Por Rosario Zanetta Agosto 29, 2013

El desembarco de la nueva directiva coincidió con la llegada de Rafael Fazio y Jorge Mohor al grupo. Aunque desde hace algunos años asesoraban a Manuel Cruzat en temas puntuales, ahora la dupla asumiría  protagonismo. La idea no les gustó a varios de los ex directores.


Este miércoles, el tribunal decretó extender la investigación por el caso Miscuentas.com por 180 días adicionales, para luego iniciar el juicio oral. A la espera de ello, Manuel Cruzat debe estampar semanalmente su firma en una comisaría de La Reina.


Curauma (en la foto), en las cercanías de Valparaíso, es el proyecto emblema de Cruzat. En la actualidad, es el principal activo de su fortuna

Hace treinta años fue el hombre más rico de Chile. Hoy el escenario es distinto: Manuel Cruzat Infante (73) está viviendo 48 horas cruciales. Este domingo vence el plazo para que el empresario que en la década del 80 llegó a tener más de 100 empresas ejerza la opción de compra de dos mil hectáreas en Curauma, terreno ubicado en las cercanías de Valparaíso. Hoy el predio está en manos de EuroAmerica, empresa con la que Cruzat firmó un contrato de leasing en 2004 por el Fundo Las Cenizas y parte del fundo La Luz.

En el lugar, Cruzat sueña construir una ciudad que albergue a 150 mil habitantes, proyecto con el cual no sólo quiere transformarse en el gestor de la extensión natural de Valparaíso, sino que además, según ex colaboradores, anhela volver a la primera plana empresarial, tal como lo estuvo hasta la crisis del 82.

A dos días de la fecha límite, todo parece apuntar a que el sueño del empresario se verá truncado. Sus negocios pasan por un momento sumamente delicado: el permiso para operar CB, su corredora de bolsa, fue revocado por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en septiembre del año pasado; además, se decretó el quiebre del portal de pagos Miscuentas.com a fines de mayo. De ahí que pocos crean que Cruzat será capaz de reunir los US$43 millones que adeuda a EuroAmerica. Por el contrario, en el mercado apuestan a que el empresario perderá la opción de recompra que tiene sobre esas 2.200 hectáreas, lo que se traduciría en la pérdida de su activo más importante. 

No es primera vez que Cruzat se ve enfrentado a esta situación. El contrato suscrito con EuroAmerica tenía como primera fecha de vencimiento septiembre de 2012. En esa oportunidad, Cruzat esperó a que se venciera el plazo para negociar con la aseguradora. Pidió más tiempo para concretar su opción. En aquella oportunidad la firma ligada a a familia Davis accedió a prorrogar por 12 meses más el contrato. Es este acuerdo el que caduca este domingo.

No es el único deadline a la vista en la hoja de ruta de Curauma: el 15 de octubre sus acreedores -entre los que destaca la Tesorería General de la República- votarán el convenio judicial preventivo. De aprobarse, un síndico entrará a la administración de la empresa. Si no se acepta esta vía, se decretará la quiebra de la firma.

Pero el empresario está decidido a no bajar los brazos. Por el contrario, en los últimos meses ha montado una agresiva estrategia. De hecho, hace tres semanas demandó civilmente a EuroAmerica. El texto legal reclama que durante los últimos años el contrato entre ambas empresas fue injusto y que, como establece el libelo, se le aplicaron intereses “usureros” al grupo liderado por Cruzat, que bordearon una tasa de UF + 9% anual. Por encima, como se enfatiza en la demanda, de la tasa máxima convencional. Por eso, a juicio de su defensa, el terreno ya está pagado y le pertenece. EuroAmerica espera ser notificada para iniciar esta arremetida legal con este nuevo Cruzat, mucho más combativo.

Con todo, este cariz más agresivo le ha generado contratiempos con su entorno más cercano: hace un mes, sus hijos, yernos y amigos más cercanos abandonaron el directorio de Curauma. Pese a ello, el empresario ha seguido adelante y está decidido a recuperar los terrenos en la V Región. 

