17 de marzo de 2016. 10.05 horas. “Hola María Elena, junto con saludarte quería pedirte que transfieras de Alberto Chang SpA la suma de $ 120 millones a mi cuenta personal. Compres US$ 200.000, a precio de mercado, y lo envíes a mi cuenta en Chase, es para el pago del seguro y los gastos de mantención anuales de mi departamento en Miami”.
Alberto Chang salió de Chile, sin retorno, el 12 de marzo, y tardó sólo cinco días en contactarse con su ejecutiva de cuentas del Banco de Chile, María Elena Kusch. En menos de una semana, emails como el antes descrito se repitieron casi a diario: “US$ 200.000 de la cuenta dólar de Onix Capital S.A. a mi cuenta dólar personal”, “US$ 220.000 de mi cuenta corriente dólar a mi cuenta en Chase”; “$ 4,4 millones de la cuenta corriente de Grupo Arcano a mi cuenta corriente personal. $ 5,5 millones de la cuenta corriente de Onix Capital a mi cuenta personal”.
Mails entre Chang y su ejecutiva de cuentas revelan que entre noviembre de 2015 y marzo de 2016 se movieron más de US$ 8 mill. desde cuentas de firmas del grupo a las personales de su fundador. Además, hubo cerca de US$ 10 mill. que pasaron de sociedades de Chang a sus cuentas fuera de Chile.
Los retiros de dinero desde la cuenta de las empresas del grupo que había fundado hace 15 años a su treintena de cuentas bancarias fueron constantes. La finalidad: costear su elevado estándar de vida. Hoy, la trazabilidad de esas platas, además de su decena de propiedades están ad portas de quedar en manos de la justicia. La semana pasada, el liquidador de Onix Capital, Carlos Parada, logró que se decretara, por primera vez en Chile, la quiebra transfronteriza, figura que permite ubicar y congelar los bienes de Chang en el exterior para lograr pagarles algo a las más de 800 víctimas que depositaron unos US$ 100 millones en sus manos.
Las últimas declaraciones que constan en la carpeta investigativa explicitan la forma en la que el fundador de Arcano sacó los dineros hacia sus cuentas personales y su estándar de vida: gastaba más de $ 20 millones mensuales.
Los antecedentes también complican a los principales ejecutivos del grupo: Niccole Soumastre, David Senerman, Jorge Hurtado y Paulo Brignardello, cuya petición de formalización debía concretarse este jueves 21 de julio.
LA RUTA DEL DINERO
Una hora y media estuvo María Elena Kusch declarando el pasado 3 de mayo ante la Brigada de Delitos Económicos. Kusch había sido la ejecutiva de cuentas de Alberto Chang por 7 años, relación que terminó el pasado 6 de abril, cuando el fundador de Arcano le remitió un mail pidiéndole cerrar la cuenta corriente personal, cancelar la línea de crédito y las tarjetas. Kusch declaró que Chang —formalizado por estafa y lavado de activos, entre otros delitos— llegó a tener en el Chile seis cuentas relacionadas con las empresas, además de la personal. “Los dineros que ingresaban a la cuenta de Onix S.A. se transferían a las cuentas personales, ya sea en dólares o pesos, de Alberto Chang, y de esta última al extranjero”. La ejecutiva explicó que Chang remitía un correo electrónico informando que efectuaría una transferencia al exterior, cuyo destino era para pagar abogados, arquitectos y gastos personales. Luego, mandaba en la mañana bancaria un formulario para tal efecto, el que debía ir visado por su asistente Carolina Briones o por un auxiliar de nombre Patricio.
Briones recordó ante el fiscal Carlos Gajardo que cuando Chang estaba en “el extranjero, este año, el banco exigió que se le enviara una solicitud firmada, la cual quedaba firmada por él”.
Con ese documento, sigue Kusch, se materializaba el traspaso, el cual no es de cuenta a cuenta, sino mediante un mecanismo llamado swift: “Se procede por medio del formulario a comprar la moneda extranjera necesaria conforme a la tasa de cambio que se mantiene en Chile, para ser después transferido por nuestro banco”, señaló Kusch a la PDI. Agregó desconocer si las cuentas receptoras eran de Chang y subrayó que nunca hubo movimientos inversos: nunca ingresó dinero desde cuentas en el exterior a cuentas del Chile.
Así, entre noviembre de 2015 y marzo de 2016 —de acuerdo a los mails intercambiados entre la ejecutiva y Chang—, se movieron más de US$ 8 millones desde las cuentas de empresas del grupo a las personales de su fundador. Además, hubo del orden de US$ 10 millones que salieron en los mismos cuatro meses desde cuentas de sociedades de Chang (Alberto Chang EIRL y Alberto Chang SpA) a sus cuentas fuera de Chile.
