Cuando el timonel del PS, Camilo Escalona, se casó el sábado por la Iglesia con la periodista Jimena Tricallota, muchos se sorprendieron: lo que se comentaba vox pópuli era que el senador era agnóstico. Sin embargo, cercanos a Escalona aseguran que sus vínculos con la religión católica son de larga data. Creció en una familia humilde de misa dominical, donde su padre -dirigente sindical marxista- rezaba un Padre Nuestro en la mañana y otro en la noche. Su madre, "bastante pechoña", comentan sus amigos, también solía rezar el rosario. Hasta los 13 años, Escalona oraba todas las noches. Pero tras su ingreso a la Federación de Estudiantes Secundarios, se alejó de la Iglesia. "Declararse agnóstico era un tema político, pues no era bien visto dentro de la izquierda ser católico", explica un cercano.
Por otro lado, la elección del jesuita Fernando Montes para bendecir el matrimonio no fue azar. Esta década, ambos han forjado una silenciosa relación de amistad. Aunque sólo se encuentran esporádicamente, cercanos al senador cuentan que conversan de diversos temas, como política y actualidad, y que el parlamentario considera a Montes un gran intelectual. Sus nexos se han visto fortalecidos en los últimos años debido la cercanía de ambos con la presidenta Bachelet.