Por Rosario Zanetta Septiembre 4, 2014

© Vicente Martí

En una reunión de emergencia, el martes, Fernando Larraín ratificó a Bulnes y Errázuriz en sus cargos, echando por tierra los rumores que señalaban que la firma les pediría dar un paso al costado.

Los altos ejecutivos de LarrainVial reservaron el 26 de marzo con meses de anticipación. Lo mismo hicieron sus empleados apenas recibieron la invitación que la compañía les hizo para celebrar los 80 años de la mayor corredora de bolsa del país. Era un gran acontecimiento que sus socios esperaban celebrar en grande esa noche en una gala que tendría lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes, en donde debutaba la exposición Retrospectiva, del fotógrafo chileno Sergio Larraín.

La muestra había sido monitoreada desde cerca por uno de los socios principales de la firma: Leonidas Vial Echeverría (62), conocido en el mercado como León. Él mismo le comentó a sus más cercanos que quería que la celebración fuera, además, un regalo cultural para Santiago. Se había preocupado de cada uno de los detalles, pero horas antes del festejo, un terremoto sacudió las oficinas centrales de LarrainVial, en avenida El Bosque Norte 0177.

A las cuatro de la tarde, y ante los principales socios del banco de inversión, Leonidas Vial anunciaba su renuncia a la presidencia de la entidad. Junto con ello, tomó una decisión incluso más drástica: les comunicó que abandonaría las oficinas de la firma, ubicadas en el cuarto piso de la torre en el barrio El Golf y se trasladaría diez niveles más arriba a un despacho de su propiedad.

Ese 26 de marzo, León Vial no llegó a la celebración en el Parque Forestal, marcando así su exilio. En las jornadas posteriores, su destierro se intensificó. Dos días después de su renuncia decidió no repostular a la vicepresidencia de la Bolsa de Comercio de Santiago, cargo que ocupó por 25 años. Fue en ese momento que Vial, quizás el asesor financiero más poderoso de Chile, comenzó a desaparecer de la escena pública, esfumándose del mercado de capitales nacional, el mismo que luego de cuatro décadas de trabajo, él ayudó a levantar.

Se refugió en su círculo más íntimo: el ginecólogo Juan Luis Alcalde, y los empresarios Eliodoro Matte y Eduardo Fernández León. A ellos les comentó, varias veces, que su dolor más grande era su alejamiento de la corredora. “Tener que dejar la casa que él mismo construyó ha sido muy doloroso”, asegura uno de sus amigos.

Fue a ese mismo grupo de cercanos -y a su señora y sus seis hijos-, a quienes también les insistió durante todos estos meses que estaba optimista, porque confiaba en que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) escucharía sus argumentos.

Este martes, sin embargo, la autoridad regulatoria lo sorprendió, sancionándolo a pagar US$ 20 millones por infringir la Ley de Mercado de Capitales, justo a un año

de la formulación de cargos, realizada en septiembre de 2013. El mismo martes, la entidad anunció, además, sanciones contra Julio Ponce Lerou, Aldo Motta, Roberto Guzmán Lyon, Patricio Contesse Fica y Alberto Le Blanc, por su participación en el llamado “caso Cascadas”, investigación que denunció la secuencia de transacciones bursátiles, reiteradas en el tiempo, y con la presencia de los mismos actores ligados a las sociedades matrices de SQM: Oro Blanco, Norte Grande, Nitratos y Pampa Calichera, con el fin de obtener utilidades para sus participantes.

No sólo eso: LarrainVial fue multada al pago de US$ 8 millones, y los principales ejecutivos de la entidad, Manuel Bulnes y Felipe Errázuriz, deberán responder patrimonialmente con otros US$ 8 millones y US$ 4 millones, respectivamente, por participar del esquema denunciado por la SVS.

La noticia tomó por sorpresa a León Vial: desde la semana pasada el empresario se encuentra de vacaciones, con su mujer, navegando en el mar Báltico. Sus más cercanos afirman que decidió tomarse un descanso para continuar trabajando con más fuerza en su defensa. Fue allí donde se enteró del millonario castigo, el cuarto más cuantioso entre todos los multados ese día.