“Quiero hacer presente que en los primeros días del mes de abril de 2016 a Niccole Soumastre, a su petición, le entregué la suma de US$ 5.000 y $ 2 millones en efectivo, los cuales saqué del departamento de mi hijo. Me lo solicitó para pagar a su abogado”, señaló Verónica Rajii a la PDI.
Según relató la ejecutiva, Chang justificaba sus fondos por medio de sus ingresos vía la renta anual del Servicio de Impuestos Internos, y a través de estados de situación: formularios tipo donde el cliente declara todo lo que tiene y lo que adeuda.
El pasado 6 de junio, la madre del fundador de Arcano, Verónica Rajii, autorizó el levantamiento del secreto bancario, revelando 33 cuentas corrientes, pertenecientes a Chang y al grupo. De ellas, 24 están afuera: 18 en Estados Unidos (una en el Lloyds TSB, otra en el UBS, seis en el City National y diez en JP Morgan Chase); dos en las Islas Vírgenes (VPBank y City National); dos en Malta (ambas en el Bank of Valletta); una en Suiza (UBS of Valletta) y la última en Singapur (Banco Australia).
En Chile, Rajii permitió levantar el secreto de cuentas del Banco Santander y del Chile, y dejó firmados ocho permisos adicionales por si se encontraban nuevos depósitos. El 14 de junio, de hecho, el banco BBVA mandó el detalle de otra cuenta de Chang con todos los movimientos desde junio de 2005 hasta abril del presente, cuyo saldo disponible era de $ 0.
Al momento del cierre de las cuentas en el Banco de Chile, Kusch aseguró que tanto la de Onix Capital S.A. como la de Highlander no mantenían fondos, mientras que la cuenta personal tenía un saldo negativo en la línea de sobregiro, que fue pagado por medio de las garantías que mantenía el Chile a nombre de Alberto Chang SpA.
A estas alturas, los dineros ya estaban fuera. Y la vida de Chang también.
El 20 de junio, el abogado del ex gerente de Negocios del grupo, Paulo Brignardello entregó la documentación que respalda las propiedades que tiene el fundador de Arcano fuera del país, y que hasta la fecha no estaban en la carpeta investigativa. En ella se encuentran los certificados del departamento en 50 Brooks Mews, en Londres, cuyo valor asciende a 1,6 millones de euros; un departamento en Sídney (tasado en US$ 2,8 millones); la documentación acerca de la parcela de 2,4 acres ubicada en isla Mosquito, para la cual hizo un abono de US$ 6 millones de los US$ 18 millones que cuesta; y un inmueble adicional de US$ 1,3 millones en Miami, Florida.
A lo anterior, se agrega una propiedad en Malta.
Su asistente personal, Carolina Briones, era la encargada de habilitar las propiedades antes que Chang se instalara en ellas. Así al menos lo hizo cuando compró el departamento en Londres y cuando adquirió el piso en Sídney, según relató ante el fiscal Gajardo. “Además, me encargaba de contactar a los asistentes de los otros países para que estuviera todo bien en los otros departamentos, gastando mensualmente unos $ 20 millones por el pago de todos los servicios, incluyendo la comida, el sueldo de la nana, el chofer, mozo y jardinero”, señaló Briones en su declaración.
La multiplicidad de bienes adquiridos en el exterior se condijo, aunque en menor medida, con su patrimonio en el país, donde completó cuatro departamentos (tres en Vitacura y uno en Recoleta), además de diez autos de lujo avaluados en más de $ 350 millones.
La sospecha: que los dineros de sus clientes le sirvieron para construir su abultado patrimonio.
CARTAS DESDE EL EXTRANJERO
El 9 de junio, el fiscal Carlos Gajardo recibió una carta desde Estados Unidos. Komal Dadlani, fundadora y controladora de Lab4U (firma chilena desarrolladora de aplicaciones), se dirigía al Ministerio Público para relatarle su experiencia con Alberto Chang.
El 15 de marzo de 2016 —dos semanas antes de que estallara el caso— Onix Capital LLC (sociedad con la que Arcano operaba en EE.UU.) invirtió US$ 250.000 en la empresa, vía la cuenta que posee Lab4U en el Banco Silicon Valley. La situación se complicó un mes después: el 15 de abril, con el escándalo ya desatado, los abogados de Lab4U le ordenaron a Chang que dejara de usar la marca y le pidieron terminar el acuerdo comercial. La firma congeló el aporte de Chang. Desde entonces, el fundador de Arcano ha presionado a la compañía para que le devuelva su dinero. La última vez, el 18 de mayo, insistía en la necesidad de recuperar sus US$ 250.000.
