Por quepasa_admin Junio 21, 2012

La reunión se extendió por más de dos horas. El martes 12 de junio, el vicepresidente de Bethia, Carlos Heller, y su brazo derecho, Gonzalo Rojas, encabezaron una reunión extraordinaria en Mega, el canal que adquirieron en diciembre del año pasado. Uno de los citados fue el gerente general de la estación, Juan Luis Alcalde, quien cerca del mediodía llegó hasta una de las oficinas emplazadas en el tercer piso de Mega. El encuentro tenía como objetivo analizar los pasos que seguiría la señal privada tras la, hasta entonces, desconocida renuncia de su director ejecutivo, José Miguel Sánchez.

Justo dos semanas antes, Sánchez se había reunido con Carlos Heller en el Club Hípico. La conversación buscaba zanjar un tema que tenían pendiente: definir la continuidad del ejecutivo en el cargo. Desde que Bethia anunció la compra del canal, la permanencia de Sánchez siempre se mantuvo en suspenso. “Desde el día uno, él les dijo que se quería ir”, recuerdan sus cercanos. Pero ésta sólo se concertó ese día en los salones del club.

Mientras cercanos a Sánchez aseguran que su alejamiento fue voluntario y que se debe a una enfermedad que era incompatible con la demanda y el estrés del cargo, en Bethia indican que necesitaban un ejecutivo comprometido full time con el canal, y que ello con Sánchez, nunca se dio.

La noticia se propagó rápidamente por el canal. Por eso Alcalde se convenció que la convocatoria del martes 12 tenía como objetivo informar oficialmente la partida de Sánchez. El gerente general de Mega llegó acompañado de dos de sus hombres de confianza, Pablo Silva, y Pedro Celhay, ejecutivos a cargo de los “números” de Mega, además de Francisco Henríquez, gerente de Programación. Ellos esperaban que allí estuviesen sólo Heller y Rojas. Pero no fue así: también los esperaban dos colaboradores claves del holding: Jaime Cuevas, quien vela por las finanzas de Bethia, y Aldo Siri, encargado de Recursos Humanos. La presencia de hombres externos a la estación fue rápidamente interpretada por Alcalde y sus hombres como señal de que la decisión de desvincularlo estaba tomada. Tanto así, que tras finalizar ese encuentro, él les comentó a sus más cercanos, que sus días en el canal estaban contados.

Otro flanco de tensiones se produjo, a comienzos de este año, cuando desembarcaron varios ejecutivos de confianza de Heller en Mega. Desde entonces, se les comenzó a ver con bastante frecuencia en los pasillos del canal. No sólo eso: empezaron a tomar importantes decisiones en la administración.

El viernes 15, Sánchez y Alcalde firmaron su carta de renuncia. La decisión fue pactada luego de que Gonzalo Rojas les comunicara que el reemplazante de Sánchez aterrizaría en el canal con su propio equipo. Horas más tarde, Bethia difundió un comunicado donde informaba a la opinión pública y a sus trabajadores la salida de ambos ejecutivos a fines de junio. En él, justificaban su partida como una estrategia orientada “a los resultados y a generar contenidos de calidad”. Ni Sánchez ni Alcalde conocieron los detalles de la “versión oficial”, pese a que en una primera instancia habían acordado redactarla en conjunto.  

Alta tensión

Este fue el corolario de la relación entre el grupo Bethia y los ejecutivos históricos de Mega. Sin embargo, los primeros signos de desgaste comenzaron algunos meses antes. Apenas llegaron al canal, Carlos Heller le encargó a Sánchez y a Alcalde que diseñaran un plan estratégico para definir los lineamientos del canal y detallar sus pasos para los próximos tres años. El proyecto debía presentarse el martes pasado. Pero eso no alcanzó a suceder.

En el camino, las diferencias se fueron acentuando. Y si bien en un comienzo la plana mayor de la señal fue ratificada, ciertos episodios fueron distanciando a los ejecutivos y los nuevos controladores. Uno de ellos fue el constante rumor que existía de que el gerente general de Chilevisión, amigo de Heller, Mario Conca, llegaría a un puesto de influencia en la señal. El rumor adquirió incluso más fuerza, en febrero pasado, cuando se les vio a ambos en Puerto Velero. Hoy su nombre vuelve a aparecer. De hecho, en la industria se comenta que ya habría recibido una oferta y se da por descontado que será Conca -también socio de Heller en Azul Azul-  el nuevo presidente ejecutivo de Mega.

Otro flanco de tensiones se produjo a comienzos de este año, cuando  varios ejecutivos de confianza de Heller en Bethia comenzaron a extender su influencia en Mega. Ellos son: Ramiro Sánchez, gerente general corporativo; Jaime Cuevas, gerente de Administración y Finanzas; José Luis Navarrete, Secretario General, y Aldo Siri, de Recursos Humanos. A pesar de que siguen trabajando en el holding, en el edificio Titanium, se les comenzó a ver con bastante frecuencia en Vicuña Mackenna. No sólo eso: empezaron a tomar importantes decisiones en la administración. Si bien para el holding éste era un paso natural en el proceso de transición, los antiguos ejecutivos del grupo Claro lo leyeron como una intervención.

