FORTALECIMIENTO NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Desde el mundo sindical se pretende fortalecer la etapa de negociación previa a la votación de la huelga. Se aspira a que la empresa entregue información financiera a los trabajadores; que la presentación del pliego de peticiones sea más flexible, y que la respuesta de la empresa parta con el piso de lo obtenido en la anterior negociación. En la vereda opuesta adelantan que toda negociación debería partir de la buena fe, ya que muchas veces los documentos que los empleadores entregan no son creídos por la contraparte, y que los paros ilegales deben ser desterrados. Frente a establecer un piso mínimo, sostienen que podría aplicarse en condiciones generales, aunque atendiendo las circunstancias en que se encuentre la empresa y el ciclo económico vigente al momento de la negociación.
TITULARIDAD SINDICAL
Se quiere que sean sólo los sindicatos los que puedan negociar y no los grupos negociadores, compuestos por trabajadores no sindicalizados que se unen momentáneamente con la finalidad de convenir con el empleador. Adicionalmente, se estipula que los beneficios logrados por el sindicato en una negociación colectiva se extiendan sólo a aquellos empleados sindicalizados. Esto es visto desde el mundo empresarial como un atentado contra los principios de libertad, ya que se coarta la voluntad de los trabajadores de poder escoger la mejor forma de negociar. La sindicalización tiene que ser una opción y no una imposición, sostienen desde las empresas.
FIN DEL REEMPLAZO EN CASO DE HUELGA
Se pretende que las huelgas tengan tres características: que no haya reemplazo, que no haya descuelgue (que los trabajadores en huelga no puedan volver a trabajar) y que no sean reemplazados los puestos de trabajo. Estos puntos, según el mundo sindical, fortalecerían el debate en la etapa previa de negociación. Al contrario, desde mundo privado defienden la libertad de las empresas para poder gestionar sus negocios y al equipo humano y se manifiestan contrarios al fin del reemplazo en huelga. A su vez, comentan que existen varios países, como Brasil, Rusia y ciertos estados de Estados Unidos, entre otros, en los que las condiciones de huelga son similares a las chilenas.