Por María José Tapia // Ilustración: Patricio Otniel Junio 3, 2016

Audax Italiano parece hoy indivisible de La Florida. La sociedad anónima que controla el club se llama Audax Italiano La Florida y su estadio es justamente el Estadio Bicentenario Municipal de esa comuna. Desde la década de los 80, el club deportivo y el municipio mantienen una sociedad que hasta hace unos años era un orgullo para las partes. Hoy, esa sociedad está trizada. Mientras el municipio reclama el estadio que por contrato utiliza y administra el club; Audax defiende su aporte a la comuna y su derecho a usar el recinto.
“Este estadio fue hecho para ellos, pero la pregunta es qué tiene que dar Audax a cambio, no sabemos, hoy no tenemos relación con el club. Nuestra posición es seguir con los juicios que correspondan, para lograr que el estadio vuelva a las manos de quien corresponde”, dijo el alcalde Rodolfo Carter en el concejo municipal del 3 de junio de 2015. La municipalidad llegaría hasta las últimas instancias para recuperar lo que a su juicio les pertenece. Y así lo ha hecho.
Hoy la disputa está en tribunales. Hace dos meses, la Corte de Apelaciones le dio un primer triunfo al club, al que la municipalidad apeló. Al revés, Tesorería le dio un voto favorable a la comuna, que fue ya impugnado por el equipo.
Los conflictos entre los socios partieron con la llegada de Rodolfo Carter a la alcaldía, y hoy —a cuatro meses de que el edil vaya a la reelección— evalúa iniciar nuevas acciones legales, profundizando una crisis que no prevé terminar.
La relación entre el club y la comuna data de 1986. Ese año se firmó el primer convenio entre ambos para el uso del Estadio Municipal, el cual se renovó en reiteradas oportunidades. En 2002 se estableció que el convenio era a 30 años, renovable por 10 más. La última modificación fue el 11 de septiembre de 2008. El entonces alcalde, Pablo Zalaquett, le entregó en comodato o préstamo de uso el inmueble al club. Se eliminó una cláusula que le permitía al municipio terminar con el contrato, a cambio de amplias responsabilidades que debía asumir Audax con el inmueble, las que se traducían en considerables inversiones y en el desarrollo de actividades a favor de la comunidad en el marco del programa Patrimonio de la Familia. El club, además, debía mantener y facilitar el inmueble a colegios y otras entidades comunales.
La modificación descrita tuvo como puntapié inicial el Mundial de Fútbol Femenino a realizarse el 2008 en Chile. La FIFA y el comité organizador escogieron cuatro estadios en los que se jugaría, y uno de ellos fue La Florida. “Jamás habríamos tenido ese estadio sin la alianza con el Audax. A la ANFP le interesaba que fuera un estadio que pudieran ocupar los clubes de primera división. Era ilógico hacer una megainversión en un estadio que no tendría uso después”, recuerda hoy el ex alcalde Zalaquett.
El gobierno aportó $ 12.000 millones para refaccionar el inmueble. Luego de eso, su costo de mantención —recuerda el ex alcalde— se multiplicó por 10. Ante eso, dice, se decidió profundizar la alianza con Audax. De hecho, el contrato de 2008 estableció que una vez remodelado el estadio, el club aportaría $ 200 millones para el inmueble e instalaría un sistema de protección acústica.
El contrato de 2008 fue visado por la dirección jurídica de la comuna y aprobado por el concejo municipal, del cual formaba parte el actual alcalde Carter. De hecho, en 2009, ante un correo del concejal José Luis Alegría —eterno detractor del convenio—, Carter señaló en instancias de un consejo municipal, durante el período de Jorge Gajardo: “Yo siempre he señalado alcalde, que es absolutamente legítimo estar en desacuerdo con el comodato (...) Lo que no es legítimo es empezar a suponer malas intenciones de los adversarios o de aquellos que piensen distinto, como los que estamos de acuerdo con el comodato”.
En 2011, la mirada fue otra. El mismo día que Carter asumió como alcalde, la Contraloría evacuó un dictamen lapidario. El concejal Alegría le había pedido a la entidad un pronunciamiento para verificar sí el contrato con Audax se había ajustado a derecho. La respuesta del organismo fue tajante: “La actuación de la Municipalidad de La Florida en la materia no se ha ajustado al ordenamiento jurídico, por lo que deberá (…) adoptar aquellas medidas que le permitan regularizar la situación”. Fundó su opinión en el hecho de que el municipio no licitó la concesión como lo señala la ley, cuando el valor de los bienes involucrados excede las 200 UTM.
Tal fallo —dicen en el municipio— fue lo que modificó la visión del alcalde. “Lo más relevante en esa época fue el fallo de Contraloría. Ya nadie puede dudar o interpretar cómo se llevó a cabo el comodato, ya que esto es vinculante para nosotros, cualquier otra forma de ver lo sucedido ya no corre”, precisa el director jurídico del municipio, Roberto De Petris (el alcalde Carter no estuvo disponible para hablar con Qué Pasa).
“Este es un bien público que se construyó con dinero del Estado y después se entregó a título gratuito a una sociedad anónima y eso no corresponde”, añade Alegría.
Desde Audax rebaten los argumentos: “Este es un contrato que parte antes y son modificaciones aprobadas por el Concejo Municipal. No hay ninguna razón para terminar con el contrato”, dice el abogado del club, Jorge Guerrero.
En octubre de 2011, la Corporación de Deporte de La Florida demandó a la municipalidad, instándola a revertir el acuerdo. Audax se hizo parte en el proceso y acusó fraude procesal contra el alcalde Carter, ya que era el representante legal de ambas entidades. “Planteamos que hay un fraude procesal porque era una maniobra destinada a quitarle el estadio a Audax sin que se entere”, dice Guerrero.
Tras la presión de concejales, la municipalidad demandó directamente a Audax. Avanzadas ambas causas, Audax pidió que se acumularan, tramitándose como una sola. Previo a ello, La Florida había pedido abandonar el procedimiento iniciado por la Corporación. La justicia acogió la petición de la municipalidad, pero como la causa estaba acumulada se salió de ambos procesos, lo que implicaba terminarlos. Apelaron, asegurando que abandonaban sólo una causa y no las dos. El 4 de abril la Corte de Apelaciones falló contra el municipio. Hoy existe un recurso de casación ante la Suprema presentado por la alcaldía.
En el proceso, Audax presentó dos informes en derecho, refutando lo planteado por Contraloría, dictamen que no comparten y que tampoco es vinculante para ellos.