Sus amigos han resentido la sanción. Por ello, le han mandado emails de apoyo. Paralelamente, el empresario tomó contacto inmediato con sus asesores legales.


En foto de archivo, Leonidas Vial, Manuel Bulnes y Fernando Larraín cuando los tres ejecutivos operaban  en el cuarto piso de LV.

EL EXILIO
Quienes lo conocen más de cerca afirman que Leonidas Vial ha estado bastante más retraído que de costumbre. Aunque no es un tipo muy sociable, es de pocos pero buenos amigos, el empresario ha enfocado sus energías a su defensa. La mayor parte del tiempo la dedica a reunirse con su abogado, Alfredo Alcaíno; a leer oficios y a repasar los recortes de prensa.

Eso fue lo que hizo durante el verano. El empresario, quien tiene casa en Zapallar, apenas fue a la playa y en cambio dedicó gran parte de su tiempo a analizar las operaciones y revisar cada participación y transacción que hizo con las llamadas sociedades cascada, para defenderse con propiedad.

Lo mismo ocurrió a mediados de julio, durante el tiempo que León Vial pasó en su refugio en La Parva. Quienes lo vieron en el centro de esquí, del cual Vial es uno de los mayores accionistas, dicen que siempre andaba solo. Comentan que evadía el contacto social debido a los bullados problemas entre propietarios de La Parva, quienes han reclamado, hasta por los medios, las pocas inversiones que la sociedad ha hecho en la cordillera.

Sus energías están puestas en revertir el vínculo que la SVS le atribuyó con las cuestionadas operaciones. Por esta misma razón, Vial decidió renunciar a algunos directorios. Además de dejar la Bolsa de Comercio, también abandonó la presidencia de CIC, en la cual compartía la testera junto a José Yuraszeck.

Blanco y Negro, sociedad anónima que dirige Colo Colo, sigue siendo una de las empresas donde se mantiene en la mesa. Pero este miércoles un grupo de accionistas minoritarios, al alero del movimiento “Colo Colo de todos”, hizo circular una carta en la que exigen que Vial renuncie al directorio de la institución. En la misiva, además, hacen un llamado a que los minoritarios se agrupen para conseguir un quórum del 10% de la sociedad, lo que permitiría que se llame a una junta extraordinaria de accionistas, donde se pedirá la salida del empresario.

Pese a ser el momento más difícil en su carrera -más que el difícil escenario que vivió cuando fue cuestionado el aumento de capital efectuado por Enersis, donde es director; y más que los conflictos vividos en Colo Colo donde es accionista- sus amigos aseguran que se mantiene firme.

 

EL PROTEGIDO
Cuatro horas después de que la SVS diera a conocer las sanciones, los 24 socios de LarrainVial fueron convocados a una reunión de emergencia. Allí estaban Bulnes y Errázuriz, gerente general y gerente de distribución institucional de la corredora, respectivamente. Todos escucharon atentamente lo que Fernando Larraín, principal accionista de la firma, tenía que decir.

En la cita, que se extendió por dos horas, también participaron los abogados del estudio Cariola, Diez y Pérez-Cotapos, Florencio Bernales y Gerardo Varela, ambos a cargo de la defensa de los dos ejecutivos y de LarrainVial.

En medio de la crítica situación, Larraín ratificó a ambos ejecutivos en sus cargos, echando por tierra los rumores que señalaban que la firma les pediría dar un paso al costado. “Los inversionistas extranjeros que manejan activos en Chile a través de esta corredora podrían presionar para sacar a Bulnes y Errázuriz (a la derecha, en la foto) de sus cargos, como un signo de confianza”, repetían ese día voces del mercado. 

Durante los dos primeros días hubo razones para calmar los ánimos: en ambas jornadas la corredora lideró las transacciones bursátiles.  

Lo que vino después fue analizar con detalle los tres caminos que los abogados evaluaban seguir tras el fallo: apelar a la sanción, pagar la deuda, o consignar parte de la sanción con un vale vista, para luego esperar lo que dictamine la justicia.

