A fines de abril, el padre Fernando Karadima recibió una carta de apoyo. Su remitente era nada menos que el obispo emérito Tomás González, conocido por su defensa de los derechos humanos y su postura política más cercana a la izquierda.

La misiva decía: "Lo acompaño en este momento difícil con mi oración para que el Señor lo fortalezca". Además, el sacerdote salesiano aprovechó la oportunidad para agradecer al ex párroco de El Bosque por gestos del pasado. "En la carta le di las gracias por hablar tan positivamente de Don Bosco -de quien sigue sus enseñanzas religiosas y de vida- como una forma de inspirar vocaciones sacerdotales. Fui testigo de ello en una reunión que se realizó hace un tiempo, en la que de hecho conocí al padre Karadima", dijo.

En la carta, Tomás González también le agradeció a Karadima la donación de un teclado -para un órgano- que el ex párroco de El Bosque obsequió a la Diócesis de Punta Arenas.

El obispo recibió una respuesta, pero ésta no estaba firmada por Karadima -quien se encuentra recluido en la casa parroquial donde vive, en espera de la resolución de la justicia civil y eclesiástica-, sino por el actual párroco de El Bosque, Juan Esteban Morales.