El ministro de Defensa, Francisco Vidal, fue el primero del gabinete de Michelle Bachelet que sacó sus pertenencias de su oficina antes del cambio de mando. Entre lo que se llevó están sus dos mil soldaditos de plomo, que guardó en una caja. ¿Por qué mudarse hace más de un mes? Porque el edificio Diego Portales -lugar de su despacho ministerial- está en remodelación. Vidal debió trasladarse a calle Zenteno.
El trámite de sacar sus artículos personales es una tarea que ya están realizando varios secretarios de Estado y sus colaboradores. Saben que el plazo tope para hacerlo es el próximo 11 de marzo, cuando asuma el nuevo gobierno.
La mayoría de los ministros y subsecretarios han acumulado recuerdos. Y hay quienes los han ido trasladando por los distintos cargos que han ocupado. Es el caso de Carlos Mladinic, jefe de gabinete del ministro del Interior: tiene que buscar un nuevo lugar para un gran cuadro que antes decoró sus oficinas como presidente del directorio de TVN y en Hacienda, donde fue gerente del Programa Pro Inversión. La ministra del Trabajo, Claudia Serrano, ya empezó a sacar sus fotos y libros de su minibliblioteca, entre ellos uno de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998. Además, tiene cuadros -prestados- de Samy Benmayor y Matías Pinto, que también tenía en la Subdere. En Justicia, Carlos Maldonado se llevará lo único que adorna su espacio: una balanza de metal y nácar, regalo de su hija menor para un Día del Padre. En Economía, Santiago González se llevará su foto autografiada por Aylwin -del día en que asumió en la SVS- y otra con Bachelet, además de reconocimentos de Asexma y de la CPC y su galvano favorito del liceo donde estudió en Talca. En Transportes, René Cortázar se mudará con su decreto de nombramiento enmarcado y la foto de su esposa, al igual que José Antonio Viera-Gallo, quien tiene fotos familiares y unos pocos libros. Edmundo Pérez Yoma también tiene algunas fotos de su familia que se llevará cuando deje su despacho en Interior.