Por Axel Christensen Diciembre 23, 2013

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El 2014, las economías desarrolladas deberían acelerarse en conjunto por primera vez desde el 2010. Sin embargo, una preocupación clave es que las políticas de los bancos centrales globales dirigidas a estimular el crecimiento podrían estar “estirando demasiado la cuerda”.

Los optimistas y pesimistas coinciden en que el PIB de China se está desacelerando, pero también en que una leve desaceleración es buena, especialmente si se trata de un reequilibrio hacia una economía impulsada por el consumo.

Aunque se espera que en el 2014 se empiece a desacelerar la marea global de liquidez, con un paso ya dado en EE.UU., vemos que los activos de riesgo, como acciones y bonos corporativos, aún tienen más retornos para el inversionista dispuesto a “exprimirlos”. Pero deben estar atentos para desechar la fruta cuando ésta comience a marchitarse.

Los factores claves para la inversión durante este nuevo año son: I) la salida gradual del estímulo cuantitativo por parte de la Reserva Federal norteamericana, II) las señales tentativas de una (débil) recuperación en la Zona Euro, III) el plan de crecimiento de Japón, y IV) la agenda de reformas en China y su potencial para crear sorpresas positivas o riesgos negativos imprevistos.

 
ESCENARIOS POSIBLES PARA EL 2014

El BlackRock Investment Institute, el centro de estudios interno de la empresa en la que trabajo, ha presentado tres escenarios de inversión para el 2014, en un contexto de bajo crecimiento nominal y con la política monetaria impulsando los mercados:

-Un escenario central “bajo por más tiempo”, con un 55% de probabilidad de ocurrencia, considera tanto un crecimiento económico global como condiciones financieras de liquidez moderadas.

-Un escenario optimista, “estallido de crecimiento”, con un 25% de probabilidad, incluye una aceleración del crecimiento y un estrechamiento gradual de la liquidez global.

- Un escenario pesimista, “desequilibrios llevan a desbordes”, con 20%, donde las cosas que pueden salir (muy) mal, salen (muy) mal.

 

¿ES LA POLÍTICA MONETARIA LA PANACEA?

El 2014, las economías desarrolladas deberían acelerarse en conjunto por primera vez desde el 2010. Sin embargo, una preocupación clave es que las políticas de los bancos centrales globales dirigidas a estimular el crecimiento podrían estar “estirando demasiado la cuerda”.

 Dicho de otra forma, el bajo crecimiento no puede resolverse solamente a través de la política monetaria, porque esta última no ofrece soluciones a la falta de capacidades de la fuerza laboral, el envejecimiento de la población o las políticas proteccionistas. Los bancos centrales pueden aliviar un poco el dolor, pero al final los legisladores deben desarrollar reformas estructurales para impulsar el crecimiento.

 
DIVERSIFICA, DIVERSIFICA, DIVERSIFICA

Los inversionistas deberán intensificar la búsqueda de diversificación durante el 2014. En un entorno donde las tasas reales y la volatilidad general se atenúan, se presenta como favorable para invertir en acciones. Sin embargo, es importante estar atentos a cuando los fundamentos dejan de ser el impulso detrás del retorno de las acciones y se pasa a un terreno de burbuja.

Como un elemento de diversificación a la inversión tradicional en bonos y acciones es aconsejable considerar otras alternativas, como las inversiones en bienes inmobiliarios u otros activos “reales”, como fondos de infraestructura. Si bien hay que considerar apropiadamente el riesgo de menor liquidez de estas opciones, destaca el que ofrezcan retornos no correlacionados en un mundo donde el crecimiento seguirá relativamente bajo.

 

VISIÓN POR REGIÓN

En EE.UU., el escenario central proyecta que el crecimiento se acelere cerca de un 2,5%; la Reserva Federal seguirá con implementación de recortes leves a su plan de compra de bonos de largo plazo, pero mantendrá las tasas de política monetaria, incluso hasta el 2015.

Ante este nuevo escenario de tasa de interés, habrá que mantenerse expectante a la evolución de los mercados accionario e inmobiliario. Por otro lado, las oportunidades en renta fija durante el 2014 seguirán evolucionando y alejándose de una dependencia de las tasas de interés a la baja y hacia una clase de activos donde los retornos se obtengan del valor relativo entre los diferentes bonos individuales.