Junto con revisar estos escenarios, los máximos personeros de LarrainVial comentaron sobre el apoyo económico que recibirían los ejecutivos para pagar las multas, respaldo que quedó plasmado en un comunicado que el mismo Fernando Larraín envió a los 850 trabajadores de la compañía en Chile, Perú, Colombia y Estados Unidos. En ese email, de sólo tres párrafos, la cabeza de la compañía dedicó espacio también a tranquilizar a sus empleados, explicando que la corredora tenía la solvencia necesaria para pagar la multa de 200.000 UF (US$ 8 millones) interpuesta contra LV, si eso era necesario.

Para dar señales de tranquilidad frente al daño de credibilidad que podía afectar a la compañía, los socios comentaron que eso era “provinciano”. Si bien la multa contra la corredora es altísima en el mercado local, ejemplos en países desarrollados, dicen en la entidad, muestran lo contrario. Ellos mismos ponen los ejemplos: Bank of America recibió en agosto pasado una multa por US$ 16.600 millones; y JP Morgan fue sancionada con US$ 13.000 millones el año pasado, por su rol en la crisis subprime, y siguen operando con total normalidad.

Las cifras los avalan: durante el primer semestre, la corredora reportó utilidades por $ 6.210 millones, 35,6% más que el mismo período de 2013.

Larraín también dedicó palabras a los ejecutivos. “El apoyo a Manuel Bulnes y Felipe Errázuriz debe sentirse en forma especial, pues fueron sancionados por cumplir su condición de corredores de bolsa y representantes de nuestra empresa”, decía el correo electrónico.

Esta muestra de apoyo fue, también, una manera de despejar las dudas abiertas al interior de la firma. Si bien se señaló al staff que la corredora podría pagar la multa que cayó sobre ambos gerentes, también, y como se estila en la industria, habrían seguros comprometidos. Esto, igualmente, generó alarma en los pasillos de LarrainVial: varios empleados comentaron que ven con preocupación que el desembolso de casi US$ 20 millones (lo que suman las sanciones a la corredora y a los ejecutivos), impacte los bonos que se reparten entre ellos todos los años.

El irrestricto apoyo a Bulnes fue un calmante en la agitada jornada que vivió el gerente general de LarrainVial, quien le comentó a sus cercanos que ese día la SVS le dio un verdadero ice bucket, haciendo alusión a la reciente campaña en apoyo a la esclerosis lateral amiotrófica, que busca recaudar dinero en Internet desafiando a personajes públicos a recibir un balde de agua helada.

LA NUEVA TRINCHERA
Apenas se conocieron las sanciones a LarrainVial, el presidente de una importante AFP llamó a su despacho al fiscal de la firma para analizar la arremetida legal que podían levantar tras la sanción de la SVS. En particular se dedicaron a ver si se plegarán a la acción civil presentada por AFP Capital, o abrirán una nueva trinchera contra los ejecutivos de las sociedades cascadas, y contra León Vial y su plana mayor.

Los ánimos en las AFP están agitados. La superintendencia del ramo ya les envió un oficio para que calculen las pérdidas de los afiliados en este escándalo bursátil. Todos deberán responder la próxima semana. Una vez realizada esa estimación, aseguran en una de las AFP, verán en qué momento llevarán a cabo la arremetida legal contra el banco de inversión.

Desde octubre pasado, en todo caso, la mayor parte de las AFP suspendieron las relaciones comerciales con LarrainVial y dejaron de transar con el operador. De hecho, todos los fondos, a excepción de uno, fueron cancelados por las administradoras de pensiones, dejando a LarrainVial sin acceso a uno de los principales actores del mercado de capital chileno.

Apenas vuelva a Chile, este fin de semana, León Vial enfrentará un escenario adverso. No sólo tendrá que decidir su estrategia legal -si apela u opta por pagar la multa-, sino que además deberá afinar su defensa penal, que tras la sanción del ente regulador hoy toma fuerza.

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