Por Emilio Maldonado Marzo 7, 2013

Como cada verano, el Festival de Viña del Mar fue el frente de batalla entre los canales de televisión abierta. Al tanto de la batahola mediática que generaría el evento musical, Jaime de Aguirre decidió irse de vacaciones a Isla de Pascua. Por diez días, y antes de comenzar el certamen, el director ejecutivo de Chilevisión se desconectó de los preparativos. Fue su forma de cargar baterías para lo que vendría.

Hoy, a una semana del término del evento, De Aguirre dice que quedó conforme con los resultados de rating, que superaron el desempeño pasado, cuando Viña registró su peor marca en audiencia desde 1996. Sin embargo, algo le molestó a él y también al resto de los ejecutivos del canal: las críticas desde los otros canales al evento, especialmente a los animadores. El director general del show, Pablo Morales, criticó derechamente a TVN y La Red por lo que calificó como  bullying al programa. De Aguirre refrenda esas palabras y tilda de “ordinarias” las acciones de esos canales.

Ahora, sus preocupaciones son otras.  Chilevisión prepara su parrilla para recuperar el liderazgo que ostentó en 2011. Durante 2012 el canal no sólo quedó relegado a la tercera posición, sino además vio reducidos sus ingresos en 21%, bajando de $70.000 millones en ventas a poco más de $55.000 millones, según datos de la industria.

No será una tarea fácil. El rubro está más duro y los nuevos actores, respaldados por importantes grupos económicos, también se han armado.

-¿Qué pasó en 2012?

-Fue un año difícil para nosotros. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo lo ha recalcado. No obstante, es un canal que logra sus objetivos: ser relevantes socialmente y tener una gestión con utilidades. Ésta no es una carrera de caballos, ni se trata de ser primero simplemente por serlo. Es una carrera más larga.

-¿Por qué 2012 se les hizo complicado?

-Porque es así la vida en televisión. La evolución de cómo se ha repartido la torta en la TV ha variado sustantivamente en los últimos diez años, cuando había dos canales grandes (TVN y el 13), un canal medio chico (Mega) y dos chicos (CHV y La Red). Ahora es una situación mucho más competitiva en términos de rating y de plata. Todo ello te puede mover a que un día estés en primer lugar y otros días en el cuarto. Si estás dentro de los canales que generan audiencias y que la gente ve, a mí no me importa el resto. Eso no significa que seamos autocomplacientes. Nos gusta tener nuevos proyectos, generar temas sociales y lo hemos hecho. Y así como no hicimos bulla cuando fuimos primeros, no es tan grave que seamos terceros.

-¿Cree que tuvieron menos audiencia porque a Canal 13 le fue muy bien con apuestas como Mundos Opuestos y Soltera Otra Vez, o porque ustedes pusieron malos programas en pantalla?

-Las dos cosas. Hubo un trasvasije de los ratings... es ridículo hablar de trasvasije porque las cosas no son así de mecánicas, pero Canal 13 tuvo una performance sobresaliente y nosotros  un desempeño menor a 2011, y ya está. No hay que sacar muchas más cuentas.

-¿Cómo pretenden recuperar terreno en 2013?

-Las proyecciones del canal son ir subiendo. No necesariamente recuperar el primer lugar, pero sí retomar la capacidad de ser seductores con los productos televisivos que nosotros desarrollamos. Sin perder nuestra vocación de estar cerca de la gente, proyectar diversidad, transparencia, y agregarles calidad a los productos. Pero no cambiar nuestros objetivos generales: ser un espejo dinámico y participar de la conversación social. Hemos estado siempre en eso. Desde el inicio de la farándula en Chile hemos sido líderes. En darle vitrina a la gente de a pie también hemos liderado. Esos son nuestros focos editoriales.

-Pero ahora todos hacen farándula, son diversos y dan vitrina a la gente. ¿En qué se diferenciarán?

