En los dos meses que lleva la Fundación Dialoga -el centro de estudios a cargo de proyectar el legado de Michelle Bachelet-, ha sido la ex presidenta quien se ha encargado del financiamiento. Aunque la plana ejecutiva trabaja ad honórem, ella ha destinado parte de su sueldo a solventar los gastos del edificio ubicado en Bilbao con Antonio Varas y del personal administrativo. Por eso, la directora ejecutiva de la Fundación, Clarisa Hardy, ha hecho gestiones para encontrar  mecenas interesados en ayudarlos. Según reconocen en la institución, el trabajo más lento se ha dado dentro de Chile, donde aún buscan donantes. La mayor ayuda proviene del extranjero, como los aportes de un instituto español ligado al PSOE.