Por Rosario Zanetta Enero 29, 2015

© Pablo Sanhueza

La brusca caída que ha sufrido en las últimas semanas el precio del cobre se respira en los pasillos de Codelco. En los ascensores del edificio de calle Huérfanos hay papeles pegados que grafican la acentuada baja del metal. En un círculo naranjo dice que el valor promedio del cobre en 2014 fue de US$ 3,11 la libra. En otro rojo, que el precio en enero de 2015 bordea los US$ 2,71 la libra, lo que implica un retroceso de 13%. La medida, dicen en Codelco, busca crear conciencia entre los trabajadores, a días de que el presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, anuncie su plan de control de costos.

En esta entrevista, el presidente del directorio, Óscar Landerretche (42), pone paños fríos a la situación. “Es una caída muy significativa, pero no catastrófica como la que ha ocurrido en otros metales”, sostiene el ingeniero comercial de la Universidad de Chile y doctor en Economía del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Con la misma cautela, Landerretche revisa sus primeros meses al mando de la estatal. Reconoce que 2014 fue un año intenso, en el que no sólo debió instalarse en el cargo, sino que también enfrentar la capitalización por US$ 4.000 millones, la salida de Thomas Keller y quiebres en el directorio. La llegada de Nelson Pizarro a la presidencia ejecutiva, recalca, fue “un alivio” y eso le ha permitido dedicarse a otros temas, los que serán su foco en 2015.

-¿La magnitud de la baja en el precio del cobre durante los últimos meses ha sido inesperada?
-La caída se aceleró en los últimos meses y eso se debe a dos razones. Todo el mundo piensa que es por la desaceleración de China, pero eso es algo que ha estado presente hace ya un tiempo. Lo que sí es novedad es que hubo un cambio en la disposición de los mercados de capitales hacia los commodities. En el boom de las materias primas estábamos acostumbrados a que éste fuese un mercado como el de las papas, un mercado de bienes, en donde compro y vendo cobre para hacer cosas con él. Pero el desarrollo de los mercados nos ha llevado a que éste sea también un activo especulativo y al haber una salida de los inversionistas de la “categoría commodities”, eso hace que el precio de la categoría completa caiga.

-Por lo tanto, ¿el ajuste no tiene que ver con los fundamentos, sino que con un tema más bien financiero?
-Claro. No ha habido noticias respecto de los fundamentos. De hecho, las estimaciones que existen sobre oferta y demanda no han variado mucho en el último año y por eso no es sorprendente que los expertos esperen que, aunque pueda haber una fluctuación en el corto plazo, el cobre debiera estabilizarse en torno a US$ 3,00 la libra.

-¿Que el cobre se mueva por el tema financiero más que por los fundamentos no lo hace menos predecible?
-Ahí lo importante es distinguir la actitud que debe tener una compañía como la nuestra respecto de los proyectos de largo plazo, los cuales obviamente tenemos que hacerlos con pronósticos de largo plazo. Los proyectos estructurales de Codelco empiezan a producir cerca de 2018. Para decirlo de forma súper brutal: para nosotros es mucho más relevante el precio del cobre de enero de 2019, que el de enero de 2015. Ahora, también es cierto que en el corto plazo una fluctuación fuerte puede generar una caída en los ingresos. Si se sostienen los precios actuales por todo el año, será un problema en términos de generación de ingresos y excedentes para el Estado.

-¿Esperan que eso ocurra?
-Eso es así en forma mecánica. Es decir, sin hacer nada más, ceteris paribus. Si cae el precio del cobre, caen los ingresos del Estado no solamente por Codelco, sino que además por el royalty de la minería. Pero la realidad es un poco más complicada. Al mismo tiempo que está cayendo el precio del cobre está bajando el del petróleo y está devaluándose el tipo de cambio, lo que nos ayuda porque nos abarata nuestros salarios. Además, las grandes mineras internacionales, que son multimetales, están muy restringidas de liquidez, por lo que se han puesto muy conservadoras con los proyectos de inversión. Eso tiene algo bueno para Codelco: que como hay menos inversión, hay menos demanda por proveedores y hemos empezado a sentir el proceso de abaratamiento en ese mercado. Por lo tanto, algún impacto va a haber, pero uno aspiraría a minimizarlo.

