Por quepasa_admin Agosto 6, 2010

Finalmente, la justicia de Bolivia dictó una orden de captura inmediata contra Alejandro Shayman, condenado en Chile a cadena perpetua calificada por la brutal golpiza con resultado de muerte que propinó a su pequeña hija Tamara, en 1996.

La instrucción de detener al publicista, que se encuentra prófugo desde hace ocho años, se produjo diez meses después de la solicitud de extradición que emanó de la Corte Suprema de nuestro país. Para los investigadores del caso, se trata de un período de tiempo muy extenso para un fugitivo como Shayman, quien ha logrado ocultarse gracias a una fuerte red de protección.  En su propio entorno reconocen que, desde su única aparición pública -una entrevista concedida a Qué Pasa, en septiembre del 2009- logró eludir con habilidad a la justicia. Desde la selva boliviana, su último paradero conocido, se trasladó con un aspecto irreconocible a una cabaña de la sierra, donde se encontraría hoy. Además, dicen, le pidió a su mujer, una abogada de la Corte Suprema de Sucre, que inicie un proceso de divorcio -para despistar a sus persecutores- y que espere un lapso razonable antes de visitarlo otra vez en la clandestinidad.

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