 

EL TERREMOTO

El 18 de julio, un hecho esencial sorprendió al mercado. En él, Curauma S.A. daba cuenta al regulador una serie de cambios en su administración. Francisco Cruzat Valdés, hijo del empresario, renunció al directorio. Otro de los históricos colaboradores del grupo, su amigo Juan Pischedda, quien el 9 de mayo pasado había sido reelecto presidente de la mesa, también tomaba distancia. 

Cruzat Infante y Pischedda se conocieron cuando ambos eran alumnos del colegio San Ignacio y los une una larga amistad y relación empresarial. Teniendo en cuenta esa cercanía y antes de que el hecho esencial fuera publicado, Pischedda intentó convencer en varias ocasiones a Cruzat de que no estaba tomando las mejores decisiones. A principios de julio, lo llamó por teléfono, convocó a dos reuniones de directorio -que nunca se llevaron a cabo- y también mandó cartas a la mesa para advertir lo que estaba sucediendo. Nada de eso logró hacer que cambiara de parecer. Pischedda, por lo mismo, puso  fin a su amistad y a su relación laboral con Cruzat. Para reemplazarlo, la mesa nombró a Antonio Espinoza como nuevo presidente del directorio, y a Mauricio Pinto como gerente general de la nueva administración. 

Los cambios no terminaron ahí. El mismo documento anunciaba la disolución del comité financiero de la compañía, el cual había sido creado sólo cuatro meses antes, y que estaba integrado por su abogado Alberto Lyon, su hijo Manuel Cruzat Valdés  y sus yernos Marcelo Cox y Salvador Valdés. 

El hecho esencial daba cuenta del fin de otra relación: el contrato que la inmobiliaria mantenía con LarrainVial, firma que hasta entonces asesoraba a Curauma en la venta de terrenos. La ruptura no es trivial, Cruzat es cuñado de Fernando Larraín Peña, socio del banco de inversión y con quien creó su imperio en los 80. Por todo esto, en el mercado se leyó el documento como un verdadero terremoto en el círculo de hierro del empresario.

El desembarco de la nueva directiva coincidió también con la llegada del empresario Rafael Fazio y del abogado Jorge Mohor al grupo. Aunque desde hace un par de años ambos profesionales asesoraban a Manuel Cruzat en temas puntuales, ahora la dupla asumiría un protagonismo bastante mayor. La idea no les gustó a varios de los ex directores. A diferencia de la buena sintonía que este grupo tiene con los abogados Alberto Lyon y Gonzalo Insunza, asesores permanentes de Cruzat, no ocurría lo mismo con los recién llegados. Su estilo más agresivo y su participación en casos polémicos, como la defensa de Mauricio Israel, generaron recelo, y así se lo hicieron saber a Cruzat. 

A pesar de las advertencias, el empresario no desistió. A ambos les encargó liderar las futuras negociaciones que Curauma tendría que enfrentar: entre ellas ir a la carga en contra de EuroAmerica y Falabella. 

 

PUNTO DE QUIEBRE

La nueva mesa rápidamente tomó cartas en el asunto. A fines de julio, los abogados Alberto Lyon y Jorge Mohor llegaron hasta las oficinas de EuroAmerica, en el piso 22 de una torre en avenida Apoquindo. Quedaba poco más de un mes para que venciera la opción de compra de las 2.200 hectáreas y el tema los tenía inquietos. La idea de los asesores de Cruzat era pactar una “salida elegante”: volver a postergar el plazo y llegar a un acuerdo. En EuroAmerica estuvieron dispuestos a recibirlos, pero las tratativas no llegaron a puerto.