-¿Pero de qué orden puede ser ese impacto?
-Es difícil preverlo. Aquí hay que hacer una aclaración, las estimaciones de la dirección de Presupuestos respecto a sus ingresos y las variaciones en sus ingresos como resultado de las fluctuaciones en los precios del cobre, las tienen que dar ellos. Respecto de Codelco puedo decir que por cada centavo que cae el precio del cobre, si esa caída se mantiene por un año, se pierden unos US$ 37 millones de ingresos. Si el valor de enero durara todo el año y no haces ningún control de costos, y el precio del petróleo no cae y el molibdeno no sube, bueno, se te desaparecen los excedentes. Pero eso no va a ocurrir porque nosotros ya estamos reaccionando. No hay que alarmarse, pero sí estar atentos. No es una tormenta perfecta, sí una turbulencia importante. Y como pasa con las turbulencias importantes, la gente que ha volado por primera vez se pone muy nerviosa, pero los viejos con experiencia la pasan tranquilos. Codelco es una empresa con experiencia.

-La actual caída del cobre, ¿tendrá repercusión en los proyectos estructurales de Codelco?
-
Creo que no. No debiera. Si esto se hubiera enfrentado en el Chile de 1994, cuando el Estado chileno era deudor neto, cuando Codelco no tenía un gobierno corporativo como el actual, cuando no tenía una emisión de bonos como la de hoy, ahí Codelco estaría restringido de liquidez. Por suerte, el Estado lleva muchos años siendo muy responsable desde el punto de vista fiscal y tiene las espaldas para hacer las inversiones que se necesitan para garantizar los ingresos de la compañía.

-Ud. dijo que si la meta de producir 2,5 millones de toneladas a 2025 estuviera en peligro, lo diría. ¿Lo está?
-No está en peligro. Los pronósticos de producción dan que Codelco va a tener un peak de producción de 2,5 millones de toneladas hacia el 2025. Los proyectos estructurales no están en riesgo financiero, porque los parámetros para evaluarlos son los mismos que hace unos meses atrás, eso no está en discusión.

-También es cierto que las turbulencias internacionales en el corto plazo no debieran desaparecer. El último ingrediente es el triunfo de Syriza en Grecia.
-Si lo que está preguntando es si observamos un periodo en el cual la volatilidad en los mercados internacionales ha aumentado estructuralmente, eso es verdad. Hoy las mineras tienen que entender que viven en un mundo volátil en el cual mantener la mirada de largo plazo es difícil. Por eso es que es tan importante que el Estado mantenga su política de fondos soberanos, la capitalización, que Codelco a pesar de sus necesidades de financiamiento no abuse del mercado de bonos y que mantenga su investment grade. Eso te da los márgenes para aguantar de un año para otro. En el corto plazo sí debe cambiar cuán precavido eres en cuanto al manejo financiero fiscal y de la compañía.

“Si el valor de enero durara todo el año y no haces ningún control de costos, y el precio del petróleo no cae y el molibdeno no sube, bueno, se te desaparecen los excedentes. Pero eso no va a ocurrir porque nosotros ya estamos reaccionando”.

 

LA CLASE MUNDIAL
Durante enero, Landerretche se ha dedicado a sostener reuniones con distintos líderes de opinión. Ha hablado con presidentes de partidos, con miembros de think tanks, con senadores y varios otros actores relevantes en el mercado. La ronda de conversaciones tiene un sentido: el economista está empeñado en darle un sello a su gestión. Y éste es el de pensar la estatal en el largo plazo y de fijar nuevos estándares y políticas para la empresa.

-¿Hasta ahora, qué impresiones ha recogido?
-He sentido un cariño transversal por Codelco, una visión de que es una empresa líder en términos tecnológicos, productivos y que es importante para Chile. Asimismo, todos consideran que Codelco tiene un deber: establecer estándares en términos de productividad, gestión, relaciones laborales, cuidado en el impacto al medioambiente y las comunidades, en términos de probidad de su gobierno corporativo y de cómo se manejan los recursos.

-¿Esto en concreto en qué se traduce?
-En que Codelco tiene que transitar hacia una fase de generación de políticas en cada una de estas áreas, en las cuales su horizonte debe ser aspirar a ser clase mundial.

-¿Que es algo que no ha sido hasta ahora?
-En algunas partes Codelco es de clase mundial, como en las áreas mineras y de tecnología. Sin embargo, nunca ha habido ese objetivo. En el pasado predominaba una mirada de corto plazo de la empresa, presupuestaria, fiscal, pero hoy estamos en un contexto distinto.

-¿Cómo se materializa esto?
-Habiendo hecho estas rondas de consulta mi objetivo es que el trabajo central del directorio debe ser el establecimiento de estos estándares y la generación de institucionalidad y reglas para lograrlos. En gobierno corporativo, por ejemplo, ya estamos avanzando. La semana pasada hicimos una presentación sobre el calendario que conduce a algunas reformas: se va a establecer una política de lobby, de conflictos de interés y de transparencia para Codelco.

