Al menos 30 mil televisores LCD o plasmas de última generación se vendieron sólo el domingo pasado a nivel nacional. Ese día, según fuentes de la industria, las visitas a malls y tiendas igualaron a las de días previos a la Navidad, anticipando la disposición de los consumidores chilenos a prepararse para ver el Mundial de Fútbol.
Gerentes de distintas tiendas coinciden en que el LCD más pedido fue el de 32 pulgadas, con un valor promedio de $ 270 mil, seguido por los de 40 a 42 pulgadas. Sus cálculos indican que a medida que se acerque el pitazo inicial de Sudáfrica 2010, programado para el 11 de junio, la demanda seguirá creciendo con fuerza, así como también la venta de unidades de mayor tamaño.
El otro factor que ha impulsado el negocio es la reposición que las personas están haciendo de televisores dañados o destruidos por el terremoto del 27 de febrero, lo que obligó a los comerciantes a aumentar sus pedidos.
Desde su llegada al país en la década pasada, los televisores de pantalla plana han ganado progresivamente espacio en el mercado. Hoy representan cerca del 25% de todas las ventas de artículos eléctricos.