A los pocos días se concretó la demanda. La decisión indignó a los ejecutivos de la aseguradora. Con sorpresa, se enteraron de la noticia a través de la SVS. Desde EuroAmerica aseguran que hasta ese entonces habían mantenido buena relación con Cruzat, quien personalmente había aceptado los términos del contrato firmado en 2004. Es más, agregan que el año pasado ayudaron al empresario a buscar un socio para la recompra del terreno. Conversaron con Juan Hurtado, quien se mostró dispuesto a entrar al negocio, pero que el propio Cruzat fue quien rechazó la oferta por considerar que los fundos tenían un valor mayor al que le ofrecieron en esa oportunidad.  

En el intertanto, EuroAmerica también movió sus piezas: traspasó ambos terrenos desde la compañía de seguros a su filial inmobiliaria. Fuentes que conocen el proceso de cerca explican que la medida está orientada a facilitar futuras inversiones en caso de que Cruzat no ejerza su opción de recompra. La decisión fue vista con escepticismo en las oficinas de Curauma, por eso actuaron rápido y ampliaron la iniciativa legal, para hacerla extensiva también a la compañía inmobiliaria.  

Cruzat y su defensa no descartan ir más allá: podrían querellarse contra EuroAmerica por usura y llevar el conflicto al plano penal. De seguir este camino, la batalla judicial podría demorarse al menos siete años en ser resuelta.

 

FIRMA SEMANAL

En diciembre de 2011, Juan Cuneo, presidente de Falabella, recibió una llamada inesperada. Al otro lado de la línea estaba Manuel Cruzat explicándole que se había producido un desajuste contable en Miscuentas.com, proveedor del sistema de pago online para la tarjeta CMR. Según Cruzat, ello produciría un desbalance, pero le aseguró que su empresa estaba corrigiendo el tema para poder devolver los casi US$ 30 millones que a esa fecha faltaban. 

Pasaron los meses, y el 20 de abril de 2012 se destapó el gran escándalo: Falabella denunció ante el Ministerio Público la apropiación indebida por un total de US$ 40 millones. Sus dardos apuntaron a Manuel Cruzat Infante y a algunos de sus hijos, quienes a juicio del retailer estaban involucrados en el delito: José Luis y Nicolás ya fueron formalizados.

Desde entonces, Falabella ha iniciado una poderosa estrategia para recuperar los dineros, pero también para castigar con penas de cárcel el que, según cercanos al grupo, califican de un delito imperdonable. A la fecha ya se acumulan en el expediente que lleva el fiscal Felipe Díaz las declaraciones de ex ejecutivos de Miscuentas.com, de algunos de sus hijos (como Manuel, Gonzalo y José Luis), más el contenido de los computadores que el OS-9 de Carabineros incautó en mayo de 2012. De esa diligencia se rescataron decenas de correos electrónicos, con los cuales el Ministerio Público pretende demostrar la intencionalidad de los hechos. Este miércoles, el tribunal decretó extender la investigación por 180 días adicionales, para luego iniciar el juicio oral. A la espera de ello, Manuel Cruzat debe estampar semanalmente su firma en una comisaría de La Reina.

Pero el incidente con Falabella no sólo enfrentó a Cruzat con la mayor empresa en valor bursátil de Chile. Tras el destape de la operación financiera vino la quiebra de Miscuentas.com. En el mercado atribuyen la caída a que las platas que extraían de CMR servían para financiar las operaciones de todo el holding. Operación que desde Falabella han catalogado como una “bicicleta”.

Como un efecto dominó, la quiebra del portal de pagos repercutió en la liquidez del grupo, y puso a Curauma en una complicada situación financiera. Además, expuso a los hijos de Cruzat a comparecer ante la justicia, fraccionando la unidad que hasta ese entonces caracterizaba al clan Cruzat Valdés. 

Hasta el día de hoy, los asesores de Manuel Cruzat aseguran que el contrato que tenía Miscuentas.com con CMR contemplaba un plazo de 180 días para poner término en la relación entre ambos y que el retailer lo habría incumplido. Cercanos a Falabella refutan este argumento, pues el delito de apropiación indebida que le imputan al líder de Curauma S.A. era causal suficiente para caducar la relación comercial. De todos modos, la defensa de Cruzat no descarta iniciar acciones legales en contra de CMR.

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