En Europa, la austeridad fiscal y el envejecimiento de la población mantendrán lento el crecimiento, y la periferia del continente seguirá aquejada por una pesada carga de deuda y en la batalla por recuperar la competitividad. Desgraciadamente, el Banco Central Europeo no tiene demasiado espacio de maniobra. Sabe que la Zona Euro necesita una moneda más débil para salir de la deuda vía exportaciones e importar algo de inflación. Sin embargo, el euro se ha fortalecido debido a un superávit en la cuenta corriente y a la reducción del riesgo de su sistema financiero. El resultado probable para el 2014 es una mayor flexibilización monetaria, aun con la oposición alemana. En este escenario, la visión es la de un “optimismo cauto” con respecto a las acciones europeas, cuyas valoraciones son relativamente bajas, especialmente comparadas con las acciones americanas.

En el caso de Japón, el plan de reactivación de las “tres flechas” enfrentará sus primeros obstáculos. Como consecuencia, los resultados para la economía nipona pueden ser muy buenos o muy malos. La receta de Japón para el crecimiento, Abenomics, podría realmente funcionar si se llegan a aprobar e implementar las reformas estructurales del plan. Por otra parte, la salud fiscal a largo plazo de Japón aún enfrenta desafíos. Por ejemplo, si la economía logra despegar y las tasas aumentan, los crecientes costos de la abultada deuda pública japonesa podrían interrumpir cualquier expansión e incluso podrían desencadenar una crisis. En conclusión, aún queda valor en la Bolsa japonesa, pero los riesgos son altos.

Las reformas recientemente anunciadas en China, que incluyen la liberación de tasas de interés, liberalizar la moneda RMB, y permitir la propiedad de la tierra en zonas rurales, la mayor transferencia de riqueza en la historia, parecen alentadoras, y podrían sentar las bases para un alza en la renta variable asiática. La clave es si los políticos realmente seguirán adelante con sus promesas. La volatilidad puede ser alta en tanto no se vean algunas evidencias. Los optimistas y pesimistas coinciden en que el PIB de China se está desacelerando, pero también en que una leve desaceleración es buena, especialmente si se trata de un reequilibrio hacia una economía impulsada por el consumo. Con todo, no es probable una crisis en China, pero hay preocupación sobre el crecimiento del crédito.

 

¿QUÉ HACER CON MI DINERO?

Con el escenario anterior, la pregunta claves es como posicionar las inversiones. A continuación se presenta un resumen de las recomendaciones para el 2014:

 

• Cartera global

En términos generales, mantener la preferencia por la renta variable sobre los bonos, particularmente en el escenario central “bajo por más tiempo”.

Ante un aumento en la correlación entre las acciones y la renta fija, los portafolios “tradicionales” se han vuelto más riesgosos. Luego, es recomendable incorporar inversiones que ofrecen diversificación, como infraestructura y bienes raíces, entre otros.

 
• Acciones

Si bien las acciones de EE.UU. no están baratas, no se encuentran (todavía) en territorio de burbuja. En todo caso, es recomendable diversificar la inversión a Europa y Japón, basado en valuaciones más atractivas.

Para los que tengan mayor tolerancia al riesgo, las acciones de mercados emergentes ofrecen una atractiva opción versus las de mercados desarrollados. En todo caso, se sugiere ser selectivo (por países menos vulnerables al aumento de tasas en EE.UU.) e incluir exposiciones indirectas (multinacionales).

 
• Bonos

Gran parte de la renta fija aún aparece cara y riesgosa en un escenario de tasas en aumento (especialmente la deuda gubernamental). El aumento en las tasas sugiere preferir vencimientos a corto plazo, aunque a medida que vaya desarrollándose el recorte del programa de compra se anticipa que empezarán a presentarse alternativas atractivas en plazos más largos. Hay que tener cuidado con algunos mercados crediticios con problemas de “cuello de botella”, donde es fácil entrar en tiempos de abundante liquidez, pero difícil salir de ellos cuando ésta se reduce.

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