La puesta en el congelador de los yacimientos de Campanario, Flamenco e Isla Norte, operaciones cuyas ganancias comparten la estadounidense GeoPark con la estatal ENAP, fue consecuencia del desplome que ha evidenciado el precio del petróleo.
Hace algunas semanas la compañía estadounidense GeoPark se contactó con los directivos de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP). El motivo de la comunicación era informar a la empresa estatal que, de acuerdo al nuevo plan de operaciones y exploraciones fijado desde la matriz, GeoPark dejaría en stand by la exploración de tres pozos que tiene al sur de Magallanes, específicamente en Tierra del Fuego.
La puesta en el congelador de los yacimientos de Campanario, Flamenco e Isla Norte, operaciones cuyas ganancias comparte con ENAP, fue consecuencia del desplome que ha evidenciado el precio del petróleo en los mercados internacionales. Según la compañía norteamericana, si el crudo estuviese en niveles cercanos a los US$ 80 por barril, GeoPark podría realizar 50 proyectos a nivel mundial por año. Pero con un petróleo en torno a los US$ 50 por barril, e incluso por debajo de esa cifra, como se ha registrado en los últimos días, los yacimientos que recibirán la atención de la compañía estadounidense no superarían los diez. Chile, por el alto costo de producción que representa extraer crudo en Magallanes, salió del listado de prioridades para 2015.
La noticia generó preocupación entre los ejecutivos y trabajadores de ENAP, y también en el Ministerio de Energía. Desde esta cartera aseguran que las condiciones de los contratos firmados entre la firma extranjera y el Estado de Chile siguen intactas. En los documentos, suscritos en 2012 bajo la modalidad de Contrato Especial de Operación Petrolera (CEOP), se le otorgó a GeoPark la exploración de los yacimientos. Por esto, debido a que las condiciones aún siguen vigentes, como afirman desde Energía, se exigirá el cumplimiento de los contratos.
Mientras en ENAP y en el gobierno analizan los pasos a seguir en su relación con GeoPark y buscar las fórmulas para asegurar el cumplimiento de lo pactado, la situación en Magallanes, y la de la petrolera estatal, está bajo el microscopio. La brusca caída en los precios del llamado oro negro ha puesto en aprietos a la industria internacional. Y Chile no quedará inmune.
Desde la estatal aseguran que constantemente se está monitoreando cómo esta nueva realidad, la cual creen que se quedará por buena parte de 2015, los afectará. Para ello, aclaran, están abocados a sacar adelante un plan de acción, que será determinado por el directorio, que le permita a ENAP sortear esta tormenta negra y no repetir el magro resultado de 2008, cuando en medio del desplome del precio del petróleo producto de la crisis subprime, la empresa tuvo que afrontar históricas pérdidas por US$ 1.000 millones.
UN NEGRO PANORAMA
Las operaciones de GeoPark se transformaron en las primeras víctimas de la caída del precio del crudo en nuestro país. Pero no es la única a nivel mundial.
Desde su peak anual de US$ 115,1 por barril en junio pasado, cuando el Estado Islámico invadió el norte de Irak, el precio del petróleo sólo ha tendido a la baja. Sin que nadie lo pronosticara, hacia el fin de año el crudo rozaba los US$ 57,3 el barril y, a inicios de esta semana, ya estaba en los US$ 49.
En este nuevo escenario no han sido pocas las compañías que han puesto en pausa sus inversiones. Otras, en tanto, han optado por suspender las exploraciones a la espera de mejores perspectivas. Esto último da sustento a la tesis delineada por el semanario inglés The Economist, que en su edición del 17 de enero vaticinó que la decisión de Arabia Saudita -uno de los principales extractores de crudo- de mantener la producción en la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), y así empujar los precios a la baja, tenía como trasfondo sacar a competidores del mercado. A la fecha, compañías como Resolute Energy se han visto expuestas a esta debacle. Sus acciones, cotizadas regularmente en US$ 18 por papel en Wall Street, en las últimas semanas se han desplomado hasta los US$ 0,95, dificultando su acceso a capital. Otras, como Laredo Petroleum, han optado por recortar al 20% de su fuerza de trabajo, camino que también tomará ConocoPhillips, la tercera mayor petrolera de Estados Unidos, que anunció recortes en su plantilla y congelamiento de salarios.
Pese a la tregua de los últimos días, con valores que han vuelto a rozar por sobre los US$ 50 por barril, los pronósticos para el precio del crudo siguen siendo negativos. Durante enero, algunos de los principales bancos de inversión del mundo -Citi, Goldman Sachs y JP Morgan, entre otros- decidieron recortar sus proyecciones para el valor del commodity, en precios que van desde un cierre anual de US$ 49 hasta US$ 63.
En Chile, Michele Labbé, de Econsult, asegura que el momento actual del petróleo es turbulento y que asegurar un precio parece imposible. De todas formas, estima que el crudo cerrará este año en valores entre US$ 60 y US$ 70 por barril.