Cercanos a la antigua administración señalan que uno de los episodios que dejan en evidencia estas diferencias ocurrió en abril pasado. Entonces, Pablo Silva, gerente de Desarrollo del canal, decidió desvincular a una ejecutiva comercial de Mega. En esto, contaba con el visto bueno de Alcalde y de todo el equipo ejecutivo. Pero tras hacerlo público, la decisión fue desechada por Aldo Siri, quien ratificó a la empleada en su cargo, evidenciando el nuevo poder con que contaba el gerente de Recursos Humanos de Bethia.

Mega remezón

La distancia entre los dos grupos se agudizó. El 4 de junio Bethia informó que llegaría un nuevo ejecutivo a hacerse cargo de la gerencia de Administración y Finanzas del canal: Gonzalo de la Carrera reemplazaría a Cristián Concha, quien por su parte fue derivado a un cargo corporativo en Bethia. La decisión molestó a Alcalde y a Sánchez porque no fueron consultados.

La falta de canales de comunicación es otro de los aspectos que fueron desgastando la relación. En más de una ocasión, los ejecutivos se encontraron con contradicciones. Por ejemplo, la última semana de marzo, Sánchez, Alcalde, Rojas y Heller viajaron en el jet privado del empresario a Buenos Aires con el fin de comprar los derechos de la Copa América. Aunque el negocio no prosperó, el periplo hizo sentir a los ejecutivos que ambas partes “remaban” para el mismo lado. Sin embargo, a los pocos días leían por la prensa, dicen quienes los conocen, justo lo contrario. “A través de los medios supieron que el proyecto completo estaba en análisis y que en junio se revaluaría el rol de los ejecutivos, eso generaba desconfianzas”, señalan desde Vicuña Mackenna.

Para paliar las malas cifras, la apuesta de Bethia es convertir a Mega en un canal generador de contenidos. La idea es fortalecer las áreas dramática, infantil, de deportes y prensa.

En abril, la crisis se agudizó: el canal dio a conocer sus resultados financieros, que arrojaron una pérdida por sobre los $3 mil millones. Pese a que dentro de la estación aseguran que esto no fue una sorpresa y que se explica por la “pausa” que provocó el cambio de dueño, en la industria de inmediato se comentó que las cosas en Mega no andaban del todo bien.

Estilo Bethia

Acostumbrados al estilo tradicional, directo y formal del grupo Claro, a los antiguos ejecutivos les costó asimilar el sello de Heller. Quienes lo conocen aseguran que en los inicios la relación fue fluida. Pese a ello, ciertas actitudes no cayeron bien en la plana mayor del canal. Como cuando la cabeza de Bethia invitó a dos trabajadores -un camarógrafo y un periodista -a viajar en su jet privado a Buenos Aires para ver el partido de la U con Boca, la semana pasada, para premiar su desempeño.

Otros critican, además, que Bethia ingresó a este negocio en un momento en que el conglomerado estaba en plena expansión y no contaba con el expertise necesario para un negocio que además de cíclico debe enfrentar otro tipo de presiones.

Las críticas también han hecho eco en la parrilla programática. Y si bien dentro del canal agradecen la apertura editorial, el televidente no lo lee del todo bien. La puesta al aire de programas como el talk show peruano Laura -que se transmitió apenas una semana-; la teleserie Maldita, inspirada en la vida de María del Pilar Pérez; y Caso Cerrado Sólo Adultos han generado reclamos de televidentes ante el Consejo Nacional de Televisión. A pesar de esto, los ejecutivos aseguran que esta parrilla es “herencia” de la gestión anterior y que contaba con el respaldo transversal del directorio.

 Además del reclamo de los televidentes, los resultados no han sido los esperados. Mientras entre enero y mayo de 2011 su rating alcanzó 8,6 puntos, en igual período de 2012 la audiencia promedió 6,7 puntos. Su facturación, en tanto, retrocedió 22,4%.

Para paliar las malas cifras, la apuesta de Bethia es convertir a Mega en un canal generador de contenidos. La idea es fortalecer las áreas dramática, infantil, de deportes y prensa.

En esta última área han invertido cerca de US$ 1 millón y los cambios ya están a la vista. A esto responde el programa En Pauta, late de noticias conducido por Soledad Onetto. Además, hace tres semanas estrenaron su nuevo estudio de noticias. Todo se enmarca dentro del nuevo objetivo del canal: atraer al segmento ABC1. En este frente, el canal está siendo asesorado por el director de televisión Cristián Mason, quien está a cargo de la puesta en escena del noticiero.

 Otro de los cambios que está por verse será en el área deportiva. La idea es fortalecer sus contenidos y competir por los derechos de transmisión de grandes eventos. Su objetivo, explican, es “descolgarse” de prensa y ser una unidad independiente.

Todo esto se habló durante el directorio del martes 19 de junio. En la asamblea -la primera sin Sánchez y sin Alcalde a la cabeza del canal- los gerentes de cada área explicaron cuáles eran los lineamientos generales de sus proyectos. Y, pese a que Bethia quiere que estos cambios se ejecuten rápido, sus planes deberán esperar a que llegue la nueva cabeza al canal. Mientras tanto, el nuevo Mega aún está por verse.

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