Después de tres años, Marcelo Bielsa dejará su residencia en Pinto Durán y se mudará al barrio de José Domingo Cañas y Eduardo Castillo Velasco. Sin embargo Luis Bonini, el preparador físico de su cuerpo técnico, no tendrá que vivir un cambio similar. Esto porque desde su llegada a Chile, Bonini vive solo en un departamento en Las Condes. Su mujer, Luisa Migan, su hijo y sus dos hijas se quedaron viviendo en Buenos Aires y lo visitan periódicamente. Aunque muchas veces es el propio Bonini el que cruza la cordillera.

A diferencia también de Bielsa, el preparador físico argentino compró un auto apenas se instaló y lo usa para trasladarse cuando sale a comer. Bonini, en el medio futbolístico, es reconocido como un sibarita. Dos de sus lugares favoritos son La cocina de Javier, de Javier Pascual, donde prefiere las sopas, paellas y guisos. El otro lugar es el MarCini Pasta  Mare, situado en Vitacura. Ahí, además de las pastas, prefiere pescados y mariscos chilenos. El vino nacional también es una de sus debilidades.

Bonini también gusta del cine -aunque no con la obsesión de Bielsa- y especialmente del teatro. Aunque en su casa, sobre todo en las tardes para relajarse, prefiere escuchar jazz. En su hogar es también donde Bonini hace una parte importante de su trabajo cuando los seleccionados no están concentrados en Pinto Durán. Éste consiste en comunicarse con ellos, ya sea por teléfono o por messenger, para saber cómo están y cuántos minutos están jugando por sus clubes.

Si bien es uno de los hombres cercanos y de confianza de Bielsa, fuera del trabajo Bonini no se junta mucho con el rosarino. Sí lo hace con uno de sus grandes amigos en Santiago: Jorge Fleitas, el preparador físico argentino de la UC.