Con una sorpresa se encontrarán los miles de visitantes que llegarán a Viña del Mar este verano y, por supuesto, los vecinos, cuando en pocas semanas más se instalen los más de 4.000 parquímetros, cubriendo todo el plan de la ciudad.
Hasta ahora sólo el anillo del centro contaba con estos dispositivos, pero el municipio decidió cubrir con este sistema toda la Población Vergara, que abarca desde la calle 1 Norte —paralela al estero Marga Marga— hasta 15 Norte, a una cuadra del mall; y desde 5 Oriente —paralela a Espacio Sporting— hasta San Martín, donde se ubica el Casino.
Esta medida ha provocado reacciones a favor y en contra. Mientras desde el municipio indican que es una forma de ordenar la ciudad y evitar la alta congestión automovilística, desde los sectores contrarios a la administración de la alcaldesa Virginia Reginato dudan de estas intenciones: apuntan a la búsqueda de ingresos y alertan de vicios en la licitación que ganó la empresa que representó el ex alcalde de Santiago Raúl Alcaíno. Por el lado ciudadano, los más indignados son los cuidadores de autos que inundan cada cuadra del plano; los vecinos están preocupados porque no tendrán opción de estacionar en la calle considerando que muchos edificios, que datan de hace años, no contemplaban espacios para guardar los autos; y, entre los comerciantes, la mirada es desigual dependiendo del rubro.
Desde que se aprobó la medida en el concejo, los opositores no se han quedado de brazos cruzados y han presentado todos los requerimientos que admite el sistema para retrasar la implementación, acudiendo tanto a Contraloría como a los tribunales de justicia.
Municipio y el orden
“Instalar parquímetros es una medida de gestión debido a la alta saturación vial que hay. Dado que no contamos con un transporte público de calidad, hay mucha gente buscando estacionarse, y en algunas zonas estamos llegando a 400 vehículos por cada mil habitantes, y eso es una locura”, explica el director de la Secretaría de Comunal Planificación (Secpla), Tomás Ochoa.
Virginia Reginato aseguró en 2010 que “los vecinos de la Población Vergara pueden tener la tranquilidad de que mientras yo sea la alcaldesa de Viña del Mar, no habrá parquímetros en sus calles”.
Según la encuesta Origen-Destino, a Valparaíso se dirigían diariamente en 1998 un total de 39.324 autos, subiendo a 41.753 en 2014, es decir hubo un incremento de 6,2%; mientras que los vehículos al plan de Viña más Marga Marga se incrementaron en 40,5%, desde 31.968 a 44.908. “En el puerto no hay lugar para estacionarse porque siempre se paga y es caro ($40 el minuto en la Plaza Cívica), entonces la Población Vergara ahora se ocupa como intercambio modal: quienes viven en Quilpué, Concón y Reñaca, dejan el auto en la mañana y se van a Valparaíso a trabajar y lo recogen a las 20:00 horas. Entonces hay que buscar cómo hacer más eficiente el espacio”, argumentó.
Así, tras analizar los casos de Providencia, Buenos Aires y Barcelona, se optó por desincentivar el uso del automóvil vía tarificación y hace meses se abrió una licitación para 4.400 espacios que obtuvo la oferta que califica de más barata porque cobrará por minuto efectivo $19 entre lunes y viernes de 9:00 a 21:00 horas y se agregará viernes y sábado hasta las 3:00 de la mañana en las cuadras aledañas al Casino y restaurantes. A su vez, la empresa se compromete a repavimentar las calles 3, 4 y 5 Norte, eliminar la posibilidad de estacionar en el eje izquierdo, demarcar las esquinas con orejas y construir 5 km de ciclovía. “Entiendo que a la gente le moleste porque a nadie le gusta pagar, pero cuando hay una hiperdemanda se deben tomar medidas, porque si no se va a terminar destruyendo el valor que tiene la Población Vergara, que es perfectamente caminable”, recalca Ochoa.
Estos dispositivos deberían comenzar a operar entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre, tras la aprobación favorable del concejo municipal.
Críticas y suspicacias
El proceso en general no ha sido miel sobre hojuelas. La aprobación de este plan y de la licitación logró unir, como pocas veces, a los concejales de la Nueva Mayoría, quienes votaron en bloque contra la medida, la cual se impuso por 6 votos contra 4. “El municipio dice que están haciendo un reordenamiento. Nuestra visión no pasa por ahí porque el camino de los parquímetros en toda el área es muy drástico, y no nos convence la contrapropuesta de la empresa”, indica la concejal Marcela Varas (PPD).
Comenta que muchos vecinos le han reclamado porque la decisión no fue informada y se podría haber hecho una instalación gradual, “aquí mucho se habla de escuchar a los vecinos. Incluso se habló de una consulta ciudadana por las victorias, y ¿por qué no se agrega este tema?”, se pregunta.
