Era un destino que tenía pendiente. Aprovechando las recientes vacaciones de invierno, el empresario Alejandro Ergas (50), junto a uno de sus hijos, partió a mediados de julio al centro de esquí Catedral, en la Patagonia argentina. Para ambos, quienes son amantes del deporte blanco, era una tarea por hacer. Querían conocer cómo era uno de los destinos turísticos de invierno más famosos del hemisferio sur. En parte, el lugar fue elegido por curiosidad, pero en gran medida por aprendizaje. Ergas, junto a su hermano Eduardo y a los empresarios Abraham y Ricardo Senerman son dueños de Valle Nevado, quizás el resort de montaña más famoso de Chile. 

La fecha elegida coincidió con el inicio de la temporada trasandina. La escasez de lluvia en el sur argentino retrasó la puesta en marcha de los andariveles, casi un mes después que lo hicieran sus pares en Chile. De ahí se explica la mala experiencia que hoy Ergas dice que tuvo con el centro turístico: filas eternas para acceder a las pistas, multitudes usando los andariveles y la mala calidad de la nieve hicieron que el empresario pensara que el plan que trazó para Valle Nevado, hace seis años, tuviera sentido.

Luego de pasar cuatro años en la gerencia general, Ergas comenzó a pensar qué giro podía tomar Valle Nevado. Fue en ese momento que el directorio -entidad que hoy preside- decidió que, además de fortalecer el rubro hotelero, el cual había sido el corazón de Valle Nevado desde su apertura en 1989, también había que crecer en infraestructura y, con ello, explorar la construcción de departamentos. Se trazó un plan maestro de cara al 2022, y se puso como condición que la expansión fuera ordenada, sin que se produjeran atochamientos en las pistas ni exceso de turistas o residentes en los andariveles. Mucho menos, peleas para encontrar estacionamientos. Precisamente para evitar la experiencia que tuvo hace un mes en el sur argentino.

A cinco años de haber puesto en marcha el plan estratégico, el cual requerirá una inversión total de US$ 200 millones, Ergas se siente satisfecho. Se han construido casi 240 departamentos en las laderas del complejo turístico, lo cual representa apenas seis de las 19 torres proyectadas para el lugar. Una miniciudad a tres mil metros de altura.

Tal ha sido el impacto de este crecimiento, que hoy Valle Nevado se ha convertido en uno de los destinos de moda en Brasil, el principal origen de los turistas que deambulan de los hoteles y departamentos en la nieve. De los 40.000 tickets diarios vendidos a extranjeros por temporada, más de la mitad quedan en manos de los brasileños, quienes además abarrotan las casi 7 mil camas que tienen los tres hoteles. Ergas lo resume: el 60% de los visitantes que pisan Valle Nevado, asegura, vienen de São Paulo, Curitiba, Río de Janeiro y Belo Horizonte.

Tal ha sido la notoriedad del complejo, que hace unas semanas Jeff Koons, considerado el artista vivo más caro del mundo, lo eligió como su destino de vacaciones, lo mismo que hiciera algunas temporadas atrás el actor Keanu Reeves, el cantante Seal o el DT del scratch brasileño, Luiz Felipe Scolari.

Ergas, dueño además de los hoteles Plaza San Francisco y del boutique Le Rêve en Providencia, cree que una vez completado el plan de expansión comenzarán a mirar otro punto de la cordillera. De las 10.000 hectáreas de propiedad, apenas han ocupado 900, por lo cual ya está analizando la factibilidad de crear un nuevo polo de desarrollo turístico en las inmediaciones de Valle Nevado.

FANTASMA MUNDIAL
Los Ergas y Senerman compraron Valle Nevado en 1998, cuando la francesa Schneider Electric decidió desprenderse de todos los negocios no relacionados con su giro principal. Valle Nevado, por ese entonces un pequeño hotel de invierno a más de 3.000 metros de altura, fue uno de los primeros activos en ser puestos a la venta.

Tres grupos nacionales y uno extranjero acudieron al llamado. Entre ellos estaba la familia Ergas, quienes luego de conversar con Abraham y Ricardo Senerman decidieron ir en conjunto. “Yo había vendido CasaPiedra a la familia Edwards ese mismo verano y con mi hermano decidimos ir por Valle Nevado. Juntamos a Abraham y a su hijo Ricardo, a quien mi hermano Eduardo lo conocía desde el colegio, y presentamos una oferta”, recuerda el presidente de Valle Nevado. A los pocos días, los citaron a París y en un fin de semana sellaron el acuerdo.