Lab4U decidió esperar instrucciones desde la Fiscalía, dejando ese dinero en stand by.
La inversión declarada se sumó a la comunicada por Open English. “Next U Venture LLC, que entendemos es una filial de Grupo Arcano, compró 407.234 acciones de Open English. Tenemos entendido que ese capital fue adquirido, entre el 11 de junio de 2015 y el 4 de diciembre de 2015, por Onix Capital LLC en US$ 2,6 millones”. El representante de Open English, Ian Shapiro, respondía así a una petición realizada por el mismo Chang para acreditar su inversión, lo que llegó a manos del Ministerio Público el 16 de junio pasado, a través del ex abogado de Verónica Rajii, Carlos Castro. Todas, cantidades menores para una deuda que suma más de US$ 100 millones.
Ahora, Gajardo va tras los ejecutivos.
RAJII: “EJECUTIVOS SABÍAN”
El 6 de junio pasado, en el Centro Penitenciario Santiago Sur —donde cumple prisión preventiva—, Verónica Rajii declaró por segunda vez. Entonces su versión ya dejó de ser la de “víctima de las circunstancias”, como había sido el 13 de abril. Frente al subcomisario Leopoldo Pavez, el inspector Daniel González y el detective Francisco Álvarez inculpó a los colaboradores más cercanos de su hijo.
“Niccole Soumastre y Jorge Hurtado tenían pleno conocimiento de las operaciones y captación de dinero que se hacía en Onix Capital. Y que (los fondos) se iban a las cuentas de mi hijo, de lo que yo no tenía conocimiento”, señaló Rajii ante los PDI. Y aportó un dato más, un préstamo hasta ahora desconocido a Soumastre, su ex mano derecha. “Quiero hacer presente que en los primeros días del mes de abril de 2016 a Niccole Soumastre, a su petición, le entregué la suma de US$ 5.000 y $ 2 millones en efectivo, los cuales saqué del departamento de mi hijo. Me lo solicitó para pagar a su abogado”, dijo.
A renglón seguido pidió que los llamaran a declarar para que explicaran “por qué no denunciaron a Alberto Chang en su oportunidad, puesto que ellos desde el primer momento sabían lo que se hacía al interior del Grupo Arcano y en especial de Onix Capital”.
Valeria Harris, amiga de Alberto Chang y quien estuvo con él en Malta una vez estallado el caso, reafirmó ante la Brigada Investigadora de Delitos Económicos lo declarado por Rajii. El 19 de mayo aseguró: “La responsabilidad de todos los hechos ha caído en Alberto Chang y su madre Verónica Rajii, no obstante, el círculo cercano a Alberto y quienes han estado siempre en conocimiento del funcionamiento del mismo son David Senerman y Niccole Soumastre”.
Soumastre, Senerman y Hurtado, al igual que Paulo Brignardello insisten en su inocencia. Dicen que confiaban en Chang y, que por eso, invirtieron altas sumas de dinero. Mantienen su versión de que son víctimas y han colaborado con la investigación. Pese a ello, el fiscal Gajardo habría pedido su formalización por infringir el artículo 39 de la Ley General de Bancos, es decir, por validar operaciones sin la autorización de la Superintendencia de Bancos. Y por transgredir, al igual que Chang, el artículo 60 de la Ley de Valores.
Leonardo Battaglia, abogado de Niccole Soumastre y David Senerman, declinó hacer comentarios para este reportaje.
Carlos Cortés, representante de Jorge Hurtado, aseguró, en tanto, que su defendido nunca tuvo facultades de administración en el área de inversiones y enfatizó en que ha colaborado con el Ministerio Público. “Es una víctima ya que tanto él como algunas personas de su entorno fueron afectados de forma muy importante, en particular en el ámbito económico, por las conductas de Alberto Chang”.
De igual forma, el abogado de Paulo Brignardello, Darío Silva, dijo estar tranquilo: “Suponíamos que esto podía pasar, aunque no tiene sentido imputarle a mi cliente la Ley General de Bancos, ya que ese delito implica dolo y él llegó a la empresa en septiembre de 2014 y confió en los informes que le mostraban de Carey que avalaban la forma de operar”.
La Fiscalía lleva varios meses con el foco puesto en los ejecutivos de confianza de Chang. Ya tiene todo el levantamiento patrimonial, sus declaraciones ante el SII y el reporte de sus cuentas corrientes. La apuesta es que ellos entreguen pistas sobre el destino de los dineros que Chang repartió por todas partes del mundo.