Minutos después de que estallara el caso colusión del confort en Chile, la ciudadanía reaccionó sin piedad. En las redes sociales se viralizó el llamado a no comprar ninguna marca que tuviera relación con las dos empresas acusadas de coordinarse: CMPC (matriz de Elite y Confort) y SCA (fabricante de Favorita). Los clientes se volcaron hacia la compañía que no se había coludido. La llamada marca del perrito, Scott, comenzó a agotarse en pocos días.
A más de un mes de la acusación local, una situación similar en un país vecino rebotó los hechos, tocando ahora a quien en Chile era inocente. Ayer, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia de Perú (INDECOPI) inició un proceso sancionatorio por prácticas colusorias horizontales en la comercialización de productos tissue. ¿Los involucrados? CMPC, a través de su filial Productos Tissue del Perú (Protisa), y la matriz de Scott, Kimberly-Clark. Ambas —con el 88% del mercado tissue— habrían acordado la fijación concertada de precios y condiciones comerciales, en perjuicio de los consumidores peruanos, señaló la autoridad, quien también abrió el proceso contra 17 personas naturales.
La marca del perrito salía así a la palestra nuevamente, sumando su segunda acusación en el corto plazo. Porque Colombia también había puesto su foco en ella. La Superintendencia de Industria y Comercio del país cafetero la acusó el año pasado —junto a varios fabricantes, entre ellos, CMPC y Productos Familia, que es 50% de SCA— de coordinarse en el mercado de los pañales.
Realidades paralelas
En Perú, el caso tuvo un modus operandi similar al revelado en Chile. La investigación también tomó forma luego de que CMPC se autodelatara. En la nación vecina, de hecho, este se convirtió en el primer caso público iniciado mediante la colaboración de una empresa involucrada.
A través de una serie de correos y archivos electrónicos, la autoridad concluyó que la colusión entre Protisa y Kimberly-Clark se extendió entre 2005 y 2014; lapsos bastante similares a los visualizados en otros mercados. En Chile, el acuerdo se habría prolongado —según la Fiscalía Nacional Económica— entre el 2000 y al menos 2011; y en Colombia, entre 2006 y 2013.
Las similitudes continuaron. Al igual que lo ocurrido en los otros mercados, los acuerdos para incrementar los precios y modificar descuentos se alcanzaron a través de reuniones en hoteles y conversaciones telefónicas, replicando la estrategia utilizada en Chile y Colombia.
De esta forma, las investigaciones en torno al mercado del tissue continúan suscitándose. Mientras con Perú ya son tres los países que han abiertos procesos sancionatorios por escándalos de colusión en mercados donde CMPC está presente, ya hay otros tres, Uruguay, Argentina y Brasil, analizando la industria.