Por la experiencia en hotelería, Alejandro quedó en la gerencia general, cargo que hoy ocupa Ricardo Margulis. Desde ese sitial, Ergas comenzó a diseñar la forma cómo posicionar el centro en el circuito internacional. Mirando el mapa, Brasil con sus 190 millones de habitantes, la ausencia de cordillera y su cercanía con Chile lo hicieron el mercado lógico. Hoy Valle Nevado tiene oficinas de ventas en las grandes ciudades brasileñas, contrata agencias de comunicaciones en São Paulo y, además, organiza viajes de prensa al centro de esquí. Todo para fijar a Valle Nevado como el destino de invierno de los paulistas.

Por la alta preponderancia del mercado brasileño, a fines de 2013 un temor invadió a Ergas. La Copa Mundial de Fútbol no sólo coincidiría con el inicio de la temporada 2014. Además, podría dejar a Valle Nevado sin sus principales clientes.

Tras reforzar las campañas de marketing en el gigante sudamericano, y con un anticipo en el inicio de la temporada, los miedos quedaron abajo: los turistas provenientes de Brasil han aumentado en 30% en relación a 2013. “Creo que decidieron escapar de la locura del Mundial”, comenta.

-En términos de ingresos, ¿cómo ha estado la temporada 2014?
-Muy buena desde el punto de vista económico. Esperamos 265 mil turistas, que sería un 15% más que en 2013. En algún minuto tuvimos la incertidumbre de cómo vendría, debido al Mundial. Finalmente, ha estado muy bueno, pese a las amenazas de recesión en Brasil, cosa que nosotros no vemos. Según la experiencia que tenemos, Brasil y su economía siguen fuertes y las nevadas tempranas nos ayudaron para traer más turistas.

-Pero es efectivo que Brasil está en desaceleración. ¿Les preocupa?
-La verdad, no creo que el tema financiero en Brasil nos impacte. Esto porque los brasileños han sido, históricamente, un país que viaja mucho. Donde vayas, y es el caso de Valle Nevado, vas a encontrar brasileños. Son un país muy grande, de 190 millones de habitantes, y una economía que en el último tiempo ha sacado a más de 50 millones de personas de la pobreza. Por eso, y más allá del tema financiero, hay mucha gente que está haciendo sus primeros viajes fuera del país y lo está haciendo a destinos cercanos. Y Santiago está a tres horas y media de São Paulo, lo cual nos pone en su ruta. Más si se vende que Brasil no tiene nieve y acá pueden conocerla.

-Ustedes definieron un plan de inversiones a 2022. ¿Cómo lo han ido ejecutando?
-Partimos con nuestro plan maestro en 2009, y la verdad es que ha sido sorprendente porque el público, esencialmente el chileno, ha visto un desarrollo planificado. Y parte de esa planificación es ir construyendo de a dos edificios por año. Eso permite programar las obras y, además, dar la seguridad a los vecinos que no tendrán otra torre frente a su departamento que les bloquee la vista o el acceso a las pistas. Algo que ha tenido buena aceptación es la venta de departamentos que van anexados a un sistema de renta. El cliente que no usa su departamento lo pone a disposición y se lo arrendamos nosotros, y no con corredores locales, sino con nuestros agentes en todo el mundo. Al final, muchos han tomado este sistema como una inversión.

-Al tener más vecinos propietarios, ¿no temen tener conflictos como los que ha habido en La Parva?
-Hemos escuchado que en La Parva hay conflictos entre vecinos, pero acá no los hay. Porque la gente cuando hizo la inversión, se encontró finalmente con lo que compró.

-¿Han pensado en replicar Valle Nevado dentro de Chile?
-Nos han contactado varias personas, pero éste es un proyecto muy ambicioso. Nos demoramos mucho en armar el actual Valle Nevado. Por eso, cuando nos llegan esas ofertas de administrar centros de esquí más pequeños, las analizamos, pero hasta ahora no hemos decidido hacernos cargo. Uno cree que podrá tener ahorros, sinergias, pero no es tanto en realidad.

-¿Y ampliarse a otro punto del gran terreno que tienen?
-Tenemos 10 mil hectáreas. Hay algunas ideas rondando, pero no tenemos nada concreto. En la actualidad usamos apenas 900 hectáreas, y estamos pensando que al 2022 se duplicará la cantidad de esquiadores, principalmente por el número de edificios que quedan por construir. Eso se verá en su momento, pero podría ser que se considere hacer un centro más pequeño en otro punto de la montaña.