Los miembros de la Fundación Jaime Guzmán tienen en la mira la agenda valórica del gobierno. De hecho, tomaron la ofensiva. Al interior de la entidad comentan que ello ocurrió cuando supieron que la administración piñerista estaba dispuesta a "escuchar" las recomendaciones de la Comisión Interamericana de DD.HH. de la OEA en el caso de la jueza Karen Atala (a quien la Corte Suprema le quitó la tuición de sus hijas por su orientación homosexual). "Supimos que las autoridades estaban dispuestas a aceptar esas recomendaciones, indemnizar a Atala y tomar nuevas medidas contra la discriminación. Nos parecía una mala señal", explican. Así, durante mayo y junio realizaron varias reuniones con los ministros Rodrigo Hinzpeter, Ena Von Baer y Cristián Larroulet, entre otros, para hacerles ver su desacuerdo. Ahora, están en compás de espera para ver qué resuelve La Moneda.