Por Juan Andrés Quezada Octubre 9, 2013

© José Miguel Méndez

“Iron Maiden apunta a muchísima gente. Cardiff Aviation lo hace a un público específico. Pero el corazón de todo es la relación entre tú y el cliente. Es probablemente más importante que el producto mismo”, señala Dickinson.


“Me gustan los emprendedores porque toman riesgos y responsabilidades, cuando las cosas van mal y cuando van bien. Y pienso que los funcionarios públicos y los políticos deberían aprender de eso”,  dice el vocalista de Iron Maiden.


En el Salón D del Hotel Sheraton hay una cita de negocios. Es martes en la tarde, y un grupo de altos ejecutivos de la Fidae esperan cerrar un acuerdo que vienen trabajando hace casi un año con uno de los mayores conferencistas sobre empresas de aeronáutica y emprendimiento de todo el planeta. 

Afuera del hotel, cincuenta fanáticos con poleras de Iron Maiden mantienen una vigilia para ver a la banda. En especial, esperan a su vocalista, el hombre que es el emblema de uno de los íconos del heavy metal y que liderará al grupo al día siguiente en una presentación para 60 mil personas en el Estadio Nacional. 

Ambos, los ejecutivos y los fanáticos, aguardan a la misma persona: Bruce Dickinson.

La visita de Iron Maiden a Chile de la semana pasada fue aprovechada para sellar otro acuerdo. Dickinson volverá a Chile el próximo año, pero en un marco completamente distinto. Será uno de los expositores estrella de la Fidae 2014, el tradicional evento aeronáutico chileno, que se hará entre el 25 y el 30 de marzo, donde dará dos charlas basado en su experiencia como empresario y dueño de empresas aeronáuticas. Además, está en conversaciones para hacer otras conferencias en Santiago. Todo con el mismo foco: negocios y emprendimiento.

“Es algo totalmente diferente de Iron Maiden. Cuando estoy en el escenario no es algo similar a lo que hago cuando le estoy hablando a una audiencia de negocios”, dice Dickinson mientras toma un café en la terraza del Sheraton, tratando de separar sus mundos. Sin embargo, luego afirma que en realidad hay algo en común. “Iron Maiden apunta a muchísima gente. Cardiff Aviation lo hace a un público específico. Pero el corazón de todo es la relación entre tú y el cliente. Es probablemente más importante que el producto mismo. En cualquier negocio”.

 

PASIÓN POR LOS NEGOCIOS

“Hay una cultura que hay que cambiar. Es una cultura que es enemiga de los emprendedores, enemiga del riesgo y enemiga de la responsabilidad”. El hombre de corbata que está en el escenario dice esto mientras los asistentes lo ovacionan. Es la conferencia anual de emprendedores de Gales en 2012, y muchos de los empresarios presentes no pueden creer que el mismo personaje que canta “The Number of the Beast”, “Fear of the Dark” y “Run to the Hills” les esté hablando como si fuera uno de ellos.

En rigor, Bruce Dickinson siempre fue una estrella de rock especial. Él llevó a otro nivel su pasión por los aviones: durante una década estuvo contratado como piloto comercial de una línea aérea, Astraeus, y después se convirtió en su gerente de Marketing. “Usaba mis vacaciones para viajar en gira con Iron Maiden”, recuerda hoy.

Después dio un paso más. En 2011 creó con un amigo Cardiff Aviation, una firma que se dedica a hacer mantención de motores a aviones. “Nunca pensamos en hacer mantención, pero mientras más le dábamos vuelta, más nos dábamos cuenta que era como la mayonesa en el sándwich: permite mantener juntos a todos los otros elementos del negocio”, explica Dickinson.

El vocalista de Iron Maiden revela que la gracia de su negocio es que seis proveedores controlan el 70% del mercado mundial. “No tienes que ir a muchos consumidores diferentes: tienes que apuntar a uno o dos clientes para controlar a dos mil o tres mil aviones”, cuenta, mientras usa un jockey de la Fidae.

El paso siguiente fue llevar su experiencia como empresario a las charlas. Hace dos años, Dickinson comenzó a exponer en seminarios, mostrando su “lado B” con intervenciones que aludían, entre otras cosas, al modelo de Apple y Steve Jobs en los negocios. “Es un ejemplo de una compañía que, durante un período de su existencia, tuvo tal lealtad de sus clientes, que ellos se convirtieron en consumidores no tradicionales. Eran casi como un culto religioso”, es el análisis del cantante.

En una de sus charlas, él fue más allá: dijo que la estrategia era convertir a los consumidores en fanáticos. “La relación con los fans es crucial para nosotros, porque sin ellos no existiríamos”, dice hoy Dickinson, hablando de Iron Maiden. “Pero para muchos negocios, la relación con los consumidores no es tan íntima como podría ser, y por eso son vulnerables a su competencia. Cuando tienes un producto por el que la gente siente pasión, incluso un producto superior no necesariamente cambiará la mente de las personas”.