-Hemos abierto muchos caminos en la televisión, algo que nadie reconoce. Efectivamente hemos impuesto un estilo de hacer televisión. Tanto en lo informativo como en la entretención, que ha  dejado huella para que el resto de los canales vayan ocupando. Nuestra próxima parada es hacerlo mejor. También buscar nuevos temas y estar atentos a lo que está ocurriendo en la sociedad, sin complejos. No creo que haya que estar innovando sólo por innovar. Creo que la TV abierta tiene un rol:  ser  partícipe del cambio, de la evolución y de la dinámica social. Y nos interesa estar en ello.

-¿Cómo cree que estará la competencia?

-Creo que será una pelea más pareja. Estamos todos preparados y significa que quizás sea más estrecho. Pero yo no tengo una bola de cristal para decir qué sucederá. Una de las cosas interesantes de la TV es que, a pesar de tus proyecciones y preparativos, siempre es muy sorprendente. Porque la sociedad es muy sorprendente.

 

“Nunca había visto la ordinariez de este año”

-¿Quedó conforme con el festival?

-Muy conforme. No cometimos ni un solo error. Que las cosas se pudieron hacer distinto, probablemente. Quizás una orquesta distinta, animadores distintos, artistas, director, todo pudo ser distinto; pero dificulto que haya existido un festival tan tranquilo y con buena relación con el municipio como éste. Con ratings tan buenos y parejitos. ¿Qué más se puede pedir? Sería interesante que se hiciera una comparación con los festivales anteriores.

-¿Comparación de qué tipo?

-Programática, de calidad, de artistas, etc.

-Hablando comparativamente, está lejos de ser el festival más visto en los últimos años. ¿Qué pasa con las audiencias, que no son las de antes?

-¿Quién dijo?

-Las cifras. El promedio no fue tan alto, 28 puntos...

-Es que hay más canales. Antes la competencia se iba de vacaciones, pero hoy todos dan la pelea. Pero lo que provoca el festival, con esos peaks, es único. No te olvides que este programa parte a las 10 de la noche y termina a las 3:30 de la mañana. Claro, decir que el rating promedio fue 28 puntos se ve bajo, pero eso significa que por mucho tiempo hubo sintonías por sobre los 40 puntos. Es más de lo que se ve para los partidos de la Selección chilena. Relativizar eso es una manera de disminuir el impacto que tiene este evento.

-Siempre los otros canales son críticos...

-(Interrumpe) Nunca había visto la ordinariez que se vio este año.

-A eso voy. ¿Qué pasó este año que tuvo que salir el director general a denunciar maltrato por parte de TVN y La Red?

-Fueron groseros de más en sus críticas. Si uno hace un escaneo, hay ciertas cosas que ni en los momentos más duros de la farándula se han dicho. Pero no quiero meterme en una polémica porque no me interesa.

-Pero es farándula, así se ha hecho por años, con ustedes como líderes. ¿No es similar este caso, de atacar a rostros de un canal, con la polémica entre TVN y Chilevisión cuando se atacó a Felipe Camiroaga cuestionando su sexualidad? (algo que en su momento motivó la protesta del director ejecutivo de TVN).

-Absolutamente distinto. Es una majadería decir que nosotros detonamos este tipo de guerra. Nosotros jamás hemos caído en estos niveles de ordinariez. Lo que pasó con Camiroaga fue un tema entre dos personas, el cual se resolvió en tribunales. Pero no hemos participado como estación en desprestigiar a la plana ejecutiva de los otros canales, ni usando el lenguaje que se ha usado. La única vez que hubo una ordinariez tal en este canal fue cuando Pamela Jiles atacó a Raquel Argandoña. Y nosotros la despedimos inmediatamente. Nosotros no hemos generado una discusión con La Red y TVN. Estamos respondiendo a un ataque que nos pareció desmesurado.

-¿Se está tornando más agresiva la competencia?

-Espero que todo esto no sea la antesala de perder todos los modales. Espero que todo se dé dentro de los marcos razonables de una competencia lo más sana posible.

 

La nueva privatización de la TV

-Canal 13 anunció su intención de abrirse a Bolsa. ¿Tendrá efectos en la industria?

 -En lo que afecta es que los dueños actuales van a hacer las cosas con plata de otra gente. Me parece bien y es un signo de la modernidad. Pero no creo que cambie la forma como se hace televisión en Chile.

