Por María Luisa Iriarte Noviembre 5, 2014

© José Miguel Méndez

“En Chile, la industria tiene el potencial para aumentar al doble su producción sin tener que pedirle permiso a nadie, y eso como empresa nos preocupa”.

Era principios de 2007 y en Puerto Montt aún estaban dándose los últimos abrazos para celebrar la megaoperación de fusión entre Marine Harvest (MH) y PanFish, que significó la creación de la mayor salmonera del mundo, con base en Noruega. Estaban en eso, cuando en uno de los centros de MH apareció el primer brote del virus ISA que destrozó casi por completo a la industria. “El proceso fue brutal”, recuerda Roberto Riethmüller (38 años), gerente general de MH, la tercera mayor salmonera del país. De las 90 mil toneladas que cosechaban pasaron a 10 mil, cerraron tres plantas productivas y de los 4.800 trabajadores sólo quedaron 500.

Hoy la industria goza de mejor salud: los volúmenes de producción han venido mejorando desde 2011, y se vive un proceso de consolidación de la mano de una serie de anuncios de adquisiciones. Sin embargo, y pese a que la condición sanitaria ha mejorado y que hoy, por ejemplo, el número de parásitos (cáligus) por pez ha disminuido, en MH miran con preocupación el futuro.  Riethmüller advierte del riesgo sanitario de la actual división de las cerca de 60 zonas de cultivo entre la X y XI Región, denominadas “barrios”, y la urgente necesidad de realizar una redefinición de éstos. Mientras tanto, plantea establecer volúmenes máximos de producción “que aseguren una industria sustentable sanitariamente hablando”.

-¿Por qué las herramientas no son suficientes para combatir las amenazas?
-Estamos siendo bastante reactivos. Lo que como industria tenemos que hacer para poder enfrentar de mejor forma a estos parásitos es implementar un modelo productivo distinto al actual. En la crisis del ISA y dada la emergencia se crearon “barrios” cuya principal característica es que las concesiones deben descansar al mismo tiempo, es decir, no tener peces dentro de un mismo período de tiempo para así generar barreras sanitarias.  Lamentablemente no se consideraron otros aspectos más estructurales como la influencia de las mareas, y otro factor que toma más tiempo, como la capacidad de carga de los barrios: cuánta biomasa pueden aguantar.  Hoy vemos que hay muchos barrios con mucha interdependencia de corrientes entre sí. Necesitamos una correcta definición de éstos, que presenten barreras sanitarias efectivas, reales. Estamos conscientes de que los barrios que hoy tenemos son mejor que lo que teníamos, que era nada, pero han pasado 7 años de la crisis y no nos hemos sentado a redefinir estos barrios.  Hemos ido creando sobre esta base y, como MH, creemos que no es la correcta.

-¿Esta visión es compartida por otros actores?
-No somos los únicos que creemos que no están correctamente definidos. Es más, dentro de SalmonChile entiendo que hay plena conciencia que no son óptimos y que efectivamente tienen un tremendo potencial de mejora en su definición. Pero también vemos, por otro lado, que estamos un poco entrampados por la regulación que existe y que no permite la flexibilidad necesaria como para cambiarlos en el corto o mediano plazo.  Los barrios están definidos por ley y para poder cambiarlos en base a lo que creemos, el proceso podría tardar, 3, 4 ó 5 años.

-¿Cuál es el plan alternativo que plantean?
-Hemos planteado establecer máximos volúmenes de producción por barrio hasta que no estemos seguros que estén definidos correctamente. Eso significa establecer límites de producción variables, pongámonos techos por barrios y, en función de los resultados o desempeño sanitario que vayamos experimentando, aumentemos o disminuyamos este límite de producción por barrio.

-¿Con esta medida también lograrían controlar el precio al restringir la producción?
-Estas son discusiones que se han tenido con la autoridad 100% enfocados desde el punto de vista sanitario. Esto es establecer techos mientras no exista una situación sanitaria que permita aumentar la producción. Si los resultados sanitarios son malos, no podemos producir más, porque el barrio simplemente no aguanta.

-¿Cómo se logra llegar a un acuerdo de producción dentro de un barrio si en éste pueden habitar más de 5 diferentes actores?
-Esa creo ha sido la piedra de tope que en gran parte nos ha impedido seguir avanzando en la disucusión, pero no puede ser el freno para no tenerla. Llevamos meses discutiendo dentro de SalmonChile y también lo hemos planteado a la autoridad. Desde el punto de vista legal, entiendo que ésta no tiene las herramientas para establecer estos máximos de producción, y eso es un problema.