La baja experimentada ya comenzó a impactar los resultados de la petrolera nacional. Pese a que la diferencia de cotización promedio del crudo, entre 2013 y 2014, apenas varió en unos US$ 10 por barril (de US$ 108,7 a 99,4, respectivamente), fue suficiente para que los ingresos de ENAP, en productos de elaboración propia, cayeran en US$ 606 millones. Ello, como parte de una disminución general de las ventas de la petrolera, que pasaron de unos US$ 11.200 millones hace dos años, a US$ 9.837 millones al 31 de diciembre pasado. Las utilidades, por su parte, siguen en números azules (US$ 157 millones), gracias a una disminución en los costos.
Preocupados por una baja en los ingresos, a causa de un desplome mayor en el precio del petróleo, en la estatal ya están tomando medidas. De hecho, en una reciente entrevista a Diario Financiero, el gerente general de ENAP, Marcelo Tokman, reconoció que la caída en el precio del crudo impactará en el Ebitda de la compañía durante 2015, pero de manera más acotada que lo evidenciado en la crisis subprime.
Las operaciones en Magallanes y Egipto se verán afectadas por la caída en el precio del crudo. ENAP ya prepara un plan de acción para sortear la contingencia.
EL PLAN DE ACCIÓN
Fue un año para olvidar, aunque recordarlo probablemente sea mejor idea. En 2008 la firma estatal registró pérdidas cercanas a los US$ 1.000 millones. La razón de la debacle también estuvo en un desplome en los precios del petróleo, que de acumular un promedio de US$117 al tercer trimestre, pasaron a menos de US$ 60 durante los últimos meses, debido a la menor demanda de los mercados desarrollados. Un escenario muy similar a la curva que experimenta el crudo en la actualidad.
Sólo entre agosto y diciembre de ese año la firma perdió US$ 650 millones por este concepto, lo cual se vio agravado por la crisis del gas argentino y el sobrestock de buques cargados con petróleo, a los cuales tuvo que recurrir la estatal para mantener la generación eléctrica en el país.
A diferencia de lo ocurrido hace siete años, hoy ENAP cuenta con un sistema de coberturas que protege a la compañía de los vaivenes del crudo. Según un ex ejecutivo que trabajó en la elaboración de estos instrumentos, hoy, con un precio del petróleo bajo, los bancos que aseguran estos contratos incluso entregan premios sobre el precio de compra. Es decir, como asegura, se incentiva que se importe más petróleo.
Según esta fuente, el problema principal que enfrentó la estatal en 2008 no fue la incorrecta aplicación de seguros o coberturas para la importación de la materia prima, necesaria para operar las refinerías. “No se tenía claro el inventario que había. En ENAP es muy complejo calcularlo, porque hay que estimar el petróleo que hay en los ductos, en los buques, estanques y hasta en las bodegas de los clientes. Un error en ese cálculo y las pérdidas pueden ser gigantescas. Para tener una idea, ENAP maneja entre 7 y 8 millones de barriles en inventario. Si te equivocas en el cálculo de un 10% a 15% de esto, y el precio baja de US$ 100 a US$ 50, pierdes de inmediato el resultado del año”, explica.
El mismo ex ejecutivo agrega que el negocio del refinamiento de petróleo importado, que explica más de la mitad de los ingresos de la compañía, no se verá afectado por la baja del crudo. Al menos no en la utilidad, ya que por un lado bajarán los costos del principal insumo y, además, un menor precio de venta de las gasolinas podría incentivar el consumo interno.
Además, como relatan en la firma, de 100 litros que ingresan para ser refinados, cinco son usados para generar electricidad en la misma refinería. Con el crudo más barato, los costos de operación también bajarán.
Donde sí habría un impacto negativo sería en la línea de negocios que se centra en la extracción de crudo, y en la cual ENAP tiene presencia en Argentina, Ecuador, Egipto y Magallanes. Es ahí donde el directorio, según un integrante de esta mesa, ha puesto su atención.
Por ello, la estatal está afinando una estrategia, que ha llamado “plan de acción”, para mitigar las posibles repercusiones de la baja del petróleo.
Si bien en Argentina y Ecuador el riesgo se ve más acotado, ya que los gobiernos manejan una estructura de precios fija que minimiza esta amenaza, igualmente el directorio tomará acciones. Para Argentina, como relatan en la firma, se buscará optimizar costos y en Ecuador, el plan de inversiones privilegiará aquellos yacimientos donde se pueda conseguir producción temprana.
La zona de East Ras Qattara, en Egipto, será una de las más afectadas para la empresa, debido a un menor pronóstico de ingresos por un menor precio de venta del crudo. Para minimizar esto, la gerencia tomará medidas de eficiencia de costos, y también someterá a revisión las inversiones proyectadas para la zona, especialmente las referidas a perforaciones.
Lo mismo para Magallanes, donde el foco estará centrado exclusivamente en el desarrollo de gas no convencional (tight gas), para entregar el suministro del hidrocarburo a los hogares de la región.
Sobre este punto, el de las inversiones, la estatal había anunciado el desembolso de US$ 800 millones para este año, pero el nuevo escenario estaría obligando a revisar este plan. En ENAP confirman que están analizando nuevamente la cartera de inversiones comprometida y admiten que podrían hacer ajustes. Una fuente del directorio comenta que la prioridad la tendrán los proyectos que generen flujos durante 2015, para compensar los menores ingresos esperados por el desplome del crudo.
Todo esto como parte del nuevo mapa en el cual se moverá ENAP para sortear las olas de este maremoto negro.