“Si la Suprema ratifica lo obrado por la Corte de Apelaciones, evaluamos presentar nuevamente esta nulidad de derecho público para que se conozca el fondo. El tribunal no puede desconocer lo que dice Contraloría”, aseguran en la Municipalidad.

Las disputas se llevaron también a Tesorería. El alcalde —respaldado en un oficio de la autoridad— les cobró las contribuciones del inmueble, que nunca habían debido pagar, aduciendo que en el caso de los bienes de uso público debe pagarlas es el que recibe el comodato. El club pagó $ 700 millones, aunque impugnó la resolución.
Las diferencias suman y siguen.

Relaciones tormentosas

Las relaciones entre Audax y el municipio están cortadas. Al comienzo de la década, existía una comisión administradora del inmueble, conformada, entre otros, por Carter y José Luis Alegría. En Audax aseguran que cuando Carter asumió como alcalde está instancia se suspendió.
La mirada del concejal Alegría es distinta: “El comité funcionó sólo una vez y esa vez Audax nos vino a decir ‘demándennos porque no les vamos a devolver el estadio’”. De hecho, el abogado De Petris puntualiza que al inicio de esta administración, Carter intentó ir a hablar con los directivos de Audax y “le cerraron la puerta del estadio en la cara”. Aún más, dentro del comodato estaba la obligación de que Audax le remitiera entradas a la alcaldía. Hoy, cada vez que llegan son devueltas, dicen ambas partes.
De Petris anuncia nuevas acciones. “Si la Suprema ratifica lo obrado por la Corte de Apelaciones, evaluamos presentar nuevamente esta nulidad de derecho público para que se conozca el fondo”, dice. Añade, además, estar estudiando acusar al club de incumplimiento de contrato, ya que si bien reconocen que Audax ha cumplido con la mantención, hay aspectos, como la disponibilidad del inmueble para uso del municipio, que no se condice con lo acordado.

“Estoy seguro que fue lo mejor para La Florida. La comuna jamás hubiera accedido a un estadio como este sin  Audax y no lo hubiera podido mantener sin este convenio”, señala el ex alcalde Pablo Zalaquett, quien firmó el último convenio con el club.

La información aportada por el club rebate ese argumento. Revela que entre 2011 y 2013, un 56% del uso del inmueble es por terceros a título gratuito y un 7% por terceros con adhesión simbólica. Añaden que en el marco del programa Patrimonio de la Familia de Audax Italiano han desarrollado torneos interescolares con más de 200 colegios, programas de aumento de rendimiento escolar con 5.324 familias, formación en fútbol joven, entre otros.
El costo total en que ha incurrido el club en el estadio entre 2011 y comienzos de 2014 asciende a $ 3.137 millones, lo que a la vista de Audax hace prácticamente imposible que el municipio pueda mantenerlo. De hecho, para el equipo tampoco parece ser un buen negocio: desde 2011 a la fecha han reportado pérdidas por más de $1.300 millones anuales. “Hoy tenemos un compromiso con la comunidad de La Florida”, dice Guerrero.

Zalaquett: “No recibí plata”

La pelea podría incluso llegar a la justicia penal. En la municipalidad dicen estar trabajando con un abogado externo para evaluar las supuestas responsabilidades penales. Si bien no adelantan sobre quiénes recaerían, los dardos de concejales ya han apuntado directamente al alcalde de la época, Pablo Zalaquett. El ex edil, no obstante, asegura estar orgulloso de lo realizado: “Estoy seguro que fue lo mejor para La Florida”, dice a Qué Pasa.
El año pasado, Ciper reveló que Zalaquett había recibido aportes desde Audax Italiano para la campaña de 2008 para la alcaldía de Santiago. Si bien el medio citó a dos directores del club de esa época que validaban esa información, el ex edil lo niega: “Es una calumnia. De los socios del Audax no recibí plata. No hay vinculación. La comuna jamás hubiera accedido a un estadio como este sin Audax y no lo hubiera podido mantener sin este convenio”.
El abogado del club, Jorge Guerrero, respalda esta información: “Para que ocurra debe haber aprobación del directorio; y no es así, y debería estar en la contabilidad de la compañía, y no es así”.
Mientras tanto, Audax insiste en que no dejará el estadio. “Existe un contrato al que le quedan 16 años de vigencia. No hay motivo alguno de que el club deje de cumplir su compromiso con la comuna”, explican. En La Florida, en tanto, prometen dar la pelea hasta el final. “Queremos recuperar la administración del estadio, para luego ver si lo mantenemos o lo licitamos”, dice De Petris.
Hoy las aguas amenazan con seguir agitadas en La Florida.

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