Durante abril y mayo de este año, PROhumana realizó una evaluación a la gestión de 35 empresas chilenas y encuestó a 9.132 trabajadores para elaborar el Ranking Nacional de RSE 2013. De ese trabajo se puede obtener una radiografía de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Chile.
Varios son los cambios que se registran desde la pasada medición, en 2012. El más importante es que el 100% de las compañías poseen una política de RSE, el año pasado sólo nueve de diez la tenían. Sin duda que a nivel de gestión integral, esto, junto a las declaraciones explícitas y formales respecto al compromiso con el medio ambiente, son los aspectos más desarrollados.
También mejoraron indicadores como la participación en redes y organizaciones de responsabilidad social, que aumenta de 77% a 90%; la participación en la formulación de políticas públicas, de 60% a 80%, y el número de compañías que cuentan con una política de transparencia, que sube de 66% a 85%.
No hubo avances en política de inequidad social, al igual que en 2012 sólo un 57% de las compañías cuentan con una. El traspaso de prácticas de RSE a proveedores se mantuvo, mientras que la designación de un miembro del directorio como responsable de la política de RSE se mantuvo en 33%. Y la trazabilidad, entendida como la preocupación por registrar que toda la cadena de producción se ajuste a los estándares de la RSE, aún tiene un nivel bajo de desarrollo.
La medición de la huella de agua -el volumen de agua dulce que se utiliza en los procesos productivos- es una práctica que aún no se ha instalado, a diferencia de la medición de la huella de carbono que la realiza el 85% de las compañías. Sin embargo, a pesar de que las organizaciones conocen su impacto en CO2, pocas toman acciones concretas para reducirlo.