Por quepasa_admin Febrero 13, 2010

Harto más cómodo estaría Juan Claro con su pendrive y su carpeta si hubiese sido uno de los 22 ministros del futuro gabinete. Porque ni todas las reuniones ni exigencias pueden compararse con lo que está haciendo en estos días. Un amigo lo convenció de caminar por el desierto entre Huasco y Punta de Choros -100 km- para cambiar sus hábitos alimenticios y dejar el cigarro. Antes de eso, el ex presidente de la Sofofa tenía planeado navegar en su yate a Juan Fernández. En cambio, ahora está caminando, al menos, 5 kilómetros diarios con mucha agua y casi sin comida. La energía la recupera de noche, cuando descansa en su yate,que sigue su aventura desde el mar. El cambio en su plan de ruta fue obra del ingeniero Rolf Behncke -amigo también de Hernán Büchi-, quien practica la teoría de la restricción calórica. Consiste en comer poco, hacer ejercicios, y beber mucha agua, como lo hacían los chimpancés. Así se evitan enfermedades y se mejora la salud. La travesía por el desierto culminará en la casa de Claro en Punta de Choros, este domingo. Gracias a su amigo Behncke, logró disminuir las 2 cajetillas diarias a una. Lo que no se sabe es cuán flaco y saludable regresará del viaje más duro de su vida, el cual ni siquiera pudo ser a la orilla del mar. No hay playas continuas entre la Tercera y Cuarta Región.

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