-¿Entonces ustedes apelan a un gran acuerdo de autorregulación del sector?
-Básicamente un acuerdo de autorregulación que es lo que a nivel de barrios tú tratas de establecer. Hoy existen planes de manejo sanitario, una herramienta que te permite establecer dentro de un barrio cuáles son las concesiones que vas a operar y cuáles no, pero no te impone un techo. Hoy, desde el punto de vista productivo, el techo es muy alto, a diferencia de lo que pasa en países como Noruega, en donde se discute con las autoridades el aumento del techo de producción máxima en base a los desempeños obtenidos. En Chile, la industria tiene el potencial para aumentar al doble su producción sin tener que pedirle permiso a nadie, y eso como empresa nos preocupa, porque no existen las condiciones sanitarias para aumentar la producción de salmón.

NUEVOS CAPITALES

-Estas medidas parecen posibles para empresas con grandes espaldas financieras como MH, pero ¿qué pasa con actores más pequeños y que hoy necesitan aumentar su producción para sobrevivir?
-MH es uno de los más grandes productores a nivel mundial, pero en Chile tras la crisis pasamos a ser bastante pequeños. La crisis nos pegó muy fuerte y nos obligó a cambiar nuestro modelo productivo, y girar en 180° la forma en que veníamos produciendo salmones, a una mucho más conservadora. MH tiene más de 150 concesiones en Chile y estamos operando alrededor de 20, porque vemos que el riesgo sanitario es tremendo. Eso implica que hemos llevado a cabo una selección de nuestras mejores concesiones, en las cuales sembramos con una densidad muy baja para asegurarnos buenos resultados productivos. Y gracias a este nuevo modelo que hemos operado ya por varios años, hemos logrado obtener al día de hoy los mejores resultados productivos de la industria, con una producción esperada para este año de 65 mil toneladas de pescado entero eviscerado. Sabemos que funciona. Y eso es lo que queremos promover en la industria. Pero también, por otro lado, enfrentamos un gran problema, porque después de la crisis la industria quedó tremendamente endeudada, y hoy tanto grandes como chicos no cuentan con suficientes recursos para poder llevar a cabo un cambio en el modelo productivo de forma rápida.

-Por eso mismo, estas medidas no deben ser muy populares dentro de la industria...
-Es justamente por eso que creemos que es necesario que ingresen al mercado nuevos capitales. Es necesario que operen compañías con espaldas lo suficientemente anchas y con recursos para producir de forma sustentable. Si no cuentas con los recursos para producir de una forma sustentable, es mejor no operar.

-¿Cómo han sido acogidas estas ideas por los otros actores líderes del mercado?
-En general, existe consenso en que tenemos que tener o establecer máximos de producción que nos permitan producir de forma sustentable, pero lamentablemente cuando ya nos vamos al detalle, entramos en discusiones largas, interminables y que no han dado frutos. Por eso es que hacemos un llamado a la autoridad para que nos ayude a implementar esta regulación, que creemos que es necesaria para una producción sustentable.

-¿Ve posible llegar a un acuerdo en la industria?

-Es posible, pero se necesita creer que esto nos va a permitir que a todos nos vaya mejor, disminuyendo nuestros costos desde el punto de vista sanitario tendremos menos mortalidad y será una mayor rentabilidad.

-¿El ingreso de nuevos actores no podría terminar en que la industria se concentre?
-La industria es tremendamente competitiva, y no vemos que vaya a disminuir la competitividad que existe.

-¿Los buenos precios y mejoras en la producción son una nueva tendencia o un hecho puntual?
-No veo que estemos frente a un superciclo, sino que estamos mostrando mejores indicadores que los de hace un par de años. Tampoco vemos que sea perdurable si no logramos cambiar el marco regulatorio y la forma en que operamos. Hoy gran parte de este ciclo se debe a que hemos encontrado herramientas para hacer frente a nuestro principal enemigo, el cáligus, pero no son de largo plazo. Si no cambiamos nuestro modelo productivo, a largo plazo vamos a vernos nuevamente enfrentados a grandes problemas sanitarios.

-Cuando explica la postura conservadora de MH Chile en Noruega, ¿qué plazo les da la matriz para aguantar este modelo tan defensivo?
-Es una pregunta muy válida, pero también hay que tomar en cuenta que con este modelo superdefensivo este año hemos logrado tener las mejores utilidades de la industria, con un resultado a septiembre de US$ 50,9 millones. Es un modelo que permite tener resultados positivos, pero su implementación no es gratis. Y si no tienes los recursos financieros no vas a poder, por eso creemos que es muy importante el ingreso de nuevos recursos.

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