-¿Se torna más dinámica la industria con nuevos grupos empresariales ingresando al juego?

 

-Muy dinámica. La televisión abierta dio un paso muy importante en la privatización en los últimos años. Antes era de personas, pero ahora se puso más dinámica con grupos económicos fuertes detrás, y también con la presencia de grupos internacionales como el nuestro. La televisión privada se instaló en la televisión abierta en Chile.

-¿Y dónde quedará TVN en este juego?

-Yo creo que TVN va a subsistir y disputar el liderazgo en la medida en que esté cerca de sus audiencias. Eso puedo decir en términos generales.  Sobre qué va a pasar adentro, la ley o el directorio, no me meteré a opinar.

-¿Cree que se ha notado el sello de Mario Conca, el ex gerente general de CHV, como presidente ejecutivo de Mega?

-No sé qué ha pasado allá. Hay que mirar con la tranquilidad y con la paciencia que da el tiempo. Los canales no se manejan por personas, y eso me incluye a mí, a Mario Conca, Sebastián Piñera o Pablo Morales.  Nadie hace televisión solo. Acá se forman buenos, regulares o malos equipos y este canal ha hecho buenos equipos. Y el día en que desgraciadamente se fue Mario, asumió Alicia Zaldívar sin ningún problema, y ha llevado ese rol de manera muy notable. La televisión abierta la hacen equipos y así ha funcionado bastante bien.

-Entonces cuando usted se vaya de CHV, ¿esto seguirá tal cual?

-Obviamente que seguirá funcionando. El cementerio está lleno de indispensables.

-¿Ha pensado en su futuro en televisión?

-Tengo un futuro brillante todavía (se ríe). Sí lo he pensado, pero estoy más preocupado en rendir lo que tengo que rendir en este momento. Y ésa ha sido toda la historia de mi vida, y por ahora estoy muy entretenido en lo que estoy haciendo, y pensando en planes de futuro.

-Hay rumores de que se quiere ir, retirarse del día a día...

-No sé. Habría que preguntarles a los opinólogos. También han dicho que estoy enfermo, pero uno se acostumbra en este rol a ser parte de la especulación pseudoperiodística. No estoy ni enfermo ni desganado.

 

Unos socios mal avenidos

-¿Qué le pareció la venta de los partidos de la Roja a Mega por 106 millones de dólares?

-Me sorprendió muchísimo, qué quieres que te diga. Y la sorpresa fue en dos sentidos: primero por la plata que se dice que se pagó, y segundo, la imposibilidad de participación del resto de los canales en una licitación amplia, abierta, transparente y con igualdad de oportunidades. Eso no se hizo y ello no debería ocurrir en un país que se dice que va hacia el desarrollo. Ello tendrá implicancias futuras que desconocemos. Un producto televisivo de tal nivel como es el fútbol no se entrega sin licitación. Porque provoca profundos desequilibrios programáticos,  en los negocios, y porque prefiere a unos canales sobre otros y eso no se hace. No está bien hecho.

-¿Chilevisión habría podido pagar ese monto?

-No hubiésemos querido pagar eso. Turner y Time Warner tienen mucha plata, pero no me parece correcto que la televisión se financie con platas que no vienen de la industria. El fútbol no da esa plata, pero eso lo habrán analizado en Mega.

-Ustedes son los socios actuales de la ANFP, ¿no les avisaron?

-Somos unos socios mal avenidos. Tenemos muchos problemas con la ANFP. Hay una larga historia que todos deben conocer, y radica en la forma cómo se ha ido administrando el actual contrato de transmisión. No hay que olvidar que entre que se nos asigna el contrato y éste se perfecciona, hubo un cambio en la directiva de la ANFP, la cual modificó totalmente la relación que teníamos con ellos. Ello está en un juicio arbitral y veremos cómo termina.

-¿Los vetaron porque no les gustaba cómo los trataba Felipe Bianchi?

-Efectivamente. Lo dijo el mismo Sergio Jadue, presidente de la ANFP, cuando vino a esta misma mesa, en mi oficina, pidiendo que cambiáramos nuestra línea editorial. Totalmente confundiendo negocios con contenidos editoriales. Eso no es aceptable.

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