Acuerdo de Cartagena están las condiciones. Además, es un país con libre arancel para nosotros desde marzo de 2009, lo que facilita los negocios", añade Luis Diez Canseco.
Instalado desde hace años en Santiago, pero profundo conocedor de los círculos empresariales de su país, el empresario Ernesto Aramburú opina que detrás de un presidente Humala asistiendo a Davos hay una economía emergente con un sector privado liderado por grupos con niveles de ganancias que los impulsa a invertir y diversificarse. "En Lima hay sectores que están saturados, eso se observa en el alza del valor de los terrenos y la falta de oficinas. Por eso los empresarios peruanos están mirando nuevos horizontes, y en Chile hay muchas oportunidades", enfatiza.
Junto con recalcar que cerca del 80% de la inversión peruana en el extranjero está concentrada en Sudamérica y que Chile recibe más de un tercio del total destinado al extranjero, Hugo Santa María, director de Apoyo Consultoría -la más importante de su área en Perú-, señala desde Lima que los empresarios y ejecutivos peruanos ven como algo positivo esta internacionalización. "Es una señal del crecimiento y mayor solidez". Agrega que esperan que este proceso "se acelere y que siga orientado a inversiones dentro de la región, especialmente a Chile".
La corriente de negocios hacia Chile se nota claramente en los bancos de inversiones en Lima. Al ritmo del aumento de las familias cuyos patrimonios bordean los US$ 50 millones crece también su demanda por asesorías profesionales en mercados internacionales, dice el gerente general de MCC Seminario Inversiones, Ricardo Cabello. "Llama la atención la impresionante cantidad de recursos líquidos que tienen las familias peruanas más ricas. Estas cada vez son más atrevidas y ya no quieren dejar sus capitales en el banco. Ahora miran con buenos ojos invertir en el mundo real y no sólo en Perú", dice desde Lima. Y añade: "El "boca a boca" es que a los peruanos que han ido a hacer negocios a Chile les está yendo muy bien, y eso estimula".