Arriba en la foto, de izquierda a derecha: Xavier Sala i Martín y Thomas Piketty.
Para los interesados en el debate de las políticas públicas es un privilegio que al comenzar un nuevo año tengamos la posibilidad de recibir la visita de dos académicos extranjeros cuyas opiniones y propuestas son muy escuchadas en nuestro país: Thomas Piketty y Xavier Sala i Martín. El primero viene principalmente a promover la edición en español de su controvertido libro El capital en el siglo XXI, y el segundo va a recibir el galardón de Profesor Honorario que le va a otorgar la Universidad del Desarrollo.
Piketty es un economista francés que postula que el principal problema del capitalismo moderno es el aumento de la desigualdad que genera, y como remedio propone subir fuertemente las tasas de impuestos a los más ricos. Los planteamientos de Piketty han generado una suerte de “encantamiento” entre los grupos intelectuales que dieron soporte al programa de gobierno de la Nueva Mayoría, quienes llevan bajo el brazo su nuevo libro con el mismo entusiasmo con que muchos abrazaban los planteamientos contenidos en El Capital de Marx en los años sesenta.
Sala i Martín es un economista catalán que ha dedicado la mayor parte de su carrera a temas de crecimiento y desarrollo económico, y entre sus múltiples actividades extraacadémicas destaca su participación en la junta directiva del FC Barcelona, habiendo presidido su comisión económica durante varios años. Excéntrico en el vestir, Sala i Martín es considerado padre intelectual del Índice de Competitividad Global que utiliza el World Economic Forum. Entre sus trabajos más conocidos destaca la construcción de un indicador de la distribución mundial del ingreso. A partir de éste, ha escrito bastante acerca de los beneficios de la globalización como herramienta para reducir la pobreza en el mundo así como la desigualdad global entre países. Sus posturas están en línea con el favorecimiento del libre mercado y de no entorpecer la iniciativa privada con trabas impuestas por el Estado. Es un apasionado del fútbol.
LA DIVERGENCIA DE FONDO
La tesis central de Piketty es que el capitalismo inevitablemente conduce a una creciente desigualdad en la distribución del ingreso, lo cual tendría su origen en el hecho de que la rentabilidad del capital (r) es mayor que la tasa de crecimiento de la economía (g), situación que se traduce en que la riqueza heredada crece más que el PIB y el ingreso de las personas, transitándose así a un estado en el cual los dueños del capital van adquiriendo una porción del total de la riqueza del país cada vez mayor. En opinión de Piketty esta situación puede generar un cuadro de progresiva inestabilidad política, que conduciría a la autodestrucción del capitalismo.
Sala i Martín sostiene que el hecho de que r sea mayor que g, más que una contradicción, es una condición de eficiencia económica, ya que si se diera la situación inversa ello significaría que estaríamos en presencia de un exceso de ahorro en la economía, lo cual llevaría a la población a realizar un innecesario sacrificio de consumo en el presente para financiar el crecimiento futuro. Además, refuta conceptualmente el punto de que si r es mayor que g, ello implique necesariamente que la riqueza va a crecer más que el PIB, que los ricos les van a traspasar los ahorros a sus hijos, y que las desigualdades van a aumentar, apoyándose en que la evidencia empírica no permite validar una tesis de este tipo.
Un corolario importante de esta discusión es la implicancia que tiene en relación a los sistemas previsionales. Siendo r mayor que g, la lógica de Piketty debería llevar a concluir que los sistemas de capitalización son definitivamente superiores a los sistemas de reparto, tanto por su potencial para generar mayores pensiones como por la mayor acumulación de riqueza relativa que esto supone para la gran masa de cotizantes. Llama la atención que sus seguidores no hagan eco de esta conclusión con el mismo entusiasmo con que defienden las alzas de impuestos como herramienta para combatir la desigualdad.
LA DESIGUAL CONTROVERSIA
Piketty intenta sostener que el 1% y el 10% de la población de más altos ingresos está acumulando una fracción de la riqueza del país que es cada vez mayor. Utilizando datos para distintos países, muestra que entre 1810 y 1910 la tendencia fue al alza; que entre esa fecha y 1970 se observa una declinación muy marcada en los grupos más ricos; y que a contar de 1970-1980 la tendencia se vuelve a revertir. Lo que llama la atención de las conclusiones de Piketty es que cataloga lo observado entre 1910 y 1970 como una “excepción histórica” derivada de la Gran Depresión y de las guerras mundiales, pero que la tendencia de largo plazo sería la otra.
Sala i Martín se pregunta si la conclusión no será justamente al revés, en el sentido de que las anomalías serían las observadas antes de 1910 y después de 1980, y la tendencia de más largo plazo aquella representada por lo acontecido entre 1910 y 1980. La tesis que defiende el economista catalán es que así como los más beneficiados de la revolución industrial fueron los sectores menos calificados, cuya posición relativa se vio mejorada durante gran parte del siglo pasado, a partir de 1980 los grupos más favorecidos han sido aquellos con mayor educación, que han estado en mejores condiciones para desenvolverse en un contexto de revolución de las tecnologías de la información, y considerando también que a partir de 1990 se incorporaron al mercado laboral global 4 mil millones de ciudadanos asiáticos y europeos provenientes de las ex dictaduras comunistas, situación que presionó hacia abajo los salarios correspondientes a trabajos de menor calificación.
Otra afirmación polémica de Piketty es la que obtiene a partir de la lista que elabora Forbes anualmente con los billonarios del mundo. Señala el economista francés que la riqueza media de los billonarios de Forbes ha crecido 10 veces entre 1987 y 2013, lo cual confirmaría su tesis de que los ricos se van haciendo cada vez más ricos. Sala i Martín desmitifica lo anterior aludiendo a un elemento básico: las familias que formaban parte de los más ricos en 1987 no son las mismas que aparecen en la lista Forbes 2013. Y en un estudio de su autoría muestra que las familias más ricas en 1915 tampoco eran las mismas que en el año 2000.
¿EL MUNDO AL REVÉS?
La recomendación de Piketty en orden a establecer una tasa impositiva de hasta 80% al patrimonio de los más ricos, no es en absoluto compartida por Sala i Martín, ya que, sostiene, esto podría afectar severamente el crecimiento de los países, y especialmente de aquellas naciones más pobres. De esta manera, podría producirse justamente el efecto inverso al buscado, aumentando la desigualdad al interior de los países, y también generando una mayor brecha entre países.
¿Es tan malo el capitalismo, como lo plantea Piketty? Dejemos que sea el propio Sala i Martín quien responda esta pregunta: “Después de leer a Piketty, uno tiene la impresión de que la economía capitalista es un desastre que genera aumentos infinitos de desigualdad, especialmente durante las últimas cuatro décadas. Pero si uno mira la evolución de la economía mundial, uno se da cuenta que en el mundo las tasas de pobreza se han reducido como nunca antes lo habían hecho, que las desigualdades son cada vez menores, y que los indicadores de educación, mortalidad, esperanza de vida, salud, libertad y democracia mejoran en casi todos los rincones del planeta”.