“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”.
Así comienza la gran novela de Charles Dickens Historia de Dos Ciudades, publicada en 1859, para referirse a las disímiles suertes de Londres y París en tiempos de la Revolución Francesa.
Posiblemente de haber escrito esta obra de ficción en la actualidad podría haber hecho el mismo tipo de contraste entre dos empresas íconos de la revolución tecnológica que caracteriza a la era actual: Apple y Facebook.
Al mismo tiempo que los titulares de la prensa económica destacan que Apple alcanzó la cima como la empresa norteamericana de mayor valor bursátil en la historia (superando los 616 mil millones de dólares), las acciones de Facebook se desploman a la mitad del precio de su debut en bolsa a mediados de mayo pasado, en su momento también marcando el récord de la mayor valorización alcanzada por una empresa nueva que se abría a bolsa.
Con problemas similares también está Groupon, empresa de cupones de descuentos que ha perdido más de un 75% de su valorización bursátil desde su apertura en bolsa en noviembre pasado.
Aterrizando promesas
A diferencia de lo que fue la burbuja tecnológica de fines de los 90, cuando las acciones de cualquier empresa que tenía “.com” en su nombre subían, esta vez los inversionistas en el sector tecnológico han hecho diferencias. Al final del día, más allá de grandes cifras de usuarios o de las vidas glamorosas de sus fundadores, al mercado lo único que le importa es la última línea. Si la película The Social Network (2010) fue un intento de seducir al público a partir de la asombrosa historia de la madre de todas las redes sociales, pareciera que la respuesta del mercado ha sido un frío show me the money.
En su primera entrega oficial de resultados como empresa abierta a fines de julio, Facebook decepcionó a los analistas, al registrar un crecimiento de ventas menor a lo esperado y a márgenes de utilidad más reducidas. Desde entonces se han hecho cada vez más frecuentes las comparaciones con lo que muchos identifican como su archirrival, Google (que a su vez marcó récords en su debut en bolsa el año 2004).
Quizás el análisis más importante tenga que ver con el modelo de negocios. Ambas compañías derivan una significativa parte de sus ingresos de la publicidad. Pero mientras los avisos en Google se relacionan con las búsquedas que el mismo usuario ha generado, el enlace en Facebook es mucho más débil. En este último, el usuario tiene como objetivo interrelacionarse con su red de amigos y contactos y el interés en seguir un aviso es mucho más débil. Si bien algunos ingresos pueden recibir de las múltiples plataformas de juego -entre ellos los de Zynga, cuyas acciones también se han desplomado-, estos aún son una fracción de lo que se obtiene de avisaje. Posiblemente Facebook pueda encontrar en el futuro una mejor manera de guiar al comportamiento de sus cerca de 900 millones de usuarios para generar mayores ingresos por publicidad. Mientras tanto, el mercado espera escéptico y prefiere invertir en modelos de negocios ya probados, como Google o Apple.
Viendo lo que pasó en Apple, no se puede descartar que Facebook pueda retomar el sitial del “niño bonito” de la industria tecnológica. Sin embargo, tampoco se puede descartar que pase al grupo de empresas que nunca lograron recuperar el favoritismo del mercado, como AOL o Yahoo!
Por el contrario, Apple ha cimentado su liderazgo a partir del impresionante flujo de efectivo que generan líneas de productos tan exitosas como los iPads e iPhones. De hecho, estos últimos generan casi el 50% de los ingresos de la empresa. Si fuera una empresa aparte, Apple iPhones sería la de mayores utilidades del mundo, superando a la gigante petrolera Exxon (¡y a estos niveles de precio de petróleo!).
Incluso los negocios “menores” de Apple impresionan. iTunes es un negocio de más de 10 mil millones de dólares en ventas, superando a la mayoría de los sellos discográficos a nivel global. Las tiendas físicas de Apple -es decir, sin incluir iTunes- venden más que cadenas como J.C. Penney o The Gap. Es más, superan a la exclusiva joyería Tiffany’s en ventas por metro cuadrado, convirtiéndolo en la cadena de retail más lucrativa por metraje de tienda nivel global.
Si nos vamos a la generación de caja de Apple -lo que realmente les interesa a los analistas financieros más exigentes-, la empresa genera del orden de 60 mil millones de dólares al año. Eso alcanzaría a financiar cerca de 10 veces la mayor estimación de la reforma tributaria de nuestro país.
No todo está dicho…
Lo más increíble acerca de Apple es que hace 15 años estaba al punto de la quiebra. En 1997 Michael Dell -dueño de una empresa competidora- sugería que lo mejor que podía hacer la empresa era liquidarse y devolverles a sus accionistas la poca caja que le quedaba. Sin embargo, pasó algo impensado. Microsoft -pensando probablemente más en el interés propio de quedar como un virtual monopolio- vino al rescate inyectando 150 millones de dólares en 1997, coincidiendo con el regreso de Steve Jobs a la empresa.
Ya en 1998 Apple volvía a mostrar utilidades de la mano del novedoso iMac. Pero el 2000 volvió a registrar pérdidas. Sin embargo, bajo la visión de Jobs y su capacidad de tomar riesgos -aun con tropiezos- la empresa produjo el quiebre que lo impulsó al lugar donde está hoy. El 2001 lanza el iPod y el 2003, iTunes logra convertirse en el referente del mercado online. El 2006, Apple superaba en valor bursátil a Dell, cuyo fundador había vaticinado su fin hacía menos de 10 años. El iPhone sale al mercado el 2007, el 2008 la tienda de Apps y el 2010 aparece el iPad. El resto es historia.
Viendo lo que pasó en Apple, entonces, no se puede descartar que Facebook pueda retomar el sitial del “niño bonito” de la industria tecnológica. Sin embargo, tampoco se puede descartar que pase al grupo de empresas tecnológicas que nunca lograron recuperar el favoritismo del mercado, como AOL o Yahoo!
Tampoco está asegurado que Apple siga siendo la favorita por siempre. El valor de mercado del salvador de Apple, Microsoft, alcanzó su máximo a comienzos del 2000, tan sólo meses antes de que explotara la burbuja de internet. Ahora apenas se empina por sobre la mitad de ese nivel, a pesar de que ajustado por inflación sigue superando a Apple en el mayor valor bursátil en la historia (Apple tendría que llegar a 900 mil millones para superar esta marca).
En los últimos resultados, Apple mostró que no todo va hacia arriba. Sin ya el liderazgo de Jobs persisten dudas de si la empresa puede mantener su senda de innovación tecnológica y excelencia en el diseño. Quizás no existe industria en que la competencia no sea tan feroz como la tecnológica. Bien lo saben empresas como Apple o como Google, que dedican parte importante de sus recursos a reinvertir en investigación y desarrollo, ya sea interno o al adquirir empresas más pequeñas. Aun así, nadie tiene su futuro asegurado en este negocio; ni si quiera la muerte es una certeza.