Las predicciones volvieron a fallar y los habituales candidatos a quedarse con el Nobel de Economía deberán esperar otro año más. Pese a las predicciones que apuntaban a economistas como Olivier Blanchard, Marc Melitz o Edward Paul Lazear, finalmente quienes se adjudicaron el Premio Nobel de Economía 2016 fueron el británico Oliver Hart (académico de Harvard) y el finlandés Bengt Holmstrom (profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts), por su contribución a la teoría de los contratos.
"(Su trabajo) introduce las bases intelectuales para diseñar políticas e instituciones en muchas áreas, desde legislación sobre quiebras a constituciones políticas", dijo la Real Academia Sueca de la Ciencia al anunciar el galardón, que se hizo oficial cuando en Chile eran las 6:45 de la mañana.
Tras la conferencia de prensa anunciando la premiación, el presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas de la Real Academia Sueca de Ciencias, Per Strömberg destacó que los contratos son fundamentales y que el trabajo de ambos economistas es esencial en su desarrollo. "Esta área de investigación es realmente enorme y empezó a despegar primero con la clásica teoría de contratos desarrollada por Bengt Holmstrom y luego con la teoría de contratos incompletos de Hart. Ambas se han vuelto muy influyentes en las ciencias sociales", agregó Strömberg.
De acuerdo con la Academia, los galardonados desarrollaron un marco global para analizar distintas aristas del diseño contractual, como la remuneración basada en desempeño para altos ejecutivos o la lógica de los deducibles y copagos en la industria aseguradora.
Entre otros temas, la teoría de contratos se dedica a estudiar dilemas como: ¿debieran los proveedores de servicios públicos, como escuelas, hospitales o cárceles, ser privados o públicos? ¿Los profesores, trabajadores de la salud y guardias de las cárceles recibir un salario fijo o basado en su desempeño? ¿Hasta qué punto los gerentes debieran ser pagados a través de programas de bonos u opciones de acciones?.
"Las economías modernas se mantienen por innumerables contratos. Las nuevas herramientas teóricas creadas por Hart y Holmstrom son valiosas para entender los contratos y las instituciones de la vida real, así como los posibles problemas del diseño contractual", destacó la Academia.
Entre los contratos están, por ejemplo, entre accionistas y ejecutivos de una empresa; entre una aseguradora y el dueño del auto asegurado; entre la autoridad estatal y sus proveedores, etc. Según la Academia, dado que estas relaciones suelen tener implícito un conflicto de interés, los contratos deben estar adecuadamente diseñados para garantizar que las partes tomen decisiones beneficiosas para ambas.
Holmstrom desarrolló un modelo para la relación entre un "principal" (por ejemplo, accionistas de una empresa) y un "agente" (como el director ejecutivo de la compañía), donde el contrato es óptimo si busca el equilibrio entre los riesgos e incentivos.
Mientras, Oliver Hart se especializó en los contratos incompletos. De acuerdo con su estudio, dado que es imposible que un contrato se anticipe a todo, hay que definir los "derechos de control", es decir, qué parte tiene derecho a tomar decisiones en qué circunstancias.
La noticia fue sorpresiva para muchos. No sólo fallaron las predicciones, sino que, además, ambos ganadores ni siquiera aparecían entre los 100 más citados por sus pares, de acuerdo con el ranking Repec: Hart está 149 y Holmstrom está 219. De todas maneras, las universidades donde enseñan están entre las diez que más Premios Nobel producen a nivel global.
¿Quiénes eligen al Nobel? El Comité del Premio de Ciencias Económicas de la Real Academia Sueca de Ciencias es responsable de seleccionar los candidatos para el premio, a partir de la lista de nombres enviados por parte de personas calificadas, quienes han sido invitadas a participar a través de cartas formales.
Más información en PULSO:
Dos expertos en teoría de contratos se adjudican el Premio Nobel de Economía 2016
El trabajo de ambos economistas sienta las bases intelectuales para diseñar políticas e instituciones desde la legislación sobre quiebras a constituciones políticas, destacó la Real Academia Sueca de la Ciencia.