El flujo diario de vehículos a Valparaíso se ha incrementado 6,2% entre 1998 y 2014. Mientras, el flujo hacia Viña del Mar se ha disparado más de 40% en el mismo período.
La Secpla da otra visión y recalca que se entregarán 600 pases liberados —un residente, una casa— para los edificios antiguos que no cuentan con estacionamientos. Y recuerda que fueron los propios vecinos quienes solicitaron la tarificación ante la abundancia de acomodadores de autos, que no sólo se han tomado cada cuadra sino que muchas veces insultan o beben en las calles. “Básicamente, hay lugares donde en la noche se paga el estacionamiento pero de manera informal, como $5 mil. Finalmente, el espacio público, que es de todos, también está privatizado”, dice Ochoa.
Pero los concejales advierten de urgencia en implementar esta medida y lo vinculan con el hecho de que el municipio el próximo año dejará de percibir los ingresos del Casino. “Si en el presupuesto del próximo año ya tienen ingresado el monto por los parquímetros, llama la atención el apuro y la resistencia a considerar una consulta”, remarca Varas.
La municipalidad va a recibir cerca de $2 mil millones al año por esta concesión, equivalente a 1,64 UF por calzo (cada estacionamiento). A modo de comparación, en estos días la Municipalidad de Concepción está licitando casi 2 mil estacionamientos, y la oferta más alta que se presentó ofrecía pagarles 3.900 UF mensuales , es decir, unos $1.246 millones.
“El presupuesto de la municipalidad es de $98.000 millones, por lo tanto, lo que ingrese por parquímetro no va a cambiar la realidad. Entonces si alguien dice que queremos recaudar porque estamos con problemas de plata, no es así”, apunta Ochoa.
Alcaíno y Jadue
Pese a las explicaciones, hay varios actores que no quedaron conformes e impugnaron la decisión municipal en distintos canales. Paulo Pérez, abogado que trabaja con el diputado Rodrigo González (PPD), acudió a la Contraloría con un requerimiento para que se revise todo el proceso de licitación, cuya respuesta aún no ha llegado. Ha planteado dos dudas.
La primera es el quorum requerido. Por ley municipal este tipo de licitaciones se votan por mayoría simple, no obstante cuando los contratos exceden el período edilicio deben ser ratificados por dos tercios. En este caso específico se dio el vamos con mayoría simple, pese a que el espacio se otorgó por cinco años.
“La segunda duda es que en algún minuto hubo una modificación de las bases que permitió la incorporación de nuevos oferentes, y un proceso así no se puede llegar y cambiar de improviso. Nos merece dudas de si se ajustan a la ley esas modificaciones o se está violentando el principio de legalidad de las bases”, reclama Pérez.
Lo concreto es que el cambio permitió que ingresara un nuevo actor no desconocido en el ámbito municipal, el ex alcalde de Santiago Raúl Alcaíno como representante de la empresa Explotadora y Administradora de Estacionamientos Vespucio, que integró un consorcio con la empresa Globe S.A., que obtuvieron la licitación.
Por esto, el candidato a diputado Jorge Brito recurrió a tribunales con un recurso de ilegalidad no sólo para impugnar el proceso, sino también solicitando una orden de no innovar para impedir la instalación de los parquímetros en la fecha programada. Además, presentó ante el municipio 2 mil firmas de vecinos contra la medida.
Su cuestionamiento es que la calificación de experiencia —por la cual la empresa obtuvo el mayor puntaje— no se verifica ya que se señaló que Globe contaba con 5.870 estacionamientos como base, pero no se acredita eso en los papeles, mientras que la otra empresa —que se sumó después— sí cuenta con pasado en el rubro, pero sólo por 2 mil cupos.
“Esta es la mayor privatización de las calles del país que fueron construidas con plata de todos los chilenos, y aquí se le entregan a precio de huevo a un privado para que rente mensualmente más de $1.000 millones con cero inversión, y cobrándoles a los residentes más de $20.000 al mes. Aquí no se adjudicó ni a la empresa más barata ni a la que entregaba más recursos al municipio”, apunta Brito quien está asesorado por el abogado del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien puso fin a la concesión de parquímetros en su comuna.
Pese a estos reclamos, ninguna de las empresas que quedaron más abajo en la licitación ha impugnado este proceso ante el Tribunal de Compras Públicas, canal correspondiente. “No tenemos ninguna impugnación. La empresa es grande, con espaldas, explota esos sistemas en otras partes y ofreció la mejor oferta. (Alcaíno) tiene todo el derecho de presentarse, eso no es parte del análisis”, afirma Ochoa al desestimar las críticas.
Por ahora todo avanza hacia la instalación de los parquímetros, aunque hay muchos que recuerdan las palabras de la alcaldesa a El Mercurio de Valparaíso en junio de 2010: “Todos los vecinos de la Población Vergara, incluidos los del sector oriente, pueden tener la tranquilidad de que mientras yo sea la alcaldesa de Viña del Mar, no habrá parquímetros en sus calles”.