Por Rosario Zanetta Noviembre 21, 2013

© José Miguel Méndez

“La gente vincula el Caso Cascadas con la Bolsa porque las operaciones se hacen acá, pero nosotros no podemos estar juzgando intenciones. Estos casos no se denunciaron a la Bolsa, sino que a la SVS. ¿Cómo voy a hacer investigaciones respecto de algo que no conozco?”.

“¿Cuál creo que es la aversión ahora? Que el Partido Comunista sea parte de la Nueva Mayoría. ¡El cuco! Si me pregunta, yo prefiero tener a los comunistas dentro: no les tengo miedo”.

A Hernán Somerville la gente lo sigue parando en la calle. Aunque hace casi tres años dejó de ser el presidente de los banqueros, todavía se le acercan desconocidos para pedirle que baje las comisiones o para quejarse por los casos de abusos. Para él, sin embargo, su rol por 20 años como cabeza de la Asociación de Bancos es una cosa del pasado. Hoy está dedicado a trabajar menos y a viajar más. Los fines de semana parte religiosamente a Zapallar; y ha aprovechado de escaparse fuera de Chile.

A sus 72 años, Somerville admite que ya no trabaja 24/7, aunque tiene varios proyectos en mente. En diciembre, abrirá junto a sus hijos un nuevo restaurante en el Patio Bellavista. También dedica parte de su tiempo a negocios inmobiliarios y al manejo de su propio patrimonio y el de terceros. Por eso, dice, se levanta temprano y mientras hace ejercicios, ve Bloomberg, la BBC y CNN. Además, desde su oficina, en Nueva Costanera, monitorea los mercados, lee el Wall Street Journal y el Financial Times.

Desde hace 14 años es director de Enersis y desde 2012 de la Bolsa de Comercio. Su participación en la eléctrica le valió duras críticas el año pasado, cuando la compañía intentó llevar a cabo el aumento de capital más grande de la historia en Chile. Hoy prefiere no referirse a ese tema. De lo que sí se hace cargo en esta entrevista es de su nuevo rol como miembro del comité ad hoc que la Bolsa creó como respuesta al Caso Cascadas. La formulación de cargos por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) contra ejecutivos de SQM obligó al directorio a reaccionar. Porque, pese a que ya existía un Comité de Buenas Prácticas, la crítica situación provocó que el mismo directorio creara una instancia específica dedicada al caso. Por eso pusieron a Somerville y Juan Andrés Fontaine, directores independientes de la Bolsa, a trabajar con su presidente, Pablo Yrarrázaval.

-¿En qué ha consistido el trabajo de este comité?

-Comenzamos hace sólo un par de días: nos reunimos una vez a la semana durante dos horas a analizar, desde la perspectiva de la administración, la reglamentación bursátil. Nuestro próximo paso es reunirnos con miembros de las corredoras, con algunos directores y con el Comité de Buenas Prácticas. La idea es generar un informe con ciertas conclusiones, que será presentado al directorio, que determinará qué hacer con su contenido.

-¿Por qué no le dieron esta atribución al Comité de Buenas Prácticas que integran Enrique Barros, Leonidas Montes y Lisandro Serrano? Da la impresión que están duplicados…

-Al Comité de Buenas Prácticas lo vamos a escuchar, estamos hablando permanentemente con ellos. Su opinión es fundamental. El comité ad hoc no es más que una forma de abordar el análisis con más eficiencia y rapidez. Como directorio era obvio que nosotros teníamos que hacer ese trabajo. Esto no es en menoscabo del que hacen ellos.

-Más allá del trabajo que están llevando a cabo, ¿qué opinión tiene respecto del Caso Cascadas?

-Primero, la investigación no está terminada. Y por lo que yo he leído de los cargos, la SVS ha dicho que se ha cumplido con la reglamentación.

-Pero la SVS dice lo contrario: abrió una investigación y formuló cargos contra cuatro ejecutivos.

-Pero se ha cumplido formalmente con la regulación. Que ellos estén juzgando intenciones, esquemas, es un tema que le compete a la jurisdicción del Estado.

-Dentro de ese esquema, lo que dice la SVS es que se están pasando a llevar los intereses de los accionistas minoritarios y la Bolsa también debe velar por ellos.

-Nosotros tenemos que velar porque la reglamentación sea la adecuada. Y para que exista la mayor transparencia, pero nosotros no seguimos el detalle de cada transacción. Para eso están los organismos reguladores. Nosotros no podemos hacer justicia privada.

-¿Qué sucede cuando a una corredora de bolsa llega un cliente pequeño y compite con los negocios que pueda estar haciendo el socio de la corredora? León Vial dijo que a él le ofrecían negocios desde la corredora…

-Aquí hay normas estrictas y tienen que cumplirse. Lo que usted dice es parte de la investigación. Hay que atenerse a que las instituciones funcionen.

-Hace unos días, Pablo Yrarrázaval dijo que el Caso Cascadas no afectaba la imagen de la Bolsa. ¿Comparte esa idea?

-En un análisis serio y riguroso, creo que no la afecta para nada. En un ambiente de mitos, de desinformación, obviamente la gente sospecha. La gente vincula el Caso Cascadas con la Bolsa porque las operaciones se hacen acá, pero nosotros no podemos estar juzgando intenciones. Estos casos no se denunciaron a la Bolsa, sino que a la SVS. ¿Cómo voy a hacer investigaciones respecto de algo que no conozco? Como directorio hemos acogido la preocupación, los comentarios públicos y lo resolvimos con la creación del comité.

