Por quepasa_admin Agosto 6, 2010

El 2004, cuando el joven pintor Guillermo Lorca tenía 20 años, fue contactado por la arquitecta y decoradora Paula Gutiérrez. Ella le encargó su primera gran obra: un mural de 45 m x 3,10 m para la viña Tabalí. "Le presentó mi trabajo a Guillermo Luksic y él lo aprobó. Desde entonces tenemos muy buena relación. Ahora me encargó retratar a sus hijas y CCU auspició mi exposición en el Metro", indica el pintor.

Lorca se quedó cuatro meses en la viña trabajando. Según cuenta Luksic, "cuando vi sus primeros trazos me di cuenta del talento, fui testigo de una capacidad  y aplicación sorprendente, y cuando terminó el mural de la viña, sólo pude comprobarlo".

Lo que nadie sabe es que, en medio del enorme mural que ilustra paisajes e indígenas de la zona,  hay un retrato de Guillermo Luksic que se mezcla con los aborígenes. "Fue una humorada que hicimos los dos", señala, entre risas, el empresario.

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