-¿Cuándo?
-Durante el año. Estamos estudiando que Codelco, en forma autónoma y sin que la ley lo requiera, aumente significativamente el número de funcionarios sujetos a hacer declaraciones de patrimonio e intereses. Estamos considerando la posibilidad de establecer una gerencia de cumplimiento y normas, especializada en esto. Nos vamos a demorar quizás el primer semestre en implementarlo, pero vamos a tener anuncios.

-¿Esa gerencia podría crearse el primer semestre?
-Sí. Esto va en esa dirección. También estamos evaluando que Codelco se autoconsidere un sujeto pasivo de lobby, cosa que la ley no requiere. A nosotros nos interesa dar el paso siguiente. Lo que esperaría es que así como estamos definiendo y elevando los estándares de forma interna en gobierno corporativo, después aparezcan otros temas. Por ejemplo, en términos de igualdad de oportunidades, particularmente en cuanto a género.

-¿Y esto en un horizonte de qué plazo?
-Vamos a ir construyendo con el directorio un calendario de reflexión, de consulta, de conversación con nuestros mandantes, para ir estableciendo estos estándares. Yo esperaría que al final de mi gestión un número significativo de estas políticas sean claras para los chilenos.

-¿Codelco ha sido deficitario en esas áreas?
-Hay dos cosas que decir: lo primero, es recordar que la ley de gobiernos corporativos de Codelco es joven y que ésta es una compañía antigua. Algunas de las faenas tienen 100 años y en esos 100 años se desarrollan hartas mañas. La cultura corporativa tiene que ir cambiando.

-2014 fue un año de transición, ¿el 2015 lo será de?
-Un año de consolidación del gobierno corporativo, tema en el que nos podemos concentrar porque tenemos a Nelson Pizarro concentrado en los proyectos estructurales y en el control de costos.

ECONOMÍA SIN ESTEROIDES
-Ud. fue parte del equipo económico de Bachelet en la campaña. ¿Qué visión tiene de la economía local?
-La economía global está sufriendo un cambio importante, un cambio de motor. Los últimos 30 años el centro de la economía mundial se ha ido moviendo desde Estados Unidos a Europa, luego a Asia y tras la crisis asiática volvió a EE.UU. Hoy hay una transición nuevamente de vuelta a EE.UU. y ese es un proceso difícil para un país como el nuestro, ya que significa que pueden cambiar los clientes, nuestro financiamiento, la estrategia, etc. A nivel local, la economía está fluctuando desde la minería hacia la agroindustria y ese traslado de motor tampoco es automático.

-¿Lo anterior explica el crecimiento de 1,7% que tuvo el país en 2014?
-Creo que explica buena parte de eso. Adicionalmente hay que reconocer que la demanda chilena tenía que ajustarse porque la expansión tras la crisis subprime y la reconstrucción del país después del terremoto fue brutal. Reconociendo que están esos fenómenos internacionales, sin duda que la economía chilena está pasando por un momento de procesamiento de los cambios que la ciudadanía ha pedido.

-¿Tiene sentido que un país con un PIB tendencial de 4,3% crezca al 1,7%?
-En un año particular, dado un ciclo, puede ser.

-Las expectativas para este año tampoco son mucho mejores…
-No. Reconozco que el ajuste ha sido prolongado, pero también que la expansión fue bastante más prolongada de lo que pensábamos. Nadie se esperaba que tuviéramos la crisis subprime, la inyección fiscal que se hizo, la inyección monetaria que vino después y la de infraestructura por el terremoto. Fue una cosa con esteroides. La economía chilena estuvo varios años con esteroides y es natural que ahora estemos por debajo de las estimaciones estructurales.

-¿El manejo de Hacienda ha sido el adecuado?
-No me corresponde como presidente de Codelco comentar la gestión del ministro de Hacienda. Sí puedo decir que, en general, conducir un proceso de cambios como el que está enfrentando este gobierno es algo extremadamente difícil y que es fácil criticar desde las graderías. La situación que ha enfrentado este ministro de Hacienda no la ha enfrentado ningún ministro de Hacienda antes en Chile. Soy muy escéptico respecto de las críticas fáciles.

-¿Piensa, al igual que el ministro Arenas, que se va a dar un punto de inflexión a final de año?
-Sí, pero creo que no vamos a retornar a los niveles estructurales antes de fines del próximo año.

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