-¿Pero qué libertad de acción tiene el comité, si una de las personas a las que le presentarán el informe es León Vial, que aparece en la investigación de la SVS?

-Si la SVS le formula cargos, eso es una cosa distinta. Pero aquí no hay cargos contra esa persona.

-¿Y si luego los hubiese?

-Hay personas a las que no es necesario que el resto les diga qué es lo que hay que hacer.

-¿Qué incentivo puede tener el directorio para elevar las exigencias que les hace a los corredores respecto a las transacciones bursátiles si eso en última instancia puede mermar sus propias utilidades?

-Yo estoy en la Bolsa por su imagen y no me voy a meter a mi edad en una entidad de la cual voy a salir desprestigiado. ¿Qué nos interesa a nosotros? Tener la mayor cantidad de transacciones posible. Que la Bolsa se transforme en una plataforma. Queremos que esto sea un centro financiero respetado. Nos estaríamos pegando un disparo en los pies si hiciéramos lo contrario.

-¿Qué le parecen las críticas que dicen que la Bolsa funciona como un “club de Tobi”, que le falta profesionalizar su gobierno corporativo?

-En gobiernos corporativos la normativa que rige los conflictos de interés es bastante estricta. No he visto reclamos de la SVS respecto a la Bolsa. No veo un club de Tobi, éste es un directorio absolutamente profesional con dos directores independientes. Con los miembros del directorio no tengo ninguna vinculación personal: no he estado en la casa de ninguno de ellos, excepto en la de Pablo Yrarrázaval, que es amigo mío por otras razones.

FICHAS A BACHELET

-Usted se jacta de haber participado en la repactación de la deuda externa en el gobierno de Pinochet, pero se le conocen sus vínculos con la Nueva Mayoría. ¿Por quién votó el domingo?

-Por Michelle Bachelet. Hice un análisis al respecto: los últimos seis años en Chile, por razones varias, se ha generado un mundo de expectativas importante. Hay un clamor público de cambio, muy centrado en derechos y no en deberes. En este país se generó lo que algunos llaman el síndrome de los US$ 20.000 per cápita. Esto se da cuando un ciudadano escucha que estamos a un paso de ser desarrollados y se pregunta ¿dónde está el desarrollo? A Evelyn Matthei le tengo respeto y considero que ha sido muy valiente en el último tiempo, pero pienso que Bachelet va a manejar mejor el tema de las expectativas que la centroderecha.

-¿Por qué?

-Porque tiene redes y contactos con los sindicatos. Éste es un tema no menor, porque si las expectativas no se manejan bien, este país va a tener un retroceso importante. No hablo del fin del mundo, ni de la teoría del terror. Pero si las demandas sociales no se canalizan bien, Chile puede tener un retroceso en crecimiento y desarrollo. Habiendo dicho eso, no soy partidario de la Asamblea Constituyente, ni de la eliminación del FUT, ni de que a mis hijos el Estado les pague la educación.

-Pero ésas son las reformas claves del programa de Bachelet. Entonces ¿por qué apuesta por ella?

-Voto por ella en lo grueso, por las características que tiene y por el gobierno que hizo.

-¿Cuál es para usted el punto crítico de la eliminación del FUT?

-Ése es un tema complejo y el impacto en las pymes es la clave. Además, entre la gente que tiene recursos esto va a generar desconfianza. Por eso me opongo: por el impacto que puede tener en la inversión, en el crecimiento y en el ahorro de las empresas. En Chile, son las compañías las que invierten. Por eso espero que Bachelet haga un análisis muy a fondo de este tema y no sólo con papers de académicos. Confío en ella.

-¿Por qué cree que el empresariado tiene aprensiones ante un eventual segundo gobierno de Bachelet?

-Desde que tengo esta nueva vida ya no hablo con empresarios. ¿Pero cuál creo que es la aversión ahora? Que el Partido Comunista sea parte de la Nueva Mayoría. ¡El cuco! Si me pregunta, yo prefiero tener a los comunistas dentro: no les tengo miedo.

-No le preocupa lo que algunos consideran un giro a la izquierda…

-¿Pero qué es lo que llaman el giro a la izquierda? ¿El tema tributario es un giro a la izquierda? Yo no tengo problemas con que suban el impuesto del 20% al 25%.

-¿Y qué le parece la AFP estatal que propone Bachelet?

-Tampoco tengo problema con eso. Yo propuse que el BancoEstado tuviese una AFP y me lo rechazaron por un voto. Creo que eso agregaría competencia al sistema, sobre todo ahora que hay muchas AFP extranjeras.

-¿Y qué opina de la eliminación del DL 600 que incide en la inversión extranjera? También es una propuesta de la candidata…

-Eliminar el DL 600 no tiene ningún sentido. Esto es una cuestión netamente academicista. Y tengamos cuidado: en el caso de las inversiones variables nadie lo utiliza, pero para las grandes inversiones sigue siendo muy útil. No soy partidario de su eliminación.

-¿Qué evaluación hace del gobierno de Sebastián Piñera?

-Si uno ve los crecimientos que hemos tenido, ha sido un buen gobierno. Yo lo único que me he cuestionado es por qué no ha hecho las reformas que el país requiere y que ellos mismos le exigían anteriormente a la Concertación.

-¿A qué reformas se refiere específicamente?

-A algunas como la flexibilidad laboral. En materia energética el gobierno ha hecho cero. En concesiones, ha avanzado poco en comparación con periodos anteriores. Piñera ha tenido suerte y un escenario externo espectacular: buenos precios del cobre, liquidez internacional, la recuperación de China... Digamos que Piñera hizo una buena gestión, pero también que tuvo suerte.

Relacionados