 

EL MÚSICO EMPRENDEDOR

Juan Tomás Gacitúa cuenta que la idea partió en noviembre de 2012. Que su empresa, Mito Producciones, estaba trabajando junto con la Fidae para buscar una figura de renombre que viniera a la edición 2014 de la feria. La idea era que, además de ser un buen expositor, tuviera algún vínculo con el mundo aeronáutico. Y el nombre de Dickinson salió casi de inmediato. “Empezamos a estudiarlo, y no fue difícil ver que fue piloto comercial, que después fue gerente y que ahora está detrás de una compañía”, cuenta.

Las negociaciones se cerraron hace dos meses, pero el encuentro clave se dio en mayo, en Londres, cuando uno de los ejecutivos de la firma se reunió personalmente con el cantante y empresario. “Fue una reunión de una hora y media, donde se explayó sobre todo: el emprendimiento, los aviones y sus pasiones. Le interesó bastante la Fidae, y además Chile es un país que le gusta mucho”, revela Gacitúa.

El coronel José Ignacio Nogueira, director ejecutivo de Fidae 2014, afirma que le sorprendió el nivel de conocimiento que Dickinson demostró sobre el evento en la reunión que tuvieron en Santiago el martes 1 de octubre, un día antes del concierto de Iron Maiden: “Conocía a la Fidae por su relación con Farnborough, la principal muestra aeroespacial del Reino Unido”, cuenta, explicando que además el cantante tenía muy claro el rol de la instancia como una plataforma comercial. “Hemos podido valorar el reconocimiento que existe de Bruce Dickinson, por su calidad de emprendedor y generador de múltiples negocios asociados. En todo el mundo es conocida su capacidad para destacar las fortalezas del ambiente, así como proyectar oportunidades comerciales”, afirma Nogueira.

Las dos charlas de Dickinson en la Fidae están programadas para el viernes 28 de marzo. “Hablaré sobre cómo administrar cambios, sobre liderazgo, emprendimiento y motivación”, dice el cantante, aunque revela que el detalle sólo lo resuelve al saber cuál será su público: “No decido qué es lo que voy a decir hasta que veo a la audiencia. Tengo muchas cosas diferentes sobre las que puedo hablar, pero necesitas ver a la gente para ver cómo va a ser tu discurso”.

 

UN TOUR DIFERENTE

El público del Estadio Nacional ruge cuando Bruce Dickinson se toma un descanso en el concierto para hacer un brindis. La cerveza se llama Trooper, y el gesto no es casual: es la cerveza oficial de Iron Maiden, lanzada este año y que está a disposición de los fanáticos en todo el mundo, incluidos varios bares de Santiago.

Aunque a Dickinson no le gusta vincular su carrera como empresario y su rol como vocalista de una banda legendaria del heavy metal, es imposible no hacer el paralelo. El último tour del grupo, Maiden England, obtuvo ingresos en torno a US$50 millones con sus presentaciones en vivo. Eso, además del merchandising y de ideas como Trooper. El propio cantante dijo en una charla en 2012 que el modelo de negocios de la música había cambiado con internet, y que los discos ahora eran sólo una excusa para hacer presentaciones en vivo. “La música va a ser gratis. Pero la polera te va a costar 100 libras”, bromeó en esa intervención.

La parada en Santiago fue especial, más allá de por el histórico lazo que une a Chile con la banda, que incluye una polémica cancelación de un concierto en 1992 por gestiones de la Iglesia. Era la última parada de la gira, y el inicio de un descanso para Iron Maiden que durará al menos hasta el próximo año. Pero Dickinson no pierde el tiempo. Su agenda de los próximos meses está llena de fechas: de aquí a fin de año estará en Estocolmo, en Copenhague, en Dublín y varias otras paradas. Es una gira, pero una distinta a las que hace con su banda. Esta vez, estará sólo él, como conferencista, hablando de sus experiencias ante un público que lo espera no sólo por su voz, sino por lo que pueda decir en cuanto al mundo de los negocios. “Dickinson tiene una versatilidad muy grande. Hay que pensar que él se sube a un escenario y se transforma. Y un día antes estaba con nosotros hablando de la Fidae, los aviones y de lo que iba a decir en la charla”, dice Gacitúa.

Eso, el cambio constante y la creatividad, es lo que Dickinson trata de destacar como el eje de su mentalidad. Lo dice alguien que ha sido esgrimista, escritor y director de series de televisión, además de músico y empresario. “Me gustan los emprendedores porque toman riesgos y responsabilidades, cuando las cosas van mal y cuando van bien”, afirma. “Y pienso que los funcionarios públicos y los políticos deberían aprender de eso. Porque la gente que no toma riesgos tampoco toma responsabilidades”.

No todo lo que brilla es metal

Bruce Dickinson se presentará el viernes 28 de marzo 2014  en la Fidae a las 10 y las 14:30 horas. Las entradas se colocarán a la venta desde el lunes 28 de octubre por Ticketek. Los asistentes pueden reservar su entrada enreservasdickinson@mitoproducciones.cl

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