La compra que el grupo Sabat -liderado por el empresario Juan Carlos Sabat- hizo de la industria textil Bellavista Oveja Tomé puso fin a un proceso de quiebra que venía extendiéndose desde enero de 2008. Si bien la venta, de $1.535 millones, ocurrió el 10 de junio pasado, sólo ahora el grupo comprador pudo tomar el control de la fábrica para reabrirla. Y, en el marco de ese proceso, se contemplan algunos cambios. Por ejemplo, el nuevo plan de negocios apuntará a que la fábrica disminuya su tamaño. Ahora, por ejemplo, importarán los hilados en vez de confeccionarlos ellos mismos. Por esta razón venderán varias de sus máquinas, mientras que las más antiguas las donarán a la Municipalidad de Tomé con vistas al futuro